A menudo los hijos se nos parecen,
y así nos dan la primera satisfacción;
esos que se menean con nuestros gestos,
echando mano a cuanto hay a su alrededor.
Esos locos bajitos que se incorporan
con los ojos abiertos de par en par,
sin respeto al horario ni a las costumbres
y a los que, por su bien, (dicen) que hay que domesticar.
Joan Manuel Serrat

Entré silenc"/>

Todos somos hijos

A menudo los hijos se nos parecen,
y así nos dan la primera satisfacción;
esos que se menean con nuestros gestos,
echando mano a cuanto hay a su alrededor.
Esos locos bajitos que se incorporan
con los ojos abiertos de par en par,
sin respeto al horario ni a las costumbres
y a los que, por su bien, (dicen) que hay que domesticar.
Joan Manuel Serrat

Entré silenc

07 DE MAYO DE 2009 · 22:00

,
Recordé las muchas veces que juntas habíamos compartido sofá, tardes del pasado en las que desee ser independiente, huir de tu nido y crear el mío. Al verte tan plácidamente leyendo, desee volver a vivir un día de aquellos que ya pasaron. Sentarme a tu lado y oír, como tantas otras veces, esas cosillas tuyas. Cosas que en su momento me parecían insustanciales y que ahora, lejos del hogar materno, tanto echo en falta. He sentido holgura en el alma al pensar que algún día dejaré de tenerte. Dejaré de escuchar tus saludos de buenos días a través del teléfono, tus predicciones meteorológicas y tus sabias propuestas culinarias. Por ello, no quiero dejar de decirte cuanto te quiero. A veces manifiesto ese amor de forma oral, otras veces con mis besos, en ocasiones con abrazos, ahora, con palabras escritas. Sólo quiero que lo sepas. Inútil es intentar agradecerte toda una vida de entrega. Hace un año te ofrecí un regalo que tú mimas demasiado, te otorgué una nueva nieta, la más pequeñita; por ahora. Cada vez que la miro veo un poco de lo que tú has sembrado en mí, y que yo, inconscientemente, voy legando en ella. Cualquier momento es idóneo para agradecer, y yo, que soy por naturaleza agradecida, quiero decirte, lo muy orgullosa que me siento de poder tenerte como madre. Infinitas gracias por hacer que cada mañana me sienta tentada a llamarte para oírte y así sentirte cerca, saberme querida, sentirme especial.

Publicado en: PROTESTANTE DIGITAL - Íntimo - Todos somos hijos