La ONG Evangélica Klesis asiste a doscientas familias en Plasencia

En Plasencia, la Cruz Roja, la Asociación Evangélica Klesis y Cáritas saben lo que es verdadera necesidad. Las dos primeras reparten al año alimentos a cientos de familias de la ciudad. La segunda, alterna esa labor asistencial con el comedor social que cada día da sustento a unas 90 personas. A estas oenegés acude más gente necesitada de los que se piensa. Muchos perdieron el trabajo y agotaron el paro o la prestación. Gracias a las provisiones del Banco de Alimentos de la UE y de donaciones de empresas, las citadas socorren a cientos de familias anualmente. En la ciudad, este año el cálculo es que sean atendidas en torno a las 400. El número multiplicado por una media de cuatro por unidad, supera las 1.600 personas, a las que la entrega de alimentos garantiza una base para su alimentación. Son datos recogidos de las propias organizaciones. CRUZ ROJA En la nave de Cruz Roja los primeros días después de la llegada del envío del Banco de Alimentos del Fondo Español de Garantía Agraria de la UE, la actividad es frenética. Hay que citar a las familias, preparar los lotes y entregarlos. Todas forman parte del registro de casos evaluados y seguidos. Algunos han llegado a través de los Servicios Sociales. En su gran mayoría son de la ciudad, aunque no faltan de localidades del la zona. De todo lo que reciben y de la situación en que están se hace control y seguimiento. A principios de junio Cruz Roja recibió 35.000 kilos de productos básicos. Es uno de los tres envíos que por término medio llegan del Banco de Alimentos al año. Este es especialmente abultado. La media es que sean la mitad. Es además, el primero del año. Para completar posibles carencias, Cruz Roja agrega otros alimentos o productos necesarios. “Nosotros, explica Joaquín Micot, complementamos en la medida de nuestras posibilidades con otros productos que no incluye, como aceite o féculas o productos de higiene, como pañales”. Se hace con ingresos que obtenidos con el Sorteo del Oro, cuotas o actos benéficos. “Atendemos a gente en paro, entre ellos a inmigrantes”, agrega Micot. En los primeros 15 días de la llegada del pedido, un centenar de familias recibieron su lote, cuyo peso es proporcional al número de integrantes. Con los 35.000 kilos recibidos calcula Micot que puede atender a unas 180 o 200 familias. Dependerá del número de miembros de cada una. Los necesitados saben que cada dos o tres meses hay reparto. Pero para llevarlos deben ser citados previamente. Aunque lo normal es que pasen a recogerlos, también hay casos especiales en los que se buscan alternativas, porque hay gente que se ha quedado en paro y sin ingresos “y le da vergüenza que le vean venir y aquí estamos para ayudar y nada más”, explica Micot. Son los llamados pobres vergonzantes. En el comedor de Cáritas. 12 familias reciben diariamente alimentos preparados por el catering de la entidad para el comedor social Casa Betania y gestionado por voluntarios. Además de los almuerzos que sirven en la dependencia. En total, 90 personas alimentadas al día. A las que suma otras 35 familias, de seis miembros cada una, que recogen productos de primera necesidad del citado banco alimentario. ASOCIACIÓN EVANGÉLICA EXTREMEÑA También la Asociación Evangélica Extremeña Klesis, que tiene su local de reparto en la avenida de Extremadura, participa en el operativo para paliar necesidades básicas. Distribuye productos recibidos del Banco de Alimentos y otro 20% que consigue y recoge en empresas de alimentación y gestiona gracias al trabajo de sus voluntarios. Al año reparte unos 120.000 kilos. Es el dato que da el responsable Pedro Pico. El cálculo de familias que espera atender este año es parecido al de Cruz Roja. En torno a las 200. “Tenemos más gente que nunca y más cantidad de alimentos que nunca”. A ellos les llegan productos más variados que a Cruz Roja y reparten dos veces a la semana productos Bimbo que recogen del almacén de la ciudad. “El año pasado atendimos a 187 familias, con 545 personas pero este año seguro que pasamos de 600 porque la situación es brutal y esto es algo que solo se ve 'a pie de obra'”, comenta Pico. De entre ellos destaca el cambio de perfil de la gente que acude. No es el necesitado de antes. “Ahora hay mucha gente joven de entre 25 y 35 años con familia que se ha quedado sin trabajo y no tiene nada, vemos matrimonios de 30 años que lloran ante la impotencia de su situación”, prosigue el responsable de Klesis. “Siempre gusta ayudar a la gente, pero ahora da pena”, apunta. En el local de la avenida de Extremadura 26 reparten todos los martes de 18.00 a 20.00 horas, aunque es preciso estar inscrito. Cada caso tiene su ficha y se anota todo lo que recibe al año para que cuadre, explica Pico. Al acabar este, la memoria de todo lo recibido y repartido se remite al Banco de Alimentos con el estado del almacén.