Corzos
Yo os conjuro, oh doncellas de Jerusalén, por los corzos y por las ciervas del campo, que no despertéis ni hagáis velar al amor, hasta que quiera (Cantares 2:7).
22 DE ENERO DE 2015 · 22:35
“Yo os conjuro, oh doncellas de Jerusalén, por los corzos y por las ciervas del campo, que no despertéis ni hagáis velar al amor, hasta que quiera" (Cantares 2:7).
La amada del Cantar de los Cantares, para evitar que juren por Dios, está aquí pidiéndoles a las vírgenes de Jerusalén que le juren por los corzos y por las ciervas -símbolos eróticos y amorosos-, que no se entregarán sexualmente a nadie hasta que llegue la persona adecuada y el momento oportuno. Si esta interpretación es la correcta, parecen rechazarse expresamente las relaciones premaritales.
Tomé esta imagen de los tres corzos (un macho y dos hembras) de manera improvisada en la laguna de Gallocanta (Zaragoza). Al verlos, paré el motor del coche, bajé la ventanilla y sólo me dio tiempo a disparar tres veces. Inmediatamente desaparecieron en la espesura de los carrizales. Agradecí al Señor semejante encuentro.
Publicado en: PROTESTANTE DIGITAL - Zoé - Corzos