Francisco de Enzinas, el Lutero de Burgos

En el 500º Aniversario de la Reforma protestante, Burgos se vuelca en el recuerdo de Francisco de Enzinas. Miguel Ángel Vieira explica la vida de película del primer traductor del Nuevo Testamento al castellano.

Daniel Hofkamp

BURGOS · 31 DE OCTUBRE DE 2017 · 12:47

Un facsímil del Nuevo Testamento de Francisco de Enzinas. / Marina Acuña,francisco de enzinas
Un facsímil del Nuevo Testamento de Francisco de Enzinas. / Marina Acuña

Lutero, Calvino o incluso Zuinglio son nombres reconocidos en la historia de la reforma protestante que se inició hace 500 años en Europa. Sin embargo, no tantos conocen a los “Luteros” españoles, personas que, al igual que el monje agustino alemán, tomaron contacto con las Escrituras y se apasionaron hasta el punto de dar su vida por poder llevar ese mensaje a todos.

Aunque poco conocida, la labor de estos reformadores españoles fue relevante, no solo en su tiempo, sino que su huella sigue siendo visible en el presente. Una de las figuras destacables fue la de Francisco de Enzinas, el primer traductor del Nuevo Testamento al castellano desde los textos griegos.

La ciudad donde nació, Burgos, se está volcando este año en recuperar su memoria. Entidades públicas y privadas están apoyando una serie de actividades que van desde publicaciones de libros, conferencias, exposiciones, congresos universitarios, y hasta una obra teatral que se estrenará próximamente.

 

Miguel Ángel Vieira, presidente de la Asociación Cultural Francisco de Enzinas.

Miguel Ángel Vieira, presidente de la asociación cultural que lleva el nombre del reformador burgalés, explica a Protestante Digital aspectos de la vida de Francisco de Enzinas y su legado.

 

P. ¿Quién fue Francisco de Enzinas?

R. Fue un burgalés que nació en 1518 y murió muy joven, a los 34 años, en 1552 en Estrasburgo víctima de la peste. Si es relevante su figura es porque fue un gran humanista, que desarrolló su carrera fuera de España por razones evidentes en aquel tiempo. Era hijo de gente importante de la ciudad, de comerciantes de la lana, en un momento de gran esplendor de la ciudad de Burgos. Muchos de los comerciantes burgaleses tenían negocios en Flandes, que era territorio español en aquel tiempo. 

Francisco de Enzinas es uno de los hijos de familias ricas burgalesas que es enviado por sus padres junto a su hermano a estudiar fuera y a crecer en el negocio y en las humanidades. Él encuentra un nuevo pensamiento, y será muy relevante para nosotros, porque será el primer traductor del Nuevo Testamento al castellano desde el original griego.

 

P. ¿Es en esa etapa de estudios cuando recibe la influencia protestante?

R. Sí, el primero se formó en una universidad de referencia católica, como era la Universidad de Lovaina. Probablemente Francisco, por cuestiones familiares y su posición en Burgos, tenía una formación joven. Salió con 14 años, volvió con 17, y probablemente ya tenía influencia de parientes suyos, como Pedro de Lerma, el cancelario de la Universidad de Alcalá de Henares, alguien importante en el núcleo de personas que alrededor de Cisneros se juntaron para realizar la Políglota en Alcalá. Al parecer era pariente de Francisco de Enzinas y tenía una relación fluida. Pero finalmente, con muchos otros jóvenes en Lovaina, descubre en los escritos de los reformadores, sobre todo en Melanchton, un nuevo enfoque a sus intereses y a la religiosidad de aquel tiempo, y por allí empezó a profundizar.

 

P. ¿Cómo realizó Francisco de Enzinas esta traducción del Nuevo Testamento?

R. Probablemente la inició en su etapa juvenil, que es la menos estudiada de la figura de Francisco de Enzinas. Esperamos que en el próximo Congreso sobre su figura que celebraremos en Burgos a finales de noviembre aporten nuevos datos. Pero es evidente de que cuando va a Alemania, se hace alumno de Melanchton, el brazo derecho de Lutero, aparte de que él le anime a hacer este trabajo para sus compatriotas españoles, al parecer Francisco de Enzinas ya llevaba avanzado parte del temario. Él tenía un interés, una vocación, en paralelo a otros que conoció en su entorno en la etapa de estudios, y que serían también reformadores de relevancia en otros lugares de Europa.

 

P. ¿Cómo continuó la vida de Enzinas en estos años tan convulsos?

R. Enzinas tenía dos pasiones, la palabra como elemento cultural, y la Palabra como sagrada Escritura. Cuando se leen sus cartas, sus memorias, esa pasión desbordante es lo que le impulsó. Abandonó los negocios, el mercadeo de la lana, e incluso tuvo grandes desavenencias con su familia, que era muy católica. Cuando Francisco de Enzinas se alineó con posiciones luteranas, sin asimilarse a una corriente específica, el alejamiento familiar fue enorme. Además fue testigo del sufrimiento que personas muy cercanas estaban teniendo por su fe. Su hermano, Diego de Enzinas, que se hizo protestante, murió en un auto de fe en Roma, estando Francisco vivo. Otro de sus compañeros de milicia, Francisco de San Román, murió en Valladolid en 1542, mucho antes de los autos de fe conocidos que se cuentan en la novela de Delibes. Así que la situación de Francisco de Enzinas se fue oscureciendo. Tuvo que huir, y llegó a Cambrigde, donde fue profesor.

Muchas de las cosas que hizo en su vida no fueron por elección, sino por persecución. Fundó una familia y tuvo dos hijas, que también pasaron penurias. Su mujer murió poco después de fallecer él, también por la peste y las hijas quedaron al amparo de la familia que tenía su esposa en Estrasburgo. Pero las tensiones continuaron, de hecho la madrastra de Enzinas, desde Burgos litigó durante siete años para “recuperar” la custodia las niñas, con la intención de formarlas en el catolicismo, pero no lo consiguió.

Así que vivió apenas 34 años, pero en esa vida breve, su labor como profesor, traductor y difusor de la Biblia fue inmensa.

 

P. ¿Este Nuevo Testamento traducido por Francisco de Enzinas es utilizado luego por Casiodoro de Reina y Cipriano de Valera en su traducción?

R. Técnicamente es un poco distinto. Pero cronológicamente, sin ninguna duda el primer apunte que tenemos sobre el Nuevo Testamento traducido completo en castellano es de Francisco de Enzinas, publicado en Amberes en 1543. Este Nuevo Testamento, Francisco de Enzinas lo presenta ante Carlos V.  El emperador le pregunta si él lo ha escrito, y a ello responde que no, que ha sido escrito por los santos varones de Dios inspirados por el Espíritu Santo. A lo que Carlos le pregunta por qué lo ha hecho en castellano, y Francisco de Enzinas explica que en castellano no estaba, mientras que en otras lenguas sí lo tenían. La deriva de este hecho se complicó y Francisco de Enzinas acabó en la cárcel. Pero por su epistolario, que está muy bien conservado, parece que tuvo una traducción de todas las Sagradas Escrituras que se perdió a causa de su fallecimiento por la peste. En las últimas cartas que Francisco de Enzinas escribe, dirigidas a Calvino, le pide ayuda porque quiere ir a Ginebra, dado que en Estrasburgo él no encontraba facilidades para poder hacer esta impresión. Al poco de esta carta, Enzinas ya ha fallecido.

 

P. ¿Cómo llega, entonces, este Nuevo Testamento a Casiodoro de Reina?

R. Es a través de Juan Pérez de Pineda, que hizo un acercamiento muy ligero al Nuevo Testamento de Francisco de Enzinas al que Casiodoro de Reina tuvo acceso. Cuando Casiodoro no da a basto para finalizar la obra, porque el impresor le pide los legajos, toma a través de la adaptación de Pérez de Pineda este texto. Desde la carta de Santiago hasta Apocalipsis, podemos decir que la Reina-Valera, en su versión más clásica, viene de una traducción en la que los libros del Nuevo Testamento salen de la mano de Francisco de Enzinas.

 

P. Aunque Francisco de Enzinas es una figura bastante desconocida, este año estáis haciendo un esfuerzo por darlo a conocer en Burgos, su tierra natal.

R. Nosotros como entidad cultural, teniendo en cuenta este 500º Aniversario de la Reforma, pensamos que podíamos hacer confluir dos proyectos. Por una parte contar la historia de la Reforma en España, lo que pudo ser y no fue porque fue amputada, y que tenemos un personaje importante y aprovechar ambos marcos. Desde hace dos años hemos diseñado un programa que se ha presentado a autoridades públicas y entidades privadas. Por ejemplo, el presidente de la Junta de Castilla y León nos ha dado su apoyo en estas actividades. Dentro de todos los actos, los cuales el fuerte llegarán en noviembre y diciembre. Sobre todo destaco el Congreso Internacional sobre Francisco de Enzinas que organiza la Universidad de Burgos, los días 29 de noviembre al 1 de diciembre, y alrededor del Congreso, muchos actos complementarios que se sitúan en la órbita del Congreso.

 

P. ¿La historia de los reformadores en España es algo aún por contar?

R. No ha sido muy contada, y cuando se ha contado a veces ha sido de forma sesgada. Pero ahora sí que hay mucho más conocimiento de lo que pudo ser en aquel tiempo. Soy partidario de los que piensan que aquello no fue tan minoritario como a veces se ha escrito. Es evidente que los autos de fe de Sevilla y Valladolid fueron fundamentales para ese corte abrupto. Pero hubo una espiritualidad evangélica, y en esto estoy en la tesis que plantea Manuel de León, que siempre reivindica esta espritualidad evangélica española propia, que quedó cortada, pero que no por ello fue menor. Nosotros hemos encontrado que este burgalés ahora encuentra eco en todas las instituciones públicas de la ciudad, en entidades privadas relacionadas con la cultura, y puedo decir que hasta la Facultad de Teología se ha sumado, con un acto que versará sobre las traducciones católicas y protestantes de la Biblia.

 

P. También se acaba de inaugurar una exposición.

R. Sí, se ha inaugurado este mes de octubre y estará abierta hasta febrero de 2018, por lo que entrará de lleno en la conmemoración del nacimiento de Enzinas. Se ha puesto en marcha con un esfuerzo de la Junta de Castilla y León en el Museo de Burgos, un edificio emblemático y de los pocos edificios que se mantienen desde la época de la Reforma. La exposición se titula “Francisco de Enzinas: pasión por la Palabra”.

 

Programa de la exposición en el Museo de Burgos dedicada a Francisco de Enzinas.

P. ¿Qué lecciones podemos extraer de la vida de Francisco de Enzinas para nosotros hoy?

R. Yo soy un enamorado de la figura de Francisco de Enzinas. Cuando me he empapado de su vida y obra, he visto al Pablo de Hechos de los Apóstoles: un hombre con una convicción profunda, que toma decisiones que sabe que van a cortar con su sostenimiento económico, con sus relaciones familiares, que le tachará para siempre… Su familia en Burgos tuvo que poner mucho dinero en la hucha de Carlos V para compensar esta mancha que suponía el hecho de tener un protestante en la familia. Esto lo vivió Enzinas y lo sufrió.

Para Francisco de Enzinas, lo sagrado y lo profano no estaban separados. Para él la palabra era la gran cultura. Las Sagrades Escrituras eran la cultura del reino, la palabra por la que él se movía y la que le llevó a tomar todas sus decisiones.

 

P. ¿Qué más destacarías del programa de conmemoraciones?

R. Aparte de las exposiciones y el Congreso, se estrenará el 1 y 2 de diciembre un montaje teatral llamado “Memoria de Cenizas: un hereje en la corte de Carlos V”. Me parece relevante que se haya llevado a cabo este proyecto cultural, ya que aquellos que acudan al Congreso o a las actividades programadas, no solo podrán conocer al personaje y su obra desde una perspectiva intelectual, sino también verlo con toda su vitalidad, sus pasiones, sentimientos y emociones. Se presentará en el Forum Evolución de Burgos.

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