¿Llevar inconversos a la iglesia?

Por un lado, a veces, creemos que llevando a un inconverso a un local de culto (más popularmente llamado iglesia) será salvo. Por otro lado, queremos, y no digo que siempre sea así ni mucho menos, que el culto evangelice y convierta a nuestros amigos, familiares, compañeros de trabajo o quizás desconocidos, puesto que nosotros no les predicamos el evangelio, sino que le decimos que venga a la iglesia. Pero como digo: no hay que llevar a los inconversos a la iglesia (un local de culto). Y digo bien. A los inconversos hay que llevarlos a Cristo. Sí, es cierto que Dios usa los locales de culto y lo que en ellos hacemos para que inconversos, que han asistido solos o traídos por alguién, nazcan de nuevo. Y sí, unas personas llegan a Cristo de una manera y otras de otra y no se trata de limitar nada, ni de determinar lo que está bien hacer o no hacer para que alguien nazca de nuevo. Pero, una cosa es una cosa y otra cosa es otra cosa, de modo que sí quiero clarificar y recordar el hecho de que asistir al local de culto no salva a nadie, que no podemos pretender que un inconverso acepte nuestro sistema de creencias y/o hábitos, modo de vivir, etc, antes de que haya nacido de nuevo, de modo que lo importante es que le llevemos a Cristo, que lo acepte y luego, ya vendrá al local de culto, ya ofrendará, ya hará lo que, siendo discipulado por alguien maduro -y por Dios sobre todo- crea que tiene que hacer.