Llamado a un movimiento de integridad mundial

La integridad mundial exige una reflexión continua y honesta en todos los niveles. Como el carácter y la virtud en la que está incorporada, es refinada en el caldero de los duros retos y elecciones de la vida.

26 DE ABRIL DE 2018 · 13:00

Ilustración de Marc Rosenthal.,
Ilustración de Marc Rosenthal.

¿Cuánta integridad tiene usted? Si es como la mayoría de las personas, su respuesta será categórica: “¡mucha!”. Pero, a pesar de los puntos fuertes de nuestro carácter, como valentía y lealtad, las autoevaluaciones de integridad pueden verse seriamente influenciadas por nuestras distorsiones autocomplacientes: a saber, racionalizando las inconsistencias entre nuestros valores presuntos y nuestras acciones reales. “Soy una persona moral y una persona modelo” puede ser una de las verdades más evidentes de la historia humana, por lo menos para nosotros.[1]

En este artículo destilaremos algunas de las lecciones que hemos aprendido en los últimos 15 años de promover la integridad y confrontar la corrupción. ¿Por qué nos cuesta vivir de acuerdo con nuestra aspiraciones morales y éticas? Reflexionaremos sobre la realidad de la disfunción y la desviación, destacaremos el problema del autoengaño, describiremos recursos contra la corrupción y llamaremos a la comunidad iglesia-misión (CMC) a un movimiento de integridad mundial caracterizado por la rectitud y la pertinencia.

 

NOSOTROS SOMOS LA LUZ -O  LA OSCURIDAD- DEL MUNDO

La integridad es totalidad o compleción moral: vivir sistemáticamente en totalidad moral. Su opuesto es la corrupción: la distorsión, perversión y deterioro de la bondad moral, que produce la explotación de personas y del planeta.[2]

Circle Limit IV, de M. C. Escher.

La integridad mundial es totalidad moral en todos los niveles de nuestro mundo, del individual al institucional y a lo internacional, con todo lo que está en el medio. Vivir en integridad mundial es esencial para compartir las buenas nuevas y las buenas obras entre todos los pueblos. Es, también, un requisito para fomentar el desarrollo-transformación, la salud-bienestar y la paz-seguridad en nuestro mundo. La integridad no es fácil, no siempre es blanco y negro, y puede ser riesgoso.[3]

 

LA BÚSQUEDA DE LA INTEGRIDAD

Hace unos 10 años, yo (Kelly) estaba conversando con uno de mis mejores amigos, y lamentaba que fuera tan difícil para las personas buenas simplemente intentar hacer lo bueno en un contexto organizacional. ¿Por qué la vida organizacional, especialmente en organizaciones cristianas, puede ser a veces tan desoladora? ¿Por qué la integridad puede ser tan escurridiza?

Después de una hora de esta discusión sobre la soberbia de los líderes, la disfunción sistémica y los despidos injustos, mi amigo me ofreció amablemente dos palabras de consejo: “Lee Maquiavelo”.

 

MANIPULAR LA VIRTUD Y EL VICIO

Se estaba refiriendo a un tratado del siglo XVI sobre el poder de Nicolás Maquiavelo, El príncipe.[4] Maquiavelo se propuso desarrollar un argumento razonado para el liderazgo que fuera práctico y basado en la realidad, y no simplemente idealista o solo basado en la virtud. El poder podía ser liberado “legítimamente” de valores éticos.

De modo que leí y releí a Maquiavelo, con la idea de actualizar mi entendimiento acerca de cómo funciona con frecuencia el mundo organizacional. Fue especialmente iluminador un principio clave del capítulo 15:

Un príncipe que en todo quiere hacer profesión de ser bueno, cuando en el hecho está rodeado de gentes que no lo son, no puede menos de caminar hacia su ruina. Es, pues, necesario que un príncipe que desea mantenerse, aprenda a poder no ser bueno, y a servirse o no servirse de esta facultad, según que las circunstancias lo exijan.[5]

La obra de Maquiavelo fue una importante influencia en el pensamiento de la realpolitik que ha impactado las prácticas de gobernanza durante los últimos cinco siglos, que se ha introducido en las CMC y que ha socavado la integridad mundial que se necesita tan desesperadamente en nuestro mundo hoy.[6]

 

SACAR A LA LUZ LA DISFUNCIÓN Y LA DESVIACIÓN

Por desgracia, todos podemos ser engañados e inutilizados seriamente por personas y procesos maquiavélicos (Lucas 16:8). Las llamamos Realidades DD (DD): disfunción (distorsión de la realidad para propósitos propios) y desviación (explotación de otros para propósitos propios) a nivel personal y organizacional.[7]

Las DD son enmascaradas a menudo como “virtuosas” o “necesarias para el bien mayor”. En las organizaciones, manejar las DD es especialmente difícil cuando hay insuficiente entendimiento, rendición de cuentas o voluntad política para implementar normas de buenas prácticas con firmeza. Sobre todo, las DD se ven reforzadas cuando las personas transigen su integridad mirando hacia otro lado, racionalizando su responsabilidad y, en última instancia, contaminándose ellas mismas (ver Pr 16:2 y 25:26).[8]

 

TÁCTICAS PARA SOSTENER LAS DD

La lista que sigue ayuda a reconocer la presencia y la progresión de las DD en entornos organizacionales. Estas cinco tácticas pueden superponerse. La lista puede usarse también como un espejo de nuestra propia integridad individual:[9]

  • Desmentir. Ocultar las DD. “No preguntes acerca de los problemas (aun los obvios), no hables acerca de los problemas y no hagas olas” es una regla no escrita muy extendida y básica.
  • Desmerecer. Minimizar el impacto negativo de las DD. Decir que probablemente sea “normal”. La unidad relacional y la conformidad son más fuertes que la verdad y las relaciones genuinas.
  • Distraer. Distraer la atención de los verdaderos temas de las DD. “Simular dolor” y conseguir simpatía. O reconocer que algo “no está del todo bien” y referirse a los problemas como debidos mayormente a diferencias de perspectivas/preferencias; la necesidad de estar de acuerdo en no estar de acuerdo.
  • Desacreditar. Menospreciar a las personas que señalan o preguntan acerca de las DD. Silenciarlas. Infundir una atmósfera de temor a represalias e intimidación para impedir que alcen la voz o exijan buenas prácticas.
  • Destruir. Demoler las reputaciones, contribuciones, relaciones y bienestar de las personas. Usar medias verdades, manipulación mediática, mentiras, rumores, amenazas, acusaciones falsas y despidos. Cosechar los beneficios del control, el cargo, el respeto, el statu quo y las fuentes de ingresos.

PRACTICAR EL AUTOENGAÑO[10]

La disonancia cognitiva es un poderoso concepto de la psicología social que puede ayudarnos a entender nuestra propensión a engañarnos mientras seguimos creyendo que vivimos en integridad (Jer 17:9). Se refiere a los razonamientos al servicio de los propios intereses que usamos para calmar nuestra inquieta incongruencia interna y armonizar pensamientos discrepantes acerca de nosotros: quién queremos ser en contraposición con quién somos en realidad.

Tavris y Aronson (2007) arrojan luz sobre la forma en que nuestras maniobras morales internas nos ayudan a sentirnos bien con nosotros mismos:[11]

La mayoría de las personas, cuando se las confronta directamente con evidencia de que están equivocadas, no cambian su punto de vista o curso de acción, sino que las justifican con mayor tenacidad aún. Hasta la evidencia irrefutable raramente alcanza para perforar la armadura mental de la autojustificación… Pero la autojustificación irracional, como la arena movediza, puede arrastrarnos más profundamente al desastre. Bloquea nuestra capacidad para siquiera ver nuestros errores, y mucho menos corregirlos. Distorsiona la realidad, impidiendo que obtengamos toda la información que necesitamos y que evaluemos los temas con claridad. Prolonga y ensancha el distanciamiento entre amantes, amigos y países. No nos deja soltar hábitos insalubres. Permite que los culpables eviten asumir la responsabilidad por sus acciones (pp. 2, 9-10).

 

LOS MALOS LÍDERES SON MALAS NOTICIAS

La autojustificación para minimizar la disonancia cognitiva es una razón importante por la que cualquier líder puede convertirse en un líder “malo”: maquiavélico. Una encuesta internacional que evalúa las experiencias/puntos de vista de líderes cristianos identificó tres categorías principales de características negativas de líderes colegas: “Orgulloso, siempre tiene razón, y siempre el gran jefe; falta de integridad, poco fiable; duro, indiferente, rehúsa escuchar, crítico”.[12]

La extensa investigación de Robert Sternberg encuentra sistemáticamente que los malos líderes se consideran por encima de la rendición de cuentas: “la ética es para otras personas”. No hacen uso de aportes necesarios de otros para complementar, equilibrar o corregirse ellos mismos. Caen en un sentido irreal y a menudo disimulado de omnipotencia, infalibilidad, optimismo irreal e invulnerabilidad. Se atrincheran en sus maneras, aun cuando resulte obvio para otros que están cavando un pozo mayor de errores en el cual ellos y otros caerán”.[13]

 

TÁCTICAS PARA SIMULAR INTEGRIDAD

Estas cuatro tácticas ilustran lo que no hay que hacer cuando se nos pide que demos cuenta de un posible error o mala conducta. Úselo como un espejo de su propia vida e integridad:

  • Distanciarse del tema. Esquivarlo, reformularlo o reempaquetarlo. Ofuscar los hechos, hablar de manera incierta o vaga acerca de preocupaciones o “errores del pasado”. Disfrazar cualquier culpabilidad.
  • Apelar a su propia “integridad” y a que usted actúa con las “normas más elevadas”. Señalar su historial pasado, sus aportes actuales y que está haciendo lo mejor que puede. Puntualizarlo con el lenguaje de la transparencia y la rendición de cuentas, sin demostrar ninguna de las dos cosas.
  • Decir que está siendo atacado, que está siendo tratado de manera injusta, y que la gente no entiende. Recordar a todos que el liderazgo es duro y está lleno de ambigüedades y decisiones difíciles. Mencionar los problemas de otras personas; cuestionar los motivos y la credibilidad de ellas.
  • Resistir hasta que todas las cosas incómodas desaparezcan. Despedir personal, pero sin cambiar el sistema. Mantener su estilo de vida, vínculos e ilusiones de congruencia moral. Recordar que usted es especial. La disonancia cognitiva se aplica a los demás, pero no a usted.

RECURSOS MULTISECTORIALES PARA CONFRONTAR LA CORRUPCIÓN

La corrupción se define por lo general como el abuso del poder recibido para beneficio propio.[14] Se aprovecha especialmente de los pobres, y se estima que más de 1 billón de dólares son trasvasados cada año desde países en desarrollo.[15] Dentro de las CMC, se estima que 63.000 millones de dólares estadounidenses son robados a través de “crímenes eclesiásticos”. ¡Esta cifra es más que los 56.000 millones de dólares estadounidenses de ingresos para “misiones extranjeras mundiales”![16]

 

El billete de cero rupias, parte importante de una campaña contra la corrupción en India.

La corrupción no tiene que ver solo con el fraude financiero.[17] Se manifiesta también como “soborno, quebrantar la ley sin tratar con las consecuencias de manera justa, enmendar de manera injusta procesos y resultados electorales, y cubrir errores o silenciar a denunciantes (las personas que exponen la corrupción con la esperanza de que se haga justicia)”.[18]

En el sector humanitario la corrupción incluye el “nepotismo/amiguismo, explotación y abuso sexual, coerción e intimidación de personal humanitario o receptores de ayuda para beneficio personal, social o político, manipulación de evaluaciones, segmentación e inscripción para favorecer a grupos específicos, y el desvío de ayuda a grupos distintos al objetivo”.[19]

 

UNA VIDA DE INTEGRIDAD

Afortunadamente, muchas campañas y escándalos que han salido a la luz nos han sensibilizado a las funestas realidades de la corrupción.[20] Para combatirla, instamos a nuestros colegas a:

a) cultivar una vida de integridad: “La tarea de ustedes es ser verdaderos, no populares” (Lucas 6:26, traducción de la versión inglesa The Message),[21]

b) apreciar su propia vulnerabilidad a la tentación, incluyendo propensiones a distorsionar y justificar errores e irregularidades (Pr 20:6) y

c) conectarse y contribuir entre sectores como personas de integridad, manteniéndose al día con recursos multisectoriales sobre la integridad y la corrupción, como los que aparecen al final de este artículo y en las notas.[22]

LLAMADO: UN MOVIMIENTO DE INTEGRIDAD MUNDIAL

Nuestro mundo globalizado se caracteriza por avances extraordinarios junto con niveles inaceptables e insostenibles de miseria, temor, discriminación, explotación e injusticia, y un comportamiento irresponsable respecto del medio ambiente en todos los planos… Tenemos los conocimientos y los medios necesarios para hacer frente a estas dificultades, pero ahora necesitamos con urgencia un liderazgo firme y una acción concertada… Insto a los gobiernos y los pueblos de todo el mundo a que cumplan sus responsabilidades políticas y morales. Este es mi llamamiento a la dignidad, y debemos responder con toda nuestra visión y fortaleza (extractos de los párrafos 11, 13, 25). Secretario General de la ONU Ban Ki-moon (2014)[23]

 

Mirando el espejo mundial, contemplando nuestra integridad mundial.

Creemos que nuestra identidad común y responsabilidad compartida como cristianos que somos ciudadanos mundiales puede ser aprovechada para integrar la integridad a los niveles individual-institucional-internacional, y todo lo que está en el medio.[24] Creemos que es un tiempo propicio para invertir en la integridad mundial.

Visualizamos un movimiento de integridad mundial, creciente y sostenible, tal vez catalizado por el Movimiento de Lausana[25] en colaboración con otros grupos importantes. Sería una plataforma para “conectar a influenciadores, integridad e ideas para la misión mundial”.[26]

Hacemos un llamado a personas rectas y relevantes, comprometidas con Jesucristo y las buenas nuevas, a trabajar en conjunto decididamente y entre diversos sectores a favor del bienestar de todas las personas y del planeta.

La integridad mundial exige una reflexión continua y honesta en todos los niveles. Como el carácter y la virtud en la que está incorporada, es refinada en el caldero de los duros retos y elecciones de la vida. Nosotros somos la luz —o la oscuridad— del mundo. Podemos ser claves para influenciar la integridad moral para todo un mundo.[27]

 

Notas

  1. The opening paragraphs are adjusted from Kelly O’Donnell and Michèle Lewis O’Donnell, Living in Global Integrity, Global Integration Update: Common Ground for the Common Good (April 2017). http://globalintegrators.blogspot.com/2017/04/.
  2. We are grateful for David Bennett’s helpful discussion of integrity in ‘Integrity, the Lausanne Movement, and a Malaysian Daniel’, Lausanne Global Analysis (January 2015), https://www.lausanne.org/content/lga/2015-01/integrity-the-lausanne-movement-and-a-malaysian-daniel
  3. See the 25 entries on ‘Global Integrity: Moral Wholeness for A Whole World’ in CORE Member Care: Reflections, Research, and Resources for Good Practice (2016), http://coremembercare.blogspot.fr/search/label/global%20integrity
  4. Nicolò Machiavelli, The Prince (1515), http://www.gutenberg.org/files/1232/1232-h/1232-h.htm
  5. Ibid. Chapter 15 concisely summarizes, in about 500 words, much of Machiavelli’s advice for maintaining positions of power: ‘Concerning Things for which Men, and Especially Princes, Are Praised or Blamed,’ http://www.gutenberg.org/files/1232/1232-h/1232-h.htm#link2HCH0015
  6. Many of the references to ‘integrity’ from the Cape Town Commitment (2010) are cited in ‘Global Integrity—21’, CORE Member Care: Reflections, Research, and Resources for Good Practice (12 November 2016), http://coremembercare.blogspot.fr/search/label/Cape%20Town%20Commitment
  7. See the various terms used in the New Testament to describe evil people within the church and warnings to not be naïve. ‘Member Care: Tares, Tears, and Terrors,’ CORE Member Care: Reflections, Research, and Resources for Good Practice (6 November 2008) http://coremembercare.blogspot.fr/search/label/na%C3%AFve
  8. The lesson from Machiavelli was a prelude to the learning that we were to undergo in dealing with corruption. Starting in 2007 we have joined with colleagues to expose a long-term, international fraud. Together we contacted and consulted with four governments and called upon the assistance of several organizations and people primarily in the church-mission community to disclose how they had been affected (PETRA People Network). https://sites.google.com/site/petrapeople/.
  9. Adapted from Kelly O’Donnell, ‘Wise as Doves and Innocent as Serpents? Doing Conflict Management Better,’ Evangelical Missions Quarterly (2007). This article is available in 12 languages on the Reality DOSE web page (https://sites.google.com/site/mcaresources/) and is expanded in Part Two of Global Member Care (volume one): The Perils and Perils of Good Practice (Pasadena, CA USA: William Carey Library, 2011) https://www.amazon.in/Global-Member-Care-Pearls-Practice-ebook/dp/B00IK71QM6 and Member Care in India: From Ministry Call to Home Call (Vellore, TN India: Missionary Upholders Trust, 2012). 
  10. Adapted from: Kelly O’Donnell, ‘Integrity and Accountability for United Nations Staff: Navigating the Terrain,’ UN Special, Issue 767 (March 2017, pp. 40-41), https://www.unspecial.org/2017/03/integrity-and-accountability-for-un-staff/
  11. Carol Tavris and Eliot Aronson, Mistakes Were Made (but not by me): Why We Justify Foolish Beliefs, Bad Decisions, and Hurtful Acts, (Orlando: Harcourt, 2007). 
  12. Lausanne Movement. We Have a Problem!—But There is Hope (2010), https://www.lausanne.org/content/we-have-a-problem-but-there-is-hope-results-of-a-survey-of-1000-christian-leaders-from-across-the-globe
  13. This summary of bad leader qualities is based on a presentation by Robert Sternberg given at Tuft’s University in 2009. A longer summary is in ‘Resources for Good Practice’ (chapter 8), Global Member Care (volume one): The Pearls and Perils of Good Practice (Pasadena: William Carey Library, 2011), Kelly O’Donnell https://www.amazon.in/Global-Member-Care-Pearls-Practice-ebook/dp/B00IK71QM6
  14. This is Transparency International’s succinct definition of corruption. https://www.transparency.org/what-is-corruption
  15. ONE. ‘Trillion Dollar Scandal Report’ (2014), https://www.one.org/international/policy/trillion-dollar-scandal/
  16. Johnson, Todd, Gina Zurlo, Peter Crossing, and Bert Hickman, ‘Christianity 2018: More African Christians and Christian Martyrs,’ International Bulletin of Mission Research (January 2018, Vol. 42, No. 1). See also Todd Johnson, Gina Zurlo, and Albert Hickman, ‘Embezzlement in the Global Christian Community,’ The Review of Faith and International Affairs (2015, 13(2) pp. 74-94), https://www.researchgate.net/publication/277977397_EMBEZZLEMENT_IN_THE_GLOBAL_CHRISTIAN_COMMUNITY
  17. For more information on the Zero Rupees banknote campaign against corruption, see https://www.weforum.org/agenda/2015/12/the-power-of-a-zero-rupee-note/
  18. Time and Date, ‘International Anti-Corruption Day, https://www.timeanddate.com/holidays/un/international-anti-corruption-day
  19. Feinstein International Center, Humanitarian Policy Group, and Transparency International, Preventing Corruption in Humanitarian Assistance: Final Research Report (2008), http://www.odi.org.uk/sites/odi.org.uk/files/odi-assets/publications-opinion-files/1836.pdf
  20. For a composite case study on corruption, including Biblical and psychological perspectives, see Kelly O’Donnell and Michèle Lewis O’Donnell, ‘Loving Truth and Peace: A Case Study of Family Resilience in Mission/Aid Corruption,’ Family Accountability in Missions: Korean and Western Case Studies. (New Haven, CT: OMSC Publications, 2013, pp. 175-86) http://membercareassociates.org/wp-content/uploads/2017/11/Loving-Truth-and-Peace-Mission-Aid-Corruption-ODonnells.pdf See also the anti-corruption campaigns by Transparency International (https://www.transparency.org/), ONE (https://www.one.org/international/), and the EXPOSED Campaign (https://www.eauk.org/current-affairs/news/exposing-corruption.cfm). 
  21. See the resources for developing integrity in Kelly O’Donnell ‘Integrity and Accountability for United Nations Staff: Staying the Course,’ UN Special, Issue 768 (April 2017), pp. 40-41) https://www.unspecial.org/2017/04/integrity-and-accountability-for-un-staff-2/
  22. For suggestions about connecting and contributing across sectors these two resources: Kelly O’Donnell, ‘Charting Your Course through the Sectors’ (chapter 2) in Kelly O’Donnell and Michèle Lewis O’Donnell (Eds.), Global Member Care (volume two): Crossing Sectors for Serving Humanity (Pasadena: William Carey Library, 2013), https://www.amazon.com/Global-Member-Care-Crossing-Humanity-ebook/dp/B00HX6WZLQ/ref=pd_sim_351_1?_encoding=UTF8&psc=1&refRID=4J0CZBSRGVKC4SG6HME9) and Kelly O’Donnell and Michèle Lewis O’Donnell, ‘GIobal Grids: New Strategies for Staying Informed,’ Global Integration Updates (October 2016, Number 11) https://us10.campaign-archive.com/?u=e83a5528fb81b78be71f78079&id=417e55ffc6
  23. Ban Ki-moon, The Road to Dignity by 2030: Ending Poverty, Transforming All Lives, and Protecting the Planet. Synthesis Report of the Secretary-General on the Post-2015 Sustainable Development Agenda (December 2014) https://sustainabledevelopment.un.org/majorgroups/post2015/synthesisreport; for additional quotes by influential organizations regarding the urgent need and responsibility to address the issues in our world, see Kelly O’Donnell and Michèle Lewis O’Donnell, ‘Doomsday: Next Stop, Global Dis-Integration?,’ Global Integration Update (June 2017) http://mailchi.mp/24d24e690a01/doomsday-global-integration-update-special-issue-1013925
  24. Over the past seven years we have been developing and widely sharing about Global Integration (GI). Integrity is a core component. GI is a framework to help us connect relationally and contribute relevantly on behalf of human wellbeing and the major issues facing humanity, in light of our integrity and core values (eg, ethical, humanitarian, faith-based) for God’s glory. For more information and examples see: http://membercareassociates.org/?page_id=373
  25. The Global Integrity Network, for example, was set up by the Lausanne Movement in response to the Cape Town Declaration and Congress in 2010. https://www.lausanne.org/networks/issues/integrity-and-anti-corruption
  26. This is the Lausanne Movement’s strap line. We added the word ‘integrity’ as it is also a central part of the Lausanne Movement’s values as well as a moral safeguard and missional strategy. 
  27. For more ideas on a Global Integrity Movement see ‘Global Integrity–25: Moral Wholeness for A Whole World,’ CORE Member Care: Reflections, Research, and Resources for Good Practice (2016), http://coremembercare.blogspot.fr/search/label/global%20integrity

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