El pez escorpión

La actitud ingenua de los pequeños peces, que se olvidan de la buena costumbre de huir prudentemente, me hace pensar en la vida cristiana.

10 DE MARZO DE 2016 · 20:20

Foto: Antonio Cruz.,
Foto: Antonio Cruz.

El pez escorpión (Pterois volitans), -también denominado vulgarmente pez león- aunque es originario de los arrecifes de coral del mar Rojo y el océano Índico, ha invadido otros mares muy alejados.

Desde la década de 1990 se le encuentra también en el mar Caribe y en las costas atlánticas de Estados Unidos.

Tomé esta imagen en los arrecifes de República Dominicana. ¿A qué se debe semejante expansión? En 1992, unos pocos ejemplares fueron liberados accidentalmente en aguas de Biscayne Bay (Florida) cuando el huracán Andrew destruyó un acuario próximo a la playa.

Desde entonces su propagación ha aumentado exponencialmente. Sus largas espinas dorsales y pectorales son venenosas. Aunque su función es sobre todo defensiva, la picadura accidental puede resultar muy dolorosa para los humanos.

Las demás especies de peces pequeños del Atlántico no reconocen al pez escorpión como un peligro potencial hasta que ya es demasiado tarde, mientras que sus posibles depredadores huyen aterrorizados después de comprobar la contundencia de sus espinas venenosas.

Lo cierto es que este animal está haciendo estragos en la fauna de los arrecifes. Por eso los ictiólogos y ecologistas lo capturan y persiguen tenazmente.

La actitud ingenua de los pequeños peces que se acostumbran a su presencia, subestiman el peligro del pez escorpión y se olvidan de la buena costumbre de huir prudentemente, me hace pensar en la vida cristiana.

En aquellas palabras de Pedro: “Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar” (1 Pe. 5:8). A veces, nos familiarizamos tanto con el mal, con el peligro de las malas conversaciones o con las actitudes negativas tan comunes en la sociedad, que equivocadamente nos parecen inocuas o poco peligrosas.

Sin embargo, el adversario -como el pez escorpión o león- sabe perfectamente lo que quiere de nosotros.

Publicado en: PROTESTANTE DIGITAL - Zoé - El pez escorpión