El Ayuntamiento de Plasencia precintará un templo evangélico

Vista la obra ejecutada, la presión ejercida por la comunidad de propietarios, el hecho de tratarse de una actividad clasificada para la que no se incoó el necesario expediente y la más que severa advertencia de los vecinos del bloque de exigir responsabilidades penales a técnicos y políticos responsables por dejación de funciones (al no haber tomado medidas para parar una obra no ajustada a la legalidad) el Gobierno municipal anunció, a través del gabinete de información, que la Policía Local va a precintar el local, aunque no precisó la fecha. El local está situado en el paseo de bajada a la Isla, en el que ha sido habilitado sin la preceptiva licencia de obras y de actividad, un salón con kiosco bar de la Iglesia Evangélica de Filadelfia, arrendataria del bajo. La decisión está tomada, según indicó, aunque no se ha hecho referencia a que el alcalde haya el firmado ya el correspondiente decreto que haga ejecutivo el acuerdo. El equipo de gobierno anunció que la paralización anunciada se decidió porque la reforma del local no tiene la necesaria licencia de obras. Esta decisión ha sido forzada legalmente por los vecinos que denunciaron el 16 de octubre la realización de una obra sin licencia. Estas fueron iniciadas sin permiso alguno, y solo fue pedido uno para reformas menores, tras la denuncia presentada al Ayuntamiento por la comunidad de viviendas afectadas, el citado día 16. Los promotores de la reforma del local pidieron, ante la denuncia de la comunidad de propietarios, licencia de obras para cambiar el suelo y pintar paredes. Visto que las obras superaban con creces lo autorizado, los vecinos denunciaron otra vez el exceso al Ayuntamiento, advirtiéndole de que la licencia que dio para reformas menores no tiene nada que ver con la actuación, caso del quiosco de fábrica para expender bebidas construído a la entrada. BUSCAR UNA SOLUCIÓN, CASI IMPOSIBLE El Gobierno local intenta entre tanto una solución, al margen de la disciplina urbanística, y el mediador social trata de buscar un acuerdo para que la comunidad de vecinos afectados aceptara las reformas, a lo que esta se opone, ya que además de la falta de la preceptiva licencia de obras y de la de actividad clasificada, los trabajos internos y externos habían afectado a partes comunes del edificio sin ser autorizados. UN CÚMULO DE IRREGULARIDADES Además de todo lo anteriormente admitido, el Gobierno municipal reconoce, asimismo, que los promotores de la reforma para convertir el local en iglesia evangélica tampoco habían solicitado licencia de actividad clasificada, algo exigible visto que no solo cuenta con un kiosco bar, sino que reúne a numerosas personas en el interior, sin conocer si cuenta con las adecuadas medidas de seguridad, control de aforo, servicios e insonorización para que los equipos de reproducción sonora no causen molestias a las viviendas. Por si fuera poco, la normativa de usos urbanísticos tampoco permite la instalación de este tipo de equipamientos en bajos comerciales de viviendas. De hecho, el propio Ayuntamiento informó el miércoles que tanto el alcalde y el Concejal de Interior se pusieron en contacto con los miembros de la comunidad para decirles que el lugar escogido no es el apropiado para celebrar la actividad que pretenden ya que no cumple con los requisitos exigidos por la ley. Concluye la información oficial del Gobierno local indicando que en el Ayuntamiento «no hay ninguna solicitud de licencia, ni de obras ni de actividad, por lo que se seguirán los trámites previstos por la ley».