Los profesores de Arte ven incultura sobre el cristianismo en las aulas

“En los 30 años que llevo dedicada a la docencia, he notado un gran descenso en los conocimientos de cultura religiosa por parte de los alumnos que llegan a la universidad. Esa falta de base afecta negativamente a las posibilidades de aprender algunas épocas y obras, porque es necesario conocer la historia religiosa como cualquier otro hecho cultural”, explica Teresa Vicens, profesora de Iconografía Medieval de la Facultad de Historia de la Universitat de Barcelona. Según explica Vicens, “uno de los problemas más graves de estos jóvenes es que no tienen la más mínima idea de las cuestiones básicas de la Biblia. No todos los alumnos, claro, pero la mayoría no saben qué son el Antiguo y el Nuevo Testamento, confunden personajes e incluso hay algunos que no acertarían a explicar quiénes son Adán y Eva”. No son pocos los estudiantes que “ni siquiera saben por qué se celebra la Semana Santa”. Como mucho, “les suenan algunos nombres por lo que han visto en la televisión”, afirma Vicens. QUEJAS DE LOS PROFESORES Como consecuencia de todo ello, esta profesora se ve obligada “a dar una información de temática religiosa” que a ella no le pertoca, como docente. “Yo imparto una materia de iconografía, pero tengo que acabar explicando nociones de cristianismo para que entiendan el contenido que realmente le corresponde a mi asignatura”, asegura la docente. Su experiencia le ha llevado a efectuar la misma recomendación a sus alumnos, todos los años, el primer día de curso: “Les digo que quien no sepa de cultura religiosa debería coger un libro de ESO para empezar a entender algunas cosas y poder seguir mínimamente lo que explicaré”. Rossend Lozano, profesor de Historia del Arte del IES Pau Vila de Sabadell (Vallès Occidental), reconoce que en las aulas existe esa falta de conocimiento de todo lo relacionado con la historia y la simbología cristiana. “No se pueden dar por sabidas muchas cosas como se hacía antaño”, comenta. Cree que los motivos de este desconocimiento podrían ser los siguientes: “Actualmente, si los alumnos no cursan Religión o Historia de las religiones, más allá de lo que les enseñen en casa, solo pueden recibir estas enseñanzas en las clases de Historia, Historia del arte o Educación para la Ciudadanía”. El problema, sin embargo, es que “esas asignaturas van tan cargadas de materia que por la historia religiosa se pasa muy por encima”. NO OLVIDAR LAS RAÍCES CRISTIANAS Lozano se pregunta también por qué muchos padres ateos o agnósticos no explican a sus hijos los rasgos del cristianismo, simplemente desde el punto de vista histórico y tradicional. “No por ello tienen que estar inculcándoles ninguna creencia”, insiste. “Pero también es verdad que el tema trasciende la escuela y la familia. Es una cuestión social”. Opina algo parecido Laura Torralbo, profesora de Arte catalán medieval de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB). Según esta experta, quien también ha notado ese descenso en cuanto al dominio de las nociones religiosas por parte del alumnado, no hay que desdeñar estos conocimientos. “Forman parte de nuestra formación antropológica. No se puede obviar que nuestra cultura es cristiana”, advierte. Josep Maria Escolà, profesor de Cultura clásica de la misma facultad de la UAB, prosigue con la argumentación: “Ese dañino vacío de conocimientos que existe entre los estudiantes no les permite comprender muchos aspectos de nuestra sociedad actual”. Por este motivo, Escolà insiste en la necesidad de dominar las cuestiones de base religiosas, “que no quiere decir profesar ninguna fe”, y carga contra el laicismo radical que intenta borrarlas: “No se puede anular una tradición”.