La búsqueda espiritual de Van Morrison: Poemas, oraciones y mantras (II)

Es evidente que el cristianismo de Van Morrison en esos momentos era algo cuando menos heterodoxo, empapado en tradiciones místicas orientales.

18 DE FEBRERO DE 2016 · 21:50

Van Morrisson. ,Van Morrisson
Van Morrisson.

En Inarticulate speech of the heart (1983) Van se halla bajo el influjo de otra corriente espitual controvertida, aunque más glamurosa: la Cienciología. Parece ser que fueron el multiinstrumentista escocés y miembro fundador de la Incredible String Band, Robin Williamson y el teclista Nicky Hopkins quienes lo introdujeron en el movimiento. El nombre de su fundador, L.Ron Hubbard (antiguo escritor de de ciencia ficción), se cita en la trasera de la carpeta de Inarticulate Speech of the heart (título que procede de una frase de Richard Wagner) tras un “special thanks” (agradecimiento especial).

Es difícil ahora mismo establecer hasta qué punto se involucró Van Morrison en la organización. Fuentes de esta reconocieron que recibió ayuda a domicilio por parte de un consejero, para ayudarle a “erradicar varios aspectos negativos” y para llevarlo a un estado mental que se denomina “limpio” en la jerga cienciológica. Dicen que finalizó lo que ellos llaman cuarto grado, que son aproximadamente tres cuartos del camino para estar “limpio”. Esto le ayudó a disfrutar de sus habilidades comunicativas, a llevar bien las frustraciones y a emprender nuevos retos sin problemas.

Todo esto no sabemos cuanto duró, porque su proverbial malhumor y su temperamento airado siguieron campando a sus anchas. También es cierto que no perseveró mucho...

Simplificar diciendo que Inarculate es música para meditación es algo que se puede hacer asumiendo que algunas simplificaciones dan en el blanco. El tema de la vuelta a casa, a las raíces (celtas) es el predominante en las letras.

Van ha declarado que durante esta época estuvo dedicándose a investigar las posibilidades de la música para influir en la mente humana, en las experiencias sensoriales e incluso en el estado físico (el ya mencionado poder sanador). Relató su primera experiencia de lo inefable escuchando a Mahalia Jackson como una voz “que llegaba a través del éter”. Sus investigaciones le llevaron a la lectura de libros como “Música: su influencia secreta a través de los tiempos” de Cyril Scott. Su concepción de la música como un poder transformador (“intentaba hacer meditación en el Fillmore East!”) le limpulsó a trabajar para conseguir que su público tuviese una experiencia espiritual.

En 1984 A sense of wonder es un album de continuación, aunque la carga new age ha sido aligerada. Menciones a Rimbaud, a William Blake... quiso publicar un poema musicado de Yeats pero se topó con sus herederos, quienes consideraron que Crazy Jane on God, con su verso “todas las cosas permanecen en Dios” sólo era abordable a través de la música clásica. En A new kind of man se presentaba la idea del advenimiento de un nuevo tipo de hombre tras superar el estadio previo.

Cuenta Steve Turner que Van visitó una “iglesia” en Hampshire donde un nativo norteamericano llamado Águila Blanca era reverenciado como “reconocido maestro”. También entró en contacto con la filosofía new age a través de Wrekin Trust, una organización que desde 1971 pretendía “despertar la visión de la naturaleza espiritual del hombre y el universo, y ayudar a que las personas se desarrollasen como vehículos para canalizar energías espirituales hacia la sociedad”. El interés de Van procedía de que uno de los dirigentes del Wrekin Trust había organizado conferencias con nombres como: “El poder de la música para transformar conciencias” y “Música, matemáticas y conciencia”. El caso es que Van acabó organizando su propio ciclo de conferencias bajo los auspicios del Wrekin Trust. Se llamó “El corazón secreto de la música”, tuvo lugar en la universidad de Loughborough e incluyó conferencias sobre “Música, magia y misticismo”, “El efecto de la música sobre las secreciones hormonales en las glándulas endocrinas” y “La música como Fuerza en el desarrollo espiritual”. Hubo actuaciones de Van y algunos colegas afines a la Cienciología. Es reseñable que algún destacado cienciólogo declaró que el interés de Van en el poder de la música corría paralelo a su negativa a aplicarlo a sí mismo. Probablemente, argumentaba, porque “como todos los artistas temía que afectara a su creatividad. ¿Qué voy a hacer sin mi neurosis?”

 

No guru, no method, no teacher.

No guru, no method, no teacher (1986) (Ningún gurú, ningún método, ningún maestro) es un título que contesta al extendido interés por averiguar de quién era discípulo el cantante. Publicado justo un año ante del ciclo de conferencias reseñado antes, parece tan pertinente la curiosidad generada como extraña la reacción de Van. A no ser que consideremos que sus pesquisas espirituales nunca comprometieron la autonomía de su pensamiento o la dirección del mismo. Estamos ante un disco que aborda el tema del regreso a los orígenes: a la infancia, a la que canta en Go to go back, a su Irlanda natal, en Irish Rover y Tir Na Nog y tal vez, y solo tal vez porque con VM nunca se sabe, al credo de sus primeros años en Into the garden. Canta en una estrofa de esta canción”y sentimos la presencia del Cristo/y me volví hacia ti y dije / ningún gurú, ningún método, ningún maestro/sólo tú y yo la naturaleza y el Padre, y el Hijo y el Espíritu Santo / en el jardín humedecido por la lluvia”.

Otra vez la naturaleza engarza con la noción de lo divino, aunque Van nombra además a la Trinidad. Para complicarlo aún más, el rechoncho irlandés se encargó de explicar que la canción está basada en cierta forma de meditación transcendental que en unos diez minutos proporciona al individuo un grado suficiente de paz. Paradójicamente la canción no llega a los seis minutos. La meditación y la contemplación también son citadas como generadoras de buen ánimo y de realización personal en la primera canción del album. En Foreign window se plantea un recorrido espiritual purificador siguiendo una especie de terapia autoimpuesta o lo que los místicos del siglo de Oro entendían por “vía punitiva”: “te espié desde un ventana extranjera / padeciendo el camino del sufrimiento” (...) llevabas tu carga / al palacio del Señor”, “te daban religión / partiendo el pan y bebiendo vino (...) cargabas con tus defectos / durmiendo en un camastro sobre el suelo / en el palacio del Señor”. Tras haber interpretado este tema durante una actuación junto a Dylan en el Partenón de Atenas, VM comentó que la letra se refería al incansable búsqueda musical del propio Dylan. En este caso, algunas de las frases tendrían que ver con la conversión del músico norteamericano y otras con sus comienzos (“cantabas sobre Rimbaud”).

En Poetic Champion Compose VM parece más ensimismado que nunca en sus caminos interiores.

No es fácil distinguir si el destinatario de las canciones de temática amorosa es una mujer o Dios, salvo Give me my rapture donde pide al Señor que cada día pueda alzar su espíritua hacia El y, por encima de tiempos difíciles, recibir la bendición de lo alto.

Van refleja un estado de ánimo optimista y relajado. En alguien como él, eso no es moco de pavo. La filosofía hace acto de presencia en las letras. Dedica una canción a Alan Watts, autor e investigador en los campos de la teología y la religón comparada, que ayudó a popularizar el budismo y otras filosofías asiáticas. Van cita explícitamente su último libro así como una frase de Robert Burns que inmortalizó Steinbeck: “I'm tired of mice and men” (“Estoy cansado de ratones y hombres”). También alude a un galimatías del filósofo R. Steiner: “pensar con el corazón y sentir con la mente”.

La única canción no compuesta por Morrison fue la canción tradicional «Sometimes I feel like a motherless child», acerca de la búsqueda del Reino de Dios. Por su parte la citada Give me my rapture y Did ye get healed? (en la que se muestra exaltado por su inmersión en lo espiritual) constituyen declaraciones poderosas y optimistas de las profundas prioridades espirituales en su música.

Es interesante notar, como hace Steve Turner recogiendo unas palabras de Bill Flanagan, editor de la revista Musician, que Van rara vez ofrece señales de arrepentimiento o reconoce que Dios pueda demandar de él algo en contrapartida a Sus bendiciones.

Es evidente que el cristianismo de Van Morrison en esos momentos era algo cuando menos heterodoxo, empapado en tradiciones místicas orientales.

En un pico de plenitud artística, tras haber enlazado un puñado de albumes excepcionales, Van decide grabar un disco con The Chieftains, el mítico grupo de folk irlandés. En Irish heartbeat ocho de las diez canciones son temas tradicionales, como si quisiese zanjar una deuda con sus raíces, por otra parte siempre presentes en su obra.

 

Avalon Sunset.

Conviene hacer un punto y aparte para analizar una canción del siguiente album de Van, Avalon sunset (1989). Se titula Whener God shines his light (“Cuando Dios hace brillar su luz”) y la letra es una confesión de fe en Dios que no se la salta ni el más acérrimo de los escépticos. No solo explicita una firme confianza en El, sino que confiesa su poder para sanar física y anímicamente además de ser un refugio en los momentos más complicados de la vida. Firmada por el autor irlandés y publicada como single, la canción fue recogida posteriormente en dos albumes de grandes éxitos. El cantante cristiano Cliff Richard (se había convertido en 1966) canta junto a Van. Fue una sugerencia que hizo el manager de este medio en broma y sobre de que incluso pero que finalmente salió adelante. Y Van nunca fue un tipo amigo de grabar sus temas con grandes figuras. Por no ser, nunca ha sido un tipo medianamente sociable.

Este disco es una obra confesionalmente a la altura de los tres primeros albumes cristianos de Dylan. La música transmite paz y alegría como en ningún otro disco del irlandés.

Algunos de los músicos con los que Van estaba en contacto en aquella época eran cristianos y un viejo amigo de Belfast, Herbie Armstrong, había nacido de nuevo y asistía a una iglesia pentecostal en Notting Hill Gate. Herbie esperaba acercar a Van a su nuevo camino aunque “desde luego sabía del Señor mucho antes que yo”. Bill Dunn, otro amigo también de Belfast, se había convertido en pastor de una iglesia Elim y charló con VM poco después de salir este disco y, aún reservándose el contenido de la conversación (pobre de él si Van se enteraba de que había contado algo) dejó claro que el genial músico no había experimentado un proceso de conversión.

En una de sus escasas entrevistas, en Febrero de 2006 y para la prestigiosa revista musical Uncut, Van niega que Whenever God fuese una prueba de una supuesta conversión al cristianismo.Y para explicarlo mejor remite a otra letra del mismo disco When will I ever learn to live in God ? (¿Cuándo aprenderé a vivir en Dios?). El título lo dice todo y termina un estribillo que anuncia antes “El me da todo lo que necesito y más”.

La balada Have I told you lately? es otro ejemplo de canción enigmática en el sentido de que su destinatario puede ser tanto un ser humano como la Divinidad. Su primera estrofa dice: “¿Te he dicho últimamente que te amo? / ¿Te he dicho que no hay nadie por encima de ti? / llenar mi corazón de alegría / quitar mi tristeza / aliviar mis problemas / eso es lo que haces “

Van volvería a grabar esta canción con The Chieftains en 1995 para The long black veil obteniendo un grammy a la mejor colaboración vocal pop.

 

Publicado en: PROTESTANTE DIGITAL - Preferiría no hacerlo - La búsqueda espiritual de Van Morrison: Poemas, oraciones y mantras (II)