Casa Real y Cristo de Medinaceli

La Casa Real española (lo desconocíamos hasta ahora en esta publicación) mantiene la tradición de besar todos los años los pies de la estatua que representa al Cristo de Medinaceli, como expresión de su tradicional y renovada devoción por este símbolo del culto católico.

06 DE MARZO DE 2006 · 23:00

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Hace unas semanas, ante el bautismo de la infanta Leonor, expresábamos nuestra desaprobación a convertir una ceremonia católico-romana familiar en un tributo de una institución pública (la Casa Real) a una determinada confesión (en España, siempre la Iglesia católico-romana). Evidentemente, la misma situación es aplicable a otras parecidas (aunque sea simbólica, ¿qué tiene que ver el hecho de ocupar el trono de Inglaterra con ser cabeza de la Iglesia anglicana?) Volviendo a nuestro país, entendemos que la Casa Real, sean sus miembros católicos, agnósticos, ortodoxos, o espiritualmente indiferentes, no deberían tener que pasar por las horcas caudinas de la adoración a una estatua para mantener su papel oficial y respetado, con el apoyo de su imagen rendida al catolicismo. Papel, que por otra parte no le viene dado de ninguna manera por la Iglesia de Roma, sino por la Constitución española. Y ahí está la clave de la situación. Seguimos funcionando en España con la base de los tiempos feudales del papado, cuando los reyes eran puestos (y depuestos) por el Pontífice romano de turno, habitualmente con criterios más bien terrenales. Vivimos con atavismos, no ya de la España preconstitucional, sino de la España que era más papista que el Papa. Ojalá que llegue el día en que en España la Casa Real sea de verdad libre para adorar o no una imagen católica, y que si lo hace (o deja de hacerlo) sea por sus valores y creencias personales, y no por la imposición de una tradición confesional forzosa, para lograr una estabilidad de la monarquía. Porque el día que la Casa Real no tenga que besar por imperativo moral los desgastados pies de la imagen idolatrada del Cristo de Medinaceli (o abrazar la talla del apóstol Santiago en nombre de todos los españoles) significará que España no es ya un país en el que la jerarquía católica marque las normas a la Constitución, y en eso ganamos todos (incluidos los propios creyentes católicos, aunque a algunos hoy les parezca lo contrario). Pueden ver a la Reina de España renovando la devoción de la Casa Real a la estatua del Cristo de Medinaceli pulsando AQUÍ (video de 1’4MB); o leer la noticia completa AQUÍ

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