Los refugiados en la campaña electoral

Los principales partidos españoles han utilizado este tema de manera desigual y casi siempre como arma arrojadiza.

23 DE JUNIO DE 2016 · 15:53

Refugiados en Grecia.,refugiados en grecia
Refugiados en Grecia.

Cierto es que los temas alejados de la vida diaria de los ciudadanos, como las relaciones internacionales, no suelen tener un protagonismo en las campañas electorales: los partidos no entienden como estratégicos estos temas, pues no están entre las primeras preocupaciones de los votantes.

Como futura politóloga cristiana, este es uno de los asuntos que más me preocupa. La política con respecto a la crisis de refugiados pasó a la primera plana en verano del 2015 cuando, debido al gran número de solicitantes de asilo en varios países europeos (por la guerra en Siria), colapsó el sistema europeo que venía funcionando malamente desde su creación en 2010. A la vez se abrió el debate de cómo debería hacerse el reparto de refugiados, dando lugar a unas cuotas cuyo resultado proviene de una fórmula basada en el PIB, población, paro, y pasados esfuerzos por acoger refugiados. Sin resolver las complejas causas políticas de la crisis, la mayoría de partidos vieron esta actuación como una manera de hacer algo, las cuotas fueron sentadas y la mayoría de países las aceptó a regañadientes (lamentablemente España entre estos últimos). 

La situación actual está marcada por la firma del último acuerdo el 18 de abril, dando lugar a la última modificación legislativa con respecto a ese tema. Este acuerdo con Turquía establece que todas las personas que lleguen ilegalmente a la Unión Europea desde el 20 de marzo, serán internados a la espera de ser devueltos a Turquía; lo que antes eran centros de acogida desde donde seguir su ruta hasta el norte, se han convertido en centros de detención. El objeto de esta medida era frenar el flujo de refugiados: según el acuerdo serían devueltos sólo los que no tuvieran derecho a protección internacional (cuyos casos serían estudiados por un nuevo método de urgencia que la ONU ha calificado como poco garantista). La base de este acuerdo se encuentra en el cambio de calificación de Turquía, al denominarse ahora un tercer país seguro y, según el derecho de asilo internacional, el solicitante de asilo debe tramitar su petición en el primer país seguro al que se arribe; esta nueva calificación también ha sido discutida por las ONGs. Los sirios, por la gravedad de conflicto, tienen un status diferenciado en este nuevo sistema; aún así, la nueva configuración legal coloca a los refugiados en una situación de inseguridad.

Los principales partidos españoles han utilizado este tema de manera desigual y casi siempre como arma arrojadiza. El Partido Popular, mientras ostentaba la presidencia en funciones, aceptó este último acuerdo, con la mayoría del congreso en contra. Tras aceptar la cuota de refugiados en abril de este año, sólo habían llegado 18 de los 18.000 refugiados de la cuota impuesta por la UE. El ejecutivo se defendió apelando a problemas de organización debido al complejo sistema de baremación y reparto de refugiados.

El Partido Socialista ha sido bastante beligerante con la política adoptada por el ejecutivo, y se opusieron al inicial rechazo del gobierno de la cuota y posteriormente al acuerdo con Turquía, junto al resto de la cámara. La propuesta de los socialistas es eliminar las cuotas, o al menos que su aceptación sea obligatoria y realizar una verdadera política común de refugio e inmigración. A la vez muchos alcaldes socialistas han hecho iniciativas para recibir a los refugiados más rápidamente, o han manifestado su intención de hacerlas.

Por su parte Unidos-Podemos, en la misma línea del PSOE, rechaza la política que se sigue actualmente, y líderes provinciales y estatales se ha pronunciado a favor de la elaboración de vías seguras para la llegada de refugiados y en contra del último acuerdo. Por último, el líder de Ciudadanos visitó un campo de refugiados el pasado mes de mayo en Grecia, donde abogó por otra nueva política de refugiados; muchos medios le criticaron pues junto con el Partido Popular son los únicos que no concretan en su programa cómo hacer llegar a los refugiados a lugar seguro, con medidas concretas, como el visado humanitario que el PSOE y Unidos-Podemos si contemplaban; a la vez Ciudadanos propone la reforma del sistema de Dublín, y junto a Unidos-Podemos y PSOE también la prohibición de las devoluciones en caliente.

Dejo a mi estimados lectores la evaluación de estas propuestas, pero no puedo evitar animarles a que voten teniendo esto en cuenta; muchas de las teorías de análisis político se basan en la rational choice, un paradigma que indica que los seres humanos elegimos mediante cálculos racionales, tendiendo a maximizar nuestra utilidad-beneficio y a reducir los costos o riesgos prefiriendo así lo bueno y desechando lo que les cause mal. Les invito a contemplar esta tragedia humana en la ecuación, cuando depositen su voto en la urna este domingo. Para algunos puede parecer poco racional, pues ¿en qué me afecta a mí una guerra que no causé, un drama que no he vivido? 

Sí, nos afecta porque nosotros somos el reino de Dios, y el reino de Dios es justicia y amor. Somos depositarios de ese regalo y debemos llevarlo por toda la tierra, en nuestra vida diaria cuando somos justos y damos nuestros impuestos, cuando amas a tu pareja o a tus familiares desinteresadamente y también cuando colocamos un voto en la urna.

 

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