La Alianza Evangélica defiende la educación moral como derecho y deber de los padres

El portavoz de la Alianza Evangélica Española, Pedro Tarquis, ha abogado por el ideal de que no exista la asignatura confesional de religión de las escuelas públicas. Para la Alianza, la enseñanza de religión es parte de la «moral» y por tanto debe depender de los padres. Tarquis apoyó el estudio de una asignatura aconfesional de Historia o Cultura de las Religiones, y cuestionó aspectos de la asignatura de Educación para la Ciudadanía por la misma razón de transmitir «principios morales» que só

MADRID · 29 DE NOVIEMBRE DE 2009 · 23:00

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Tarquis hizo esta reflexión a preguntas de Servimedia después de que el presidente de la Conferencia Episcopal Española, Antonio María Rouco Varela, afirmara en la 94 Asamblea Plenaria de los obispos que la religión está discriminada en la escuela pública. El portavoz de la Alianza Evangélica afirmó que la asignatura de Religión «es, al fin y al cabo, fuente de moral», y añadió que corresponde a los padres dar la moral que quieran a sus hijos, a nivel personal o en la entidad confesional en la que deleguen, pero no en la escuela pública que es un espacio aconfesional. Por el mismo motivo, Tarquis rechazó que se imparta moral a través de la asignatura de Educación para la Ciudadanía. A su juicio, la escuela pública debería contar con una asignatura de Historia o Cultura de las Religiones, y dejar en mano de los padres lo concerniente a la educación moral que quieren dar a sus hijos. La Alianza se pronunció hace meses sobre la asignatura de Educación para la Ciudadanía, concluyendo que aunque presenta aspectos positivos, otros se construyen como un nuevo «catecismo secular» en aspectos de moral en los que se impone de una forma dogmática lo que es correcto creer y aquello que no lo es. “Al margen de que estemos de acuerdo o no con estos aspectos, de la misma forma que creemos que la religión es competencia de los padres, estos aspectos morales lo son de la misma forma”. A través de un comunicado, la Alianza expresaba en su momento esta misma postura de estar «en contra de la imposición de una moral de una determinada confesión a la sociedad en su conjunto, incluyendo nuestra postura contraria a una asignatura confesional religiosa en la escuela pública», ya que «entendemos que la educación en valores religiosos y morales compete a los padres».

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