Fina Benítez, abogada constructora de sueños y guerrera incansable
Gaditana directora de una casa de acogida para mujeres víctimas de trata y de violencia, de APERFOSA.
21 DE MAYO DE 2025 · 14:00

Fina Benítez Duarte, nacida en la campiña de Jerez de la Frontera (Cádiz), está casada desde el año 1992 con un ciudadano norteamericano y tiene dos hijos, Aida de 28 años y Daniel de 24. Ella siempre dice que es ciudadana del mundo “pero llevo grabado en mi mente el olor de los viñedos, girasoles y remolacha azucarera de mi tierra. Mi afición por los caballos, no me nace del señoritismo andaluz, sino de un padre que me obligaba desde pequeña a ayudarle en las labores agrícolas y a limpiar establos”.
Es abogada en ejercicio desde el año 1993, perteneciente al Ilustre Colegio de Abogados de Jerez, especializada en materia de familia, violencia de género, extranjería y protección internacional.
Su gran vocación y llamado siempre fue la defensa de los derechos humanos y fundamentales de la mujer y los menores a cargo, independientemente de su país de origen, raza, color, posición económica, ideología o credo.
Esa inquietud le llevó a realizar varios posgrados en mediación familiar e intercultural y en terapia sistémica aplicada a pareja y familia.
Cursó por la Facultad de Derecho de Jerez de la frontera los dos cursos preceptivos para doctorado en derecho internacional privado, quedando pendiente la tesis doctoral en adopciones internacionales.
Con tales conocimientos e inquietud creó (“con la ayuda del Señor y un gran equipo”) el primer punto de encuentro familiar y centro de mediación de Jerez, trabajando directamente con los casos derivados del Juzgado de familia y de Violencia sobre la mujer de esta ciudad.
Todo ello lo resume ella misma en ser “una mujer curiosa por aprender cada día, en reciclarse y renovarse, con el título de hija de Dios ante todo, inquieta por la defensa de los derechos de los más desvalidos y en especial por las desigualdades que las mujeres han sufrido en la historia hasta el día de hoy, donde han habido muchas conquistas, pero quedando camino por recorrer mientras sigan asesinando cada año en España, del orden de 40 a 50 mujeres, a manos de parejas o exparejas y en aumento la desafortunada violencia instrumental o vicaria, puñal directo a nuestra infancia”.
Asun Quintana.- ¿Cómo fue tu testimonio de conversión a Jesús?
Fina Benítez.- En noviembre de 1987, concretamente en Asamblea Cristiana de Jerez de la Frontera (Cádiz) acepté a Jesús, como Señor y Salvador de mi vida, en una tarde envuelta en una presencia y misericordia especial, de parte de Dios. Era una estudiante de Derecho con muchas preguntas, dudas, y carencias interiores ante la vida. El Señor simple y llanamente llenó y sigue llenando esa parte espiritual, que nada ni nadie podía suplir.
Mi familia era católica apostólica romana y ello provocó un gran enfado en primer lugar de mi padre, que me amenazó con echarme de casa, finalmente fue viendo los frutos y tanto mis tres hermanas como mi madre aceptaron también al Señor. Nada podía hacer un hombre frente a cuatro mujeres y un Capitán a bordo…jajaja.
Añadir que simplemente me enamoré de la Biblia, de la Palabra del Señor, frente a tanta filosofía, constructos mentales y fábulas, que minaban mi cabeza.
AQ.- Eres directora de una casa de acogida para mujeres víctimas de trata y de violencia de género ¿De quién depende, cómo nace y qué objetivos tiene?
FB.- Efectivamente, aunque señalo que me gusta más la palabra coordinadora o facilitadora de equipo, tengo la portavocía del programa Mujer, Igualdad y lucha contra todas las violencias de género en APERFOSA provincia de Cádiz.
Este recurso pertenece a la asociación Peniel de Rehabilitación y Formación Social (APERFOSA), con central en Córdoba, que desde 1984 tiene como objetivo dar solución a desafíos sociales de nuestro entorno como la atención a personas drogodependientes, personas mayores, niños enfermos hospitalizados, víctimas de trata y violencia de género, personas sin hogar, apoyo a migrantes y refugiados que se encuentran en situación de vulnerabilidad y exclusión social.
Busca el fortalecimiento o empoderamiento de las personas para hacer frente, de forma autónoma, a su futuro y a sus problemas, ofreciendo programas de información, acompañamiento, formación, educación e integración social con el fin de facilitar un conjunto de herramientas para que puedan tomar decisiones, conociendo sus deberes y derechos, siendo agentes de su propio aprendizaje y protagonistas de su proceso de cambio capaces de modificar sus condiciones y su entorno y de superar las condiciones adversas. Nuestra principal misión es dar esperanza a las personas que atendemos a través de nuestros programas.
Nuestra visión es favorecer el desarrollo integral de las personas o colectivos vulnerables que se encuentran en una situación de riesgo o exclusión social.
Nuestros valores: el interés por las personas, el compromiso con la comunidad y el trabajo en equipo.
La fuerza que nos ha impulsado a trabajar por la dignidad humana, sin duda es la que representa nuestro lema: “Creyendo que todo es posible”. Es una entidad que pretende ser parte de lo que Dios tiene para nuestro país.
AQ.- ¿Cómo ves el tema de la trata y esclavitud sexual en España? ¿Sin prostitución no hay trata?
FB.- España es una de las principales consumidoras de prostitución y pornografía del mundo y de Europa, lo que supone que la industria de la explotación sexual de mujeres y niñas no se haya erradicado, porque “poderoso caballero es don Dinero”, por encima tristemente de los derechos humanos de las personas.
Dicha industria es la segunda en el mundo que más finanzas obtiene, constituyendo la peste moral y ética del s.XXI y un lobby potente, que puede influir hasta en la política de una nación.
Pese a que la figura jurídica del delito de trata esté en nuestro código penal como tal, la cantidad de sentencias condenatorias de las mafias y proxenetas por este delito son muy escasas al año. Mientras exista consumo y demanda existirá la prostitución y la trata, las cuales son primas hermanas. Es urgente la necesidad de que salga la Ley Integral contra la misma, poniendo a la mujer víctima en el centro y ofreciendo alternativas de formación y sociolaborales en general, que les permita una salida digna del contexto de explotación sexual, como portadora y sujeto activo de derechos humanos.
De suma importancia es, en esta línea, que España abola la prostitución y no continuemos en la alegalidad, lo que sólo beneficia a las mafias y proxenetas, a costa de la vulneración de derechos de mujeres y niñas.
AQ.- ¿Qué dirías sobre la violencia en las parejas o exparejas?
FB.- Este es un tema que como abogada siempre me ha arañado por dentro. La sensibilización y concienciación continua hacia esta lacra debe aplicarse desde la cuna a la tumba, en la familia, el colegio, la vecindad y la sociedad en general; debe ser un hecho y no un dicho. Tengo la esperanza en Cristo de ver una sociedad libre de violencia de género.
Añado que es una pena ver y contemplar el negacionismo de tal violencia entre gente muy joven, por causa de aleccionamientos en las redes sociales, que deberían estar prohibidos.
De la violencia de género presencial ahora hemos saltamos a la digital, lo que complica aún más su erradicación, pero quiero seguir pensando positivamente, con la implicación cada día más de todos los agentes sociales y de toda la sociedad en general.
AQ.- ¿Cómo ayudáis a estas mujeres?
FB.- Ofrecemos un amplio servicio, desde un equipo interdisciplinar; que está compuesto por psicóloga, educadora, trabajadora social y una servidora como abogada y coordinadora, asesoría y apoyo integral. Las orientamos, haciéndoles seguimiento y acompañamiento en el área jurídica, psicológica, sociolaboral y socioeducativa.
Contamos con un recurso residencial de acogida de hasta 16 plazas para familias monomarentales, madres con sus menores a cargo.
AQ.- ¿Has tenido obstáculos por ser mujer en el desarrollo de tu profesión o ministerio?
FB .- Desde que yo me licencié en Derecho en 1990 hasta aquí, se han dado pasos importantes por la igualdad y yo he sido parte activa de esos cambios. Vi nacer la Ley orgánica 1/2004 de medidas de protección integral contra la Violencia de género y su desarrollo en la práctica en los Juzgados y comisarías de policía (unidad de familia y mujer), como tal abogada. He comprobado sus buenas luces y también sus efectos más opacos.
En mi profesión no he sentido obstáculo alguno para su desarrollo, habiendo sido también mi ministerio con la familia e infancia y la defensa de los derechos de la mujer, de carácter extramuros, es decir más allá de la denominación o iglesia a la que he asistido.
Trabajar con las mujeres, especialmente víctimas de violencia de género, ha sido muy gratificante para mí, al verlas como poco a poco, en ese recorrido jurídico, personal y psicológico han ido saliendo del túnel. Dentro de la iglesia he asesorado y orientado jurídicamente a toda mujer que me lo ha pedido, siempre con respeto al pastorado o ministerio que ha presidido en ese momento. Este es un tema muy delicado que ha entrado y está también presente en las congregaciones y que sólo debiera tratar personas expertas, si queremos ayudar efectivamente a la víctima. No recomiendo que lo ataje cualquier persona sin conocimiento específico al respecto, por mucho que tenga un ministerio en la iglesia.
AQ.- ¿Cómo ves la situación actual en cuanto al ministerio de la mujer en las iglesias, denominaciones y entidades evangélicas?
FB.- Hay mucho por recorrer, de hecho hay denominaciones que no permiten que una mujer sea pastora o predique o ministre, lo que me parece algo sumamente trasnochado. En primer lugar porque la igualdad entre hombres y mujeres es también para la iglesia, la cual forma parte de esta sociedad y no de la nebulosa de Júpiter. En segundo lugar porque Jesús abolió toda diferencia y “…ya no hay hombre ni mujer” todos y todas somos iguales y podemos desarrollar los dones y talentos de igual forma, según el llamado o propósito divino.
AQ.- ¿Qué se puede hacer para que la mujer se integre con todo su potencial personal, intelectual y espiritual en la labor del Reino de Dios?
FB.- Simplemente empujar, hacer, construir, avanzar si no aquí, allí…hay tanto que hacer, es tan grande la mies y ¿quién detiene un torrente de agua?... así es la mujer, coheredera de la vida, constructora de sueños, guerrera incansable, imparable y rompedora.
Mi admiración y respeto a todas ellas, a las mujeres bíblicas, a las que hicieron historia, ciencia, misiones, arte, conquistaron derechos para nosotras…y a las que dan de comer a 15 con una olla de cocido. Mi admiración a Cristo por ser el primer feminista de la historia evitando la muerte de aquella adúltera por apedreamiento, dándole la oportunidad del perdón y de una nueva vida.
Publicado en: PROTESTANTE DIGITAL - Seneca Falls - Fina Benítez, abogada constructora de sueños y guerrera incansable