Emsimision, a Burkina Faso pasando por Salamanca

La esperanza de vida en Burkina es de 49 años. Para revertir estos índices, desde Emsimision se ha desplegado un programa para los niños, en especial con el programa Oumarou de apadrinamiento de niños sordos.

SALAMANCA · 20 DE OCTUBRE DE 2013 · 22:00

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Dori Alonso y Sonia Villarón, oftalmólogas de Salamanca / Elena Díaz

Como parte de su campaña de sensibilización, un equipo de la ONG Emsimision se desplazó desde Barcelona a Salamanca, concretamente a la iglesia de Paseo de la Estación, para informar sobre la labor que están llevando a cabo en Burkina Faso (África). David Armadà, secretario de esta ONG, comentó que “Emsimision es una organización cristiana que agrupa a personas que comparten la inquietud de colaborar en acciones humanitarias en países de extrema pobreza, a través del voluntariado y la acción profesional. Desde hace más de ocho años trabajamos en Burkina Faso, uno de los países más pobres de nuestro planeta. El objetivo de Emsimision es cuidar la salud de la persona de una manera integral a través de acciones médico-humanitarias. Su gran misión es que las personas puedan conocer al Señor Jesús de lo que podemos compartir. Por eso su lema es: Amar como Jesús ama”. Interesante resulta su metodología de trabajo, que se aborda desde tres áreas: Dar, Capacitar y Practicar. Armadà insistió en que no solo se deben donar los equipos médicos a los autóctonos, sino que también se debe capacitarlos y practicar con ellos. “Al final de un viaje nosotros nos vamos, pero ellos se quedan, y se hace necesario que puedan dar continuidad al trabajo”, dijo. Se pueden conocer más detalles de sus proyectos visitando su página Web. TRABAJO A FAVOR DE LA INFANCIA La esperanza de vida en el país es de 49 años, y el promedio de edad es de 17 años. Para revertir estos índices, desde Emsimision se ha desplegado un programa para los niños.Mercedes Barrachina es la responsable de organizar actividades para que éstos disfruten y desarrollen todo su potencial. Con gran entusiasmo y emoción, Mercedes habló de la lucha para que los niños de Burkina Faso tengan identidad, igualdad, salud, educación (menos del 45% accede a la educación primaria), estabilidad familiar, etc. Pero sobre todo para que conozcan la luz verdadera que alumbre sus vidas. Parte importante de esta labor es el programa Oumarou de apadrinamiento de niños sordos en Burkina. Incluye escolarización, transporte, alimentación, atención médica especializada y adaptación de audífonos en los casos que sea posible. Como comentó Armadà, “la vida de un niño pobre es difícil, pero más todavía si ese niño es pobre y sordo. Los niños con este problema en Burkina son marginados pues se les considera endemoniados; son desatendidos y víctimas del silencio”. A través del programa Oumarou, 34 niños están siendo apadrinados, habiendo podido dotarles de audífonos y el mantenimiento de los mismos. VIAJES MÉDICO-HUMANITARIOS Ya tienen previsto un nuevo viaje, que será del 26 de diciembre de este año al 5 de enero de 2014. Los integrantes del mismo ya no pertenecen solo a la rama sanitaria y médica; actualmente se han incorporando deportistas, profesores, músicos, artistas, etc. Amplia es la actividad sanitaria durante la estancia del equipo en el país africano, abarcando la atención ginecológica, oftalmológica, odontológica… E intensa es la campaña oftalmológica, como lo expresaron Dori Alonso y Sonia Villarón, dos oftalmólogas de Salamanca que participan activamente en estos viajes como parte del equipo, quienes están impulsando la adquisición de un FACO emulsionador, una máquina que podrá permitir realizar operaciones de cataratas de forma más segura, económica y además atender un número mayor de pacientes. MERIENDA SOLIDARIA Recaudar fondos para dicho proyecto es uno de los objetivos que se ha propuesto este equipo solidario. Por ello, desde la iglesia de Paseo de la Estación, y promovido por una de sus miembros, Dori Alonso, tuvo lugar una merienda solidaria con la finalidad de poner un granito de arena para que pueda materializarse. Al final se despidieron, deseando haber tocado los corazones y logrado que los oyentes relativicen sus propias crisis al conocer y sentirse sensibilizados por otras problemáticas más profundas. Pues hay uno que se dio primero sin esperar nada a cambio.

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