Robert Winter, maestro internacional de arteterapia, una vida en misión humanitaria

Investigador, profesor universitario, destacado psicólogo arteterapeuta; es sobre todo un hombre que ama a Dios y que ve su trabajo como una misión humanitaria en cárceles, refugios para personas sin techo, o ayuda a ancianos y mujeres abusadas.

CAROLINA DEL NORTE · 22 DE SEPTIEMBRE DE 2012 · 22:00

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Arteterapia en África (2012)

“Ser cristiano afecta mi visión del mundo y, por lo tanto, mi trabajo profesional”, expresa el arteterapeuta Robert Winter desde su oficina en la Universidad de Lenoir-Rhyne, Carolina del Norte (Estados Unidos) donde es Profesor Titular y Jefe del Programa de Arteterapia que él mismo creara en 1996. El Dr Winter es un investigador reconocido internacionalmente. “A donde vaya me presento como un cristiano y nunca he tenido problema por ello. Al contrario, muchas veces ha sido una manera de conocer personas con conflictos, y poder ayudarlas”. Su profesión lo ha traído varias veces a España para dictar cursos o seminarios. En una de estas ocasiones le hicieron una larga entrevista que está colgada en varios sitios web. “Ese reportaje motivó que me invitaran a ser asesor de la Sociedad Caribeña de Alzheimer”, explica. SERVICIO HUMANITARIO Winter considera que la suya es “una profesión de servicio humanitario”. En el ejercicio de la misma utiliza las repuestas del paciente, es decir, imágenes que vienen del subconsciente. “Esta terapia se utiliza con pacientes incapacitados para expresarse verbalmente o que no quieren hacerlo”, apunta. La arteterapia reconoce que hay comportamientos que son idénticos en todos los seres humanos, a pesar de diferencias sociales o políticas, históricas o tecnológicas. “Estudiamos comportamientos que generan imágenes que se plasman en la mente. Por ejemplo, si consideramos la imagen de una persona, ésta tiene la cabeza, un tronco, dos piernas, dos brazos, dos manos; tiene una simetría bilateral que define el cuerpo humano. Eso no varía aun en representaciones gráficas que pueden ir a la edad de las cavernas. En España, por ejemplo, podemos retrotraernos a las pinturas de las Cuevas de Altamira”. El lenguaje simbólico expresivo es un lenguaje que representa pensamientos, ideas. “Entonces, si sabemos que este pensamiento es universalmente similar –si no idéntico- cuando hay distorsión de ese lenguaje podemos definir que los símbolos distorsionados representan una perturbación. Cuando la percepción se ve cambiada, hay una crisis”, señala el terapeuta. A continuación expresa que el impedimento para la resolución de una crisis generalmente es que “no hay un conocimiento del porqué de las cosas”. El paciente mismo tiene la respuesta. “Por medio de la repetición progresiva de ciertos símbolos y la compensación de otros, subconscientemente el paciente se da cuenta de que hay una lógica quebrantada. Cuando la lógica comienza a ser racional hay una resolución del conflicto". DIBUJAR Y EXPRESAR Ya que el arteterapia es una profesión de servicio humanitario, es aplicable a diferentes etapas de la vida. “Puede aplicarse desde la niñez hasta la adultez y aun con pacientes octogenarios; con esquizofrénicos, paranoides, algunos que sufren demencia de tipo Alzheimer…”. Pero no se circunscribe a determinadas patologías: “Trabajamos con gente que no está sufriendo ningún tipo de desorden emocional, como personas en crisis transitorias, como podría ser la pérdida de un ser querido”, señala Winter. (Puede ver aquí un video que expone las bases de la arteterapia). Esta terapia no es una panacea que crea de forma mágica la curación. El Dr Winter aclara que se utiliza en conjunto con otro tipo de terapias y con referencia al marco médico. Si bien utiliza conceptos no verbales porque está basada en las imágenes del subconsciente, “no quiere decir que no haya ningún tipo de expresión verbal. A veces el paciente puede expresarse verbalmente pero ocultar la verdad de lo que sucede en la mente, entonces nos preocupa más bien ´lo que no dicen´ y lo que dicen los esquemas que se presentan a través de los dibujos y las pinturas”. Durante las dos o tres primeras semanas de tratamiento no se utiliza ningún tema en especial, el paciente dibuja lo que quiere. Robert Winter destaca que es muy importante establecer una buena conexión entre el terapeuta y el paciente. “La conexión es casi automática por la disposición, la forma en que uno trata al paciente, respetándolo, invitándolo a sentarse antes de que uno se siente, sin darle directivas sino invitándolo a colaborar con nosotros”. Los dibujos o proyecciones de esas primeras semanas brindan información al terapeuta. “Vemos cuáles son las inhibiciones, las localizaciones del plano, el tipo de trazo…”. Al cabo de cuatro o cinco meses con dos sesiones semanales ya se ven resultados favorables. “La terapia no debe abandonarse hasta por lo menos un año; después de ese tiempo puede haber un control menos asiduo. Generalmente es el paciente el que requiere una extensión”. ARTETERAPIA EN LA TERCERA EDAD Llegar a la edad adulta puede resultar traumático. La persona ha trabajado toda su vida para tener un hogar, tener hijos, tener una casa… Ahora la casa está pagada y llega el momento en que todo lo logrado se desvanece ante la posibilidad de ir a vivir a una institución. “Esto crea un problema emocional muy grave. De la noche al día estas personas se sienten desposeídas. Al ser enviadas a una institución dejan de tener poder de decisión, otros deciden por ellos. Sienten que la vida se ha descontrolado. Es un trauma emocional muy fuerte”, explica Winter. Este es el momento en que el arte terapia interviene para colaborar con el proceso de adaptación a una nueva realidad. “La realidad no depende de las cosas que tenemos sino que depende del contentamiento de lo que somos. Es uno de los planteamientos existenciales más difíciles para el ser humano. Yo puedo estar contento durmiendo en la playa o durmiendo en la cama de un hotel cinco estrellas. La posesión y la desposesión es el problema más grave en la tercera edad. Hay que ayudarles en esa transición para llegar al contentamiento” explica. En el tratamiento de demencias seniles de tipo Alzheimer es efectivo en etapas tempranas y medias moderadas de la enfermedad. “Se trata de darle al paciente una suerte de conexiones con otras etapas de la vida para crear una especie de meseta emocional o impedir que las emociones caigan en un abismo. No es a la enfermedad misma que se está tratando sino al aspecto emocional del paciente y su calidad de vida. Uno de los mayores problemas que tiene el paciente es sentirse minimizado por la falta de control y el poder proyectarse en el dibujo o la pintura le da inmediatamente un sentido de control sobre el entorno”. PUERTAS QUE DIOS ABRE Robert Winter ha viajado mucho en los últimos años. Ha sido profesor invitado en la Universidad de Sevilla, la Université París Sorbonne, la Université Européenne de París, y más recientemente, a través de la Universidad de Málaga, en el Centro Neuropsiquiátrico de las Hermanas Hospitalarias. “Yo no tengo que hacer ninguna propaganda, me llaman de un lado y de otro para dar seminarios. Todo esto es gracia de Dios. Tal vez su obra no se hace clara al comienzo, pero se va haciendo clara cuando uno es obediente. Si Dios tiene un plan para utilizarnos con lo que él nos ha equipado, él abre caminos”, expresa. A comienzos de octubre pasará unos días en el Holiday Inn Resort de Aruba, en las Antillas Menores, un sitio de hermosas playas de arena blanca. No irá de turismo sino para disertar sobre Arteterapia respondiendo a una invitación de la Fundación Alzheimer de ese pequeño país caribeño en el que sus habitantes tienen ciudadanía holandesa. Recientemente ha estado en Sudáfrica junto a su hija, que también es psicóloga, “pudimos trabajar en el Valle de Sekororo con gente que no tiene ninguna posibilidad de acceder a servicios de salud. Lo hicimos con una Misión cristiana y Foundation for Hospital Art”, expresa con satisfacción. Esta no ha sido la única ocasión en que ha brindado servicio en relación a la obra misionera. “Hay varias y múltiples oportunidades”, asegura Winter. Como ejemplos de oportunidades de servicio menciona la ‘respuesta inmediata’ luego de catástrofes como huracanes, terremotos, etc. También en el tratamiento de trastorno de estrés postraumático (PSTD por sus siglas en inglés), esquizofrenia, trastornos de personalidad, tanto en niños como adolescentes y mayores. Menciona además el tratamiento de parejas en conflicto, tratamiento de pacientes con enfermedad de Alzheimer, entre otros. En cuanto a los sitios para brindar apoyo con arteterapia menciona “tratamiento de personas en las cárceles, refugios para personas sin techo, refugios para mujeres abusadas, etc. Gracias al Señor he podido ayudar en casi todas estas áreas. Lo sigo haciendo a través de agencias del condado y del estado”, expresa. “La obra es de Dios. Él siempre se adelanta a nosotros. Él nos envía y promete estar con nosotros hasta el fin de los siglos. Mi vida como cristiano es un transitar. La obediencia es constante”, concluye el Dr Wintera quien la Universidad Europea de París, Francia, le concedió en 1995 un Doctorado honorario por su trabajo y dedicación a la investigación.

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