Queridos cristianos cosméticos

Queridos cristianos cosméticos:

Venís a los cultos de la iglesia, tenéis una Biblia en el estante y una cruz colgando del cuello. Vuestras familias son cristianas y vosotros también... Encajáis bien.

Pero, ¿obedecéis la Palabra o todavía mostráis un patrón de conducta pecaminosa? Si es así, podéis llamaros cristianos pero cuidado, porque Hebreos 5:9 dice que Cristo es “autor de eterna salvación para todos los que le obedecen”.

¿“Detenéis con injusticia la verdad” como lo expresa Romanos 1:18b? ¿Os describe Tito 1:16? Dice: “Profesan conocer a Dios, pero con los hechos lo niegan, siendo abominables y rebeldes, reprobados en cuanto a toda buena obra” (compárese con Efesios 2:2, 1ª Pedro 1:14, 1ª Juan 2:3-6). Si os llamáis cristianos, leed 2ª Timoteo 3:5. Aquí está para que no necesites buscarlo en tu Biblia: “que tendrán apariencia de piedad, pero negarán la eficacia de ella; a éstos evita”.

Si os reconocéis en las descripciones de arriba, se recomienda prestar atención a lo siguiente:

La Biblia proporciona numerosas advertencias a los cristianos nominales. Leed algunos versículos: Proverbios 15:8, Proverbios 28:9, Salmo 89:30-34, Isaías 29:13, Jeremías 23:11-12, Romanos 1:21, 2ª Timoteo 2:19b, Judas 4. Lo siento, esta vez tendréis que buscar la Biblia del estante. Quitadle el polvo y comenzad a trabajar por el bienestar eterno de vuestras almas.

¿Qué deben buscar para realizar una autoevaluación verdadera y correcta a tiempo para reaccionar y evitar el juicio? Comprended lo que se describe a continuación:

Nacer en una familia cristiana no salva: Mateo 3:9, Romanos 9:8.

Las personas en la iglesia pueden creer que son salvas porque pertenecen a la subcultura evangélica, pero si el verdadero arrepentimiento y la santificación continua (Colosenses 1:10, 2ª Timoteo 2:19b) no son manifiestos, su comprensión podría estar totalmente equivocada. Dios redime a los que actúan como se comportan los salvos (1ª Corintios 1:30, Hebreos 5:9b). Y esas personas son las que corren mayor riesgo porque asumen que están seguras porque van a la iglesia o conocen la Biblia… Amigos míos, no:

Uno puede preguntarse: ¿Puedo ir a la iglesia y ser perdonado por mis pecados debido a ello? No. Leed Jeremías 7:8-10 y 20, Jeremías 23:11-12, Lucas 18:9-14. Por ejemplo, Cornelio era un hombre bueno y muy religioso (Hechos 10:1-2, comparado con Lucas 18:12) pero no fue salvo hasta más adelante en ese mismo capítulo (Hechos 10:44 y 47).

Jesús contó la parábola de la mujer que perdió su moneda. Lucas 15:8-9 dice: “¿O qué mujer que tiene diez dracmas, si pierde una dracma, no enciende la lámpara, y barre la casa, y busca con diligencia hasta encontrarla? Y cuando la encuentra, reúne a sus amigas y vecinas, diciendo: Gozaos conmigo, porque he encontrado la dracma que había perdido”. Tenga en cuenta que la moneda estaba en la casa. Pero de todas formas, seguía perdida. De hecho, la moneda ni siquiera era consciente de que se había perdido aunque estuviera en la casa. Entonces, ¿puede salvarme ir a la iglesia? No según Jeremías 7:1-20, Oseas 8:13, Lucas 18:9-14. No, uno puede estar en el edificio pero lejos de Dios (Mateo 15:7-9, Isaías 29:13).

Además, el conocimiento bíblico en sí no salva: Romanos 1:21, Romanos 2:17-24.

Habiendo considerado todo esto, podéis aparentar ser iguales por fuera como el trigo y la cizaña de Mateo 13:24-30, pero no engañáis a Dios:

Mateo 7:21-23 es una advertencia que debes leer: “No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos. Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros? Y entonces les declararé: Nunca os conocí; apartaos de mí, hacedores de maldad”.

Presta atención y sé auténtico antes de que el juicio de Dios caiga sobre ti: “Cualquiera, pues, que me oye estas palabras, y las hace, le compararé a un hombre prudente, que edificó su casa sobre la roca. Descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y golpearon contra aquella casa; y no cayó, porque estaba fundada sobre la roca. Pero cualquiera que me oye estas palabras y no las hace, le compararé a un hombre insensato, que edificó su casa sobre la arena; y descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y dieron con ímpetu contra aquella casa; y cayó, y fue grande su ruina” (Mateo 7:24-27:).

En otras palabras, ambos hombres tenían una casa. Los edificios se parecían. Se uede engañar a los demás e incluso engañarte a ti mismo, pero Dios es paciente y te da otro toque amoroso para que reacciones mientras puedas porque Él ya te conoce y llegará un punto en que la verdad te descubrirá. “Y no hay cosa creada que no sea manifiesta en su presencia; antes bien todas las cosas están desnudas y abiertas a los ojos de aquel a quien tenemos que dar cuenta” (Hebreos 4:13).

A cualquier otra cosa que te aferres que no sea Cristo no es sino un ídolo:

Pero también tú debes ser verdadero: