Reseña de la Revista Sembradoras
Una reseña de la edición de 2016 de la Revista Sembradoras.
05 DE SEPTIEMBRE DE 2016 · 08:59
“Revista Sembradoras”,
Salamanca 2016, 80 páginas
Pinturas de portada e interiores, Miguel Elías
Así está escrito: “El sembrador salió a sembrar” (Mateo 13:3). “El sembrador es el que siembra la palabra” (Marcos 4:14).
Situémonos: Cristo se encuentra en su casa, o en una casa, en Capernaún. Sale. Monta en una barca. Manda remar en las aguas del lago, pero queda cerca de la orilla. Desde ese púlpito flotante refiere a la multitud una parábola alegorizante. Poco después explica a sus íntimos la finalidad primera de la parábola. Sembrador es todo aquél o toda aquella que siembra en los corazones la Palabra de Dios, purificadora de almas y transformadora de vidas.
Seguidores de Jesús continúan sembrando la Palabra del Maestro aún hoy, más de veinte siglos después. En estos días la orden no llega desde una barca. Hoy se siembra por internet, por teléfono, por radio, mediante libros, periódicos, revistas.
La siembra se está llevando a cabo en ciudades de los cinco continentes habitados: Europa, América, Asia, África, Oceanía. Aquí, en un rincón de Europa, lindando al sur, existe un antiguo país llamado España. Se acurruca como una novia enamorada junto a dos océanos, el Mediterráneo y el Atlántico. En el centro de esta España, en la línea que separaba los poblados de los antiguos vetones de los poblados vacceos, se encuentra Salamanca, voceada por el genial Víctor Hugo como “ciudad que descansa sonriendo sobre tres colinas, se duerme al son de las mandolinas y se despierta sobresaltada por los gritos de los estudiantes”. En un lugar de Salamanca conocido como Paseo de la Estación existe un coqueto edificio en el que se reúnen cristianos evangélicos pertenecientes a las Asambleas de Hermanos. Entre esos miembros figura un matrimonio de poetas, quiero decir, poetas los dos, Alfredo Pérez Alencart y Jacqueline Alencar. Ella, mata de trigo verde, es una infatigable sembradora de la semilla cristiana. Lo hace a diario en el entorno donde Dios la tenga viva y lo hace una vez al año por toda España por medio de una valiosa revista que titula así, “Sembradoras”.
Tengo ante mí el último número publicado. Está dedicado a Dietrich Bonhoeffer.
La directora de “Sembradoras” ha sabido reunir en este número a un grupo de hombres y mujeres que han colaborado con artículos que cautivan por su estilo y atraen por su cuidada documentación. Así lo hace constar Alencar en página editorial: “la pluma de varios escritores teje palabras que nos desvelan pinceladas sobre su vida y pensamiento, que mucho tienen que aportarnos en la actualidad”.
Inicia los ensayos el experto en enfermería Juan Carlos Nogal con un trabajo de cinco páginas encabezadas con el título “Pensar a Bonhoeffer hoy”. De estos, la mitad están dedicados a una breve pero muy sustanciosa biografía del teólogo. Nogal concluye su trabajo con palabras del propio biografiado. “¿Quién es Cristo hoy para nosotros? ¿Qué significa para el cristianismo la radical falta de religiosidad de los hombres? ¿Queda sitio para Dios?.
El conocido y aplaudido teólogo valenciano Eduardo Delás escribe ocho magníficas páginas sobre el compromiso de una fe disidente, como fue la de Bonhoeffer. Para Delás, “Bonhoeffer tendría que pasar a la historia como un teólogo de la realidad: La realidad de la Iglesia dentro de la realidad del mundo”.
Citando al teólogo Manfred Svensson apunta: “Los cristianos estamos acostumbrados a reconocer que Cristo es el único mediador entre Dios y los hombres. Bonhoeffer no cree que tal afirmación quede grande, sino más bien que queda corta: él confiesa que Cristo no es sólo mediador entre Dios y el hombre, sino entre un hombre y otro”.
Así se expresa Svensson, profesor de filosofía en la Universidad de los Andes (Chile).
Mi muy querido malagueño de apellido oriundo de Arabia, Javier Jándula, escribe “Dos notas sobre Dietrich Bonhoeffer”. En una de ella establece esta verdad, auténtica verdad, que tal vez no compartan los incondicionales del teólogo alemán: “Su obra teológica quedó sin cerrar, y lo que nos queda es, en su mayor parte, extraordinariamente complejo y difícil de explicar a quienes no están habituados a la dialéctica e interioridades de la ética contemporánea”.
Pregunto: ¿Tiene Jacqueline Alencar internet o correo directo con el Eterno? ¿Le mandó José María Martínez desde la Jerusalén celestial el artículo suyo que aparece en “Sembrandoras” con el título Bonhoeffer, 50 años después? Seis páginas dedica el grande, el sabio, el humilde, el literato, el pastor de pastores que poco tiempo atrás su alma subió peldaño a peldaño la gran escalera que une el cielo con la tierra. Elevando su mente y su pluma a alturas inexploradas, dice José María Martínez que “Bonhoeffer enfatizó el hecho de que en Cristo Dios ha acabado con la división del mundo en dos esferas: la secular y la sagrada. Todo queda bajo su autoridad. Su formación teológica chocaba frontalmente con la doctrina luterana de “los dos reinos”. Esto dejó escrito Martínez antes de su muerte a principio de este verano caluroso.
En el número de “Sembradoras” que estoy comentando no podía faltar la contribución de Alfredo Pérez Alencart, profesor del Derecho del Trabajo en la Universidad de Salamanca, a quien he definido en otras ocasiones como el más importante poeta y de mayor proyección internacional que tiene el protestantismo aquende y allende los mares. Dice un aforismo francés que la sociedad necesita poesía, como la noche precisa de las estrellas.
Alencart cree que la nutriente poesía de Bonhoeffer está por descubrirse. En siete páginas de la revista profundiza en los versos del teólogo alemán. Y cita palabras de él: “escribo en prosa y en verso hasta donde me alcanzan las fuerzas”.
Ignoro si los bautistas españoles han llegado a descubrir los grandes valores religiosos y seculares de Emmanuel Buch Camí. Este hombre, que trabaja en silencio, sin apetencias de cargos ni de títulos, viene realizando una labor pastoral extremadamente eficaz al servicio de las iglesias a las que ha servido y continúa sirviendo.
La directora de “Sembradoras”, especialista en entrevistar a personas más o menos destacadas, hace a Buch nueve preguntas, muy agudas, sobre la Gracia del Evangelio en la teología del pensador alemán. Autor de una biografía de Bonhoeffer, Buch cree que el teólogo alemán “advertía de la manipulación del concepto de la gracia y con frecuencia hacía mención de la “gracia cara” frente a la “gracia barata”.
Con la entrevista a Emmanuel Buch finalizan las 39 páginas de “Sembradoras” dedicadas a Dietrich Bonhoeffer. Pero siguen artículos y ensayos escritos por autores de primera línea en este nuestro protestantismo español.
Pablo Martínez, a quien daría uno de mis ojos si me lo pidiera, discurre sobre un tema que personalmente me apasiona: Fe y cultura.
Antonio Cruz, a quien daría mi otro ojo, autor de importantes libros sobre bioética, expone un tema por el que siente especial predilección: Ciencia y Fe.
Ahora, mi querido Jándula escribe a duo con su esposa Noa un ensayo que titulan Creados para crear.
Tocando un tema más devocional, más de vida cristiana, Carmen Arenas titula su colaboración “Vidas con fruto”. Carmen es graduada en la Facultad de Teología IBSTE y ejerce el ministerio cristiano junto a su esposo en Puertollano (Ciudad Real).
A “Sembradoras” le faltaría algo sin la contribución de Samuel Escobar, el teólogo y catedrático en misiones que Perú nos ha regalado además de Pérez Alencart. Lo he admirado desde que lo conocí en Lima hace muchos, muchos años. Escobar escribe sobre “la teología misional en el siglo 21”. ¡Qué belleza de artículo!
Impresionante el trabajo de Javier Martínez Rodríguez, Coordinador de la Subcomisión para la Infancia de la Alianza Evangélica. Un tema vivo en España y resto del mundo: “Abuso espiritual e Infancia, un tema doloroso e incómodo” y tanto, como respondería un nacido en Cataluña.
Otros tres escritores, de cuyos trabajos no puedo extenderme y pido disculpas, cierran las colaboraciones a este número de “Sembradoras”. Eliseo Casal trata de la Educación teológica en la revista “Alétheia”. Jacqueline Alencar vuelve a Bonhoeffer con un artículo sobre la resistencia y sumisión del héroe y las cartas y apuntes que redactó estando en la cárcel. A Stuart Park le debemos una detallada crónica sobre el último Encuentro Cristiano de Literatura. Otras crónicas, sin firmas, informan del retiro de mujeres en Toral de los Guzmanes y de la Presentación en Salamanca del “Comentario Expositivo del Nuevo Testamento”.
La página 80, última de la revista, incluye una galería de fotos de miembros de la Iglesia que publica “Sembradoras”. En las tres anteriores, 76 a 79, figuran cuatro preciosos poemas escritos por Isabel Pavón (Dios la guarde y la premie), Olga Moros García, Beatriz Garrido Saco y Gloria Sánchez.
“El sembrador salió a sembrar”.
Usted puede sembrar por medio de esta magnífica revista que puede obtenerla con un donativo de sólo cinco euros. Reserve desde ahora diez ejemplares en una inversión de nada, cincuenta euros, y regálelos a miembros de su Iglesia.
Si decide hacerlo escriba a la directora: Jacqueline Alencar, calle Abastos 7, portal 6, 1º B, 37008-Salamanca. Teléfono 923-192349.
Publicado en: PROTESTANTE DIGITAL - El punto en la palabra - Reseña de la Revista Sembradoras