Irene Foulkes (1932-2016), maestra de Biblia y exégesis
Su larguísima trayectoria como profesora, misionera y pastora en Costa Rica, al lado de su esposo Ricardo marcó a muchísimas generaciones de estudiantes
22 DE ABRIL DE 2016 · 11:30
Sentimos una necesidad urgente de trabajar más con el estudio y la interpretación de la Biblia. Queremos ayudar a que su mensaje contribuya no al sometimiento de la mujer sino a su promoción. ¿Qué es lo que queremos? ¡Qué las mujeres florezcan! Y con ellas, todo su entorno.1 I.F.
La mañana del viernes 15 de abril falleció la doctora Irene Foulkes luego de pasar algunos meses postrada. El funeral se llevó a cabo el domingo 17 en las instalaciones de la Universidad Bíblica Latinoamericana (institución en la que trabajó la mayor parte de su vida), en Cedros de Montes de Oca, Costa Rica. Se trata de una enorme pérdida para el ambiente eclesial latinoamericano debido a sus magníficas aportaciones en el campo de la enseñanza de la exégesis y el idioma del Nuevo Testamento.
Su larguísima trayectoria como profesora, misionera y pastora en Costa Rica, al lado de su esposo Ricardo marcó a muchísimas generaciones de estudiantes que abrevaron profundamente en su sabiduría y en su gran capacidad docente, la cual estuvo a prueba en las diferentes etapas que vivió.
Quizá su mayor contribución consistió en hacer inteligibles, para el ambiente evangélico del subcontinente, los métodos hermenéuticos y exegéticos más avanzados en boga, además de que fue parte fundamental en los estudios bíblicos de género que permitieron ampliar el desarrollo de los ministerios femeninos en muchas iglesias.
En el número de homenaje que le dedicó la revista Vida y Pensamiento (que dirigió entre 1983 y 1990) en 2001, Jaime Prieto describe minuciosamente las cuatro fases en que puede dividirse su fecunda existencia: la primera, desde su niñez hasta la germinación de su vocación misionera y su formación universitaria; la segunda etapa, con sus primeras experiencias pastorales y docentes en el seno de la Misión Latinoamericana; la tercera, ubicada en el proceso de transformación que vivió el Seminario Bíblico Latinoamericano en la década de los setenta que le permitió continuar colaborando, a pesar de los ataques de que fue objeto esta institución por su nueva orientación ecuménica y liberadora, así como su actitud y reflexión ante las convulsiones revolucionarias que sacudieron a Centroamérica en los años ochenta; y, por último, sus labores al final del siglo pasado, todo ello enmarcado en su trabajo encaminado “al surgimiento de una hermenéutica bíblica y una práctica pastoral hecha a partir de la mujer latinoamericana”.1
Nacida en Chicago en 1932, estudió sociología en el Wheaton College, más tarde literatura bíblica, y luego de una sólida reflexión relacionada con la experiencia de servicio que vivió entre los ghettos de familias afrodescendientes en su ciudad, se vinculó a la Misión Latinoamericana, se trasladó a Costa Rica, ya casada, en 1955 para comenzar su tarea docente.
Su tesis de maestría la había dedicado a la exégesis católica sobre la Virgen María, tema muy controversial para la época. Desde entonces le surgió el deseo de hacer accesible a los estudiantes los materiales para el aprendizaje del griego, lo que la llevó, primero, a traducir algunos de los que había y, posteriormente, a elaborar material propio.
Ese esfuerzo la daría a conocer, con el paso del tiempo, por todo el mundo evangélico de habla hispana, gracias a las varias reediciones de los tres volúmenes de El griego del Nuevo Testamento. Texto programado, fruto de 15 años de experiencia, publicado por primera vez en 1973 (editorial Caribe) y que ha reaparecido en una edición definitiva en España (CLIE-SEUT).
Otras de sus grandes producciones fueron el Diccionario conciso griego-español del Nuevo Testamento que, junto con su joven discípula Elsa Tamez, preparó para la edición crítica de las Sociedades Bíblicas Unidas y Caribe (1975), así como las 40 entradas para el Diccionario ilustrado de la Biblia (Caribe, 1974), coordinado por Wilton M. Nelson. Como se ve, los años 70 fueron de un frenético trabajo docente y escritural. Entre julio de 1983 y julio 1984, durante un periodo de estudios pos-doctorales realizado en el Instituto Pontificio Bíblico de Roma, hizo una investigación sobre “El Reino de Dios y Pablo”, donde trabajó la temática de los principados y las potestades.
Según sus palabras, en esa investigación trató “de analizar cómo Pablo relee estos conceptos para incorporarlos en su teología de la redención y de la misión de los creyentes en medio de un mundo hostil a los planes de Dios, donde las estructuras, las instituciones y las personas se convierten en instrumentos del mal y de la muerte”.2 Como resultado de ese estudio redactó un módulo para estudiantes de diversos niveles, para luego dar a conocer otro más, Traducción bíblica y comunicación popular
En 1984 fue pionera de los estudios sobre la mujer al publicar el módulo sobre pastoral de la mujer, producto de cursos que dictó desde cuatro años atrás con Tamez bajo el título “La mujer en el pensamiento bíblico”, uno de los primeros materiales latinoamericanos que asumieron esta pastoral tan específica. El recuento completo de sus publicaciones rebasaría el espacio disponible aquí, pero valga destacar que al revisar la lista que claro su constante empeño en la práctica y la divulgación de los métodos cada vez más contextuales de interpretación bíblica.3
Prieto resume muy bien lo acontecido durante los años 80 y siguientes en el periplo vital de la doctora Foulkes: además de sus cursos presenciales, como también en varios países, en los que formó a cientos de alumnos, abordó principalmente las cartas a los Corintios y Colosenses, así como los temas de género desde la óptica bíblica, acompañó el trabajo pastoral de una congregación además de la Comisión de Vida y Ministerio de la Federación de Iglesias Evangélicas Costarricenses.
A nivel continental, fue miembro fundadora e integrante del comité de la Asociación de Teólogas y Pastoras de América Latina y el Caribe, desde 1990. Participó en la Junta Directiva de ALIET entre 1988 y 1992, y colaboración con el Consejo Mundial de Iglesias en su VII Asamblea celebrada en Canberra, Australia (1991), representó a Costa Rica en el Tercer Congreso latinoamericano de Evangelización (CLADE), en Quito (1992), y estuvo muy activa en el Segundo Encuentro de Profesoras de Teología de América Latina y el Caribe (Nicaragua, 2000), y en el encuentro de pastoras y líderes sobre misión y género en la IV Asamblea General del Consejo Latinoamericano de Iglesias (Barranquilla, Colombia, 2001).
Su comentario a la primera carta paulina a los Corintios (1996) culminó su trabajo pastoral, exegético, ecuménico y teológico. “El primer capítulo es un estudio profundo del contexto de Corinto y a lo largo de todo el comentario se abren continuamente recuadros para explicar el texto bíblico en su contexto histórico, económico y cultural. La alta crítica y el análisis estructural propio del método hermenéutico que Irene Foulkes desarrolló en sus investigaciones y en las clases de aula, está presente en todo el libro”.4
Se trata de un trabajo de alto calibre (432 pp.) aderezado con un imponente conjunto de excursus que complementan la exposición minuciosa del texto. Sobre el siempre complicado tema del cabello largo de las mujeres en los templos sus observaciones son imperdibles mediante una serie de interrogantes profundas que muestran una inmensa sensibilidad pastoral: “Las mujeres de nuestros países encuentran que su existencia es condicionada por una sociedad machista, con todo lo que esto implica para ellas de limitación y sujeción por un lado, y por otro, de prácticas manipuladoras que ellas mismas asumen como personas en desventaja. A menudo la enseñanza religiosa refuerza este patrón, al mismo tiempo que las iglesias parecen ofrecer la esperanza de encontrar otra manera de llevar las relaciones humanas”.
Sus interrogantes para las iglesias son conmovedoras y profundamente pastorales:
La pregunta para los exegetas y pastores es ésta: ¿nuestro trabajo con el texto bíblico contribuye o no a que esta esperanza se torne realidad? Las mujeres que han sido relegadas a un status secundario en la iglesia, ¿captarán el mensaje de respaldo que Pablo dio a las mujeres líderes de Corinto? O, lastimadas en su dignidad personal por relaciones familiares y sociales que las desvalorizan y explotan, ¿serán golpeadas también en la iglesia por una interpretación bíblica que da un apoyo implícito a esa situación y las condiciona para ser cómplices de su propia marginación?
El horizonte que traza no es el de la confrontación entre géneros, por el contrario, el de la convivencia respetuosa, edificante y empoderadora, como se diría hoy:
En contraste con experiencias de este último tipo, demasiado comunes, la enseñanza bíblica en general y la interpretación de este texto en particular pueden potenciar a las mujeres al atribuirles una auténtica autoridad sobre su propia persona. Reconocida su propia integridad como personas, las mujeres podrán asumir un protagonismo responsable tanto en la iglesia como en la sociedad. También estarán en condición de responder compasiva y generosamente al desafío de ajustar algún aspecto de su conducta o su arreglo personal que provocara problemas para las personas fuera de la iglesia o aun para los hermanos débiles de la comunidad cristiana. Mujeres y hombres se sabrán creados por Dios para un compañerismo de mutualidad e interdependencia que les permitirá realizar en conjunto no sólo el culto sino todas las tareas de la vida.5
Finalmente, Ecce mulier fue el libro con que se le homenajeó en 2005 y en donde diversos colegas, ex alumnos y discípulos/as (Tamez, Thomas Hanks, Rebeca Montemayor, Juan Stam, Victorio Araya, Pablo Richard, Francisco Mena, Daniel Chiquete, entre tantos) le manifestaron su aprecio y el reconocimiento a su infatigable labor de promoción de una lectura y comprensión más consecuente de la Biblia dentro y fuera de los espacios eclesiásticos.
1 I. Foulkes, Iniciando caminos. Quito, Consejo Latinoamericano de Iglesias, 1997, cit. en cuarta de forros de Varios autores/as, Ecce mulier. Homenaje a Irene Foulkes. San José, Universidad Bíblica Latinoamericana, 2005.
1 J, Prieto Valladares, “Vocación y misión de Irene Foulkes en América Latina (1932-2001)”, en Vida y Pensamiento, vol. 21, núm. 1, primer semestre de 2001, p. 10, https://issuu.com/ubluniversidad/docs/vp21_1.
2 Ricardo e Irene Foulkes, “Memorándum, Asunto: Planes, año sabático”, dirigido al decano Saúl Trinidad, 20 de junio de 1983, en el archivo empastado Profesores C-G, San José, Costa Rica, SBL, 1968-1988, cit. por J. Prieto, op. cit., p. 18.
3 Una lista muy amplia de sus textos publicados se puede consultar en “Publicaciones y conferencias. Irene Foulkes”, en Varios autores/as, Ecce mulier, op. cit., pp. 439-445.
4 J. Prieto, op. cit., p. 21.
5 I. Foulkes, Problemas pastorales en Corinto. Comentario exegético-pastoral a 1 Corintios. San José, UBL-DEI, 1996, pp. 301-302.
Publicado en: PROTESTANTE DIGITAL - Ginebra viva - Irene Foulkes (1932-2016), maestra de Biblia y exégesis