Bajo tierra con papá

Justo debajo de mi taller de Cómics hay un sótano lleno de tierra (¡en algunos sitios hasta el techo!). Cavo allí poniendo todo mi empeño con la ayuda de picos, palas y carretillas. La idea es hacer de él un local de música.

30 DE OCTUBRE DE 2014 · 22:45

Brouette, de Alain Auderset.,Auderset
Brouette, de Alain Auderset.

Misión 1 posible

Justo debajo de mi taller de Cómics hay un sótano lleno de tierra (¡en algunos sitios hasta el techo!).

Cavo allí poniendo todo mi empeño con la ayuda de picos, palas y carretillas. La idea es hacer de él un local de música.

Esto a veces me hace pensar en la inmensidad de la tarea que trato de hacer cuando intento alcanzar a “Señor Todo el Mundo” con el Evangelio a través de mis  cómics (o la de dar testimonio en el canal CNN de Estados Unidos o convertirme en el amigo del emperador de China o, más difícil todavía, conseguir explicar a mi mujer la utilidad de un partido de fútbol).

Fidelidad de todos los días

Para ser sincero, no adelanto mucho, pero cavo fielmente cada día durante una hora: ¡Lo voy a conseguir! Paradójicamente, incluso me alegro de esos momentos de sudor porque escucho la Biblia en MP3; son momentos privilegiados de intimidad con mi Padre que está en el cielo… (Por “Padre” entiendo: Dios, porque mi padre “terrestre” todavía no sabe volar).

El pequeño obrero

El otro día, mi pequeño Benjamín  -acaba de cumplir ocho años – decidió firmemente que me iba a ayudar.  ¡Ese pequeño hombrecito está tan motivado a trabajar y a conversar  conmigo! También nos dedicamos a hacer una carrera de carretillas (¡él siempre gana!)

Benjamín es la felicidad concentrada.

¿Demasiado pequeño?

¡Una sola pala de papá bien llena basta para hacer desbordar su pequeña carretilla de madera!

En un momento, se detiene y observa que en mi carretilla yo meto mucho más que en la suya. Intenta (para impresionarme) llevar la mía y, tras un colosal esfuerzo, lo único que consigue es hacerla caer.

Mi pequeño hombrecito ahora parece desolado:

-¡Oh! ¡Papá! Lo que hago no sirve de nada, mi carretilla es tan pequeña… nunca conseguiremos terminar…

Me paro, me agacho a su altura y lo miro con toda mi ternura:

-Benjamín, para mí lo importante no es terminar este trabajo lo antes posible… para mí lo importante es hacerlo contigo.

Lo que le gusta a Papá es estar contigo.

Publicado en: PROTESTANTE DIGITAL - Cita con Dios - Bajo tierra con papá