La Comunidad anabautista de Burgos llora y añora a J. Mª Goñi

Miguel Ángel Vieira, Secretario de las Comunidades Unidas Anabautistas, y en representación de la Iglesia Evangélica en Burgos, ha hecho público el fallecimiento de Jesús María Goñí ("Chusmi" para casi todos) el pasado miércoles 27 de septiembre. “Fue un día de contrastes en Burgos, nublado en apariencia pero luminoso en su fondo. Sí, Goñí, Jesús Mari, se marchó hacia la VIDA, nosotros de momento quedamos aquí para hablar de esa VIDA, y será un buen día para ello, un día perfecto”. Le reseñan con reconocimiento y afecto: “Ejerció de esposo y padre. Fue durante muchos años pastor de la Iglesia Evangélica situada en la calle de S. Francisco, encima de las antiguas capillas funerarias. Bregó en un compromiso permanente con la defensa de los derechos humanos. Estudiante universitario tardío se graduó como educador social en la Universidad de Burgos”. Recuerda Vieira también que supo superarse con la ayuda de Dios “cuando tus sentidos estaban en un combate, en medio de la confusión de cinco años inciertos, cuando parecía que tu mente y tus emociones se habían cobijado tozudamente en un callejón sin salida. Pero volviste a ser el que eras y a todos se nos llenó el corazón no se de qué...de alegría sencillamente. Te hemos acompañado en este largo año, te hemos escuchado, te hemos abrazado, enormes abrazos...los tuyos. Recuperaste tu entusiasmo y tu fe de siempre, ahora bien consciente de la enfermedad, y si Dios no quería otra cosa, pues estabas ya listo. Y hablabas de ello con tal naturalidad que a veces era sobrecogedor. Para Lola, para tus hijas Marina y Natalia tus palabras eran a veces desconcertantes pero tú estabas seguro. Los médicos que tanto estuvieron a tu lado tuvieron el privilegio de conocer a un paciente de primera. Nosotros...qué podemos decir”. Un 14 de enero de 2012, en la inauguración de la nueva iglesia evangélica en la parcela generosamente cedida por el Ayuntamiento de Burgos, rememora también Vieira, Jesús María Goñi “Chusmi” subió al estrado “torpe pero con lucidez absoluta” y expuso uno de sus últimos discursos, de despedida: “No tengo corbata, no tengo papel, pero disfruto viéndoos. Dios es fiel y da a su pueblo lo que Su pueblo necesita. Yo he disfrutado mucho con vosotros, muchísimo, me habéis enseñado tantas cosas. Ahora que estoy en ese tiempo en el que parece que el Señor me va a llevar muy prontito con Él, por eso mi aspecto tan bonito; le doy gracias a Dios por su pueblo en esta ciudad. Hoy es el día que podemos estar celebrando lo grande, lo poderoso que es Dios y todavía hay mucho por delante que Él tiene. Que Dios os bendiga, y...como no tengo corbata ni tengo papel, no tengo nada más que decir” Muchos fueron testigos de aquel momento, de la misma forma que otros tantos lo fueron recordando su despedida “que, como tú querías, será de celebración y canto”.