Domingo Fernandez y la misión en Cuba

A la Cuba española había llegado Domingo Fernández siendo muy joven, donde conoció el Evangelio y donde por 1947 llegará a ser el predicador radial más conocido en la Cuba republicana.

30 DE JUNIO DE 2017 · 08:56

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A la Cuba española había llegado Domingo Fernández siendo muy joven, donde conoció el Evangelio y donde por 1947 llegará a ser el predicador radial más conocido en la Cuba republicana. La iglesia bautista que había iniciado sus pasos con el predicador Alberto J. Díaz Navarro. Una vez regresado a Cuba, Domingo Fernández, tras la Guerra Civil española, el desarrollo teológico de los bautistas tomará un impulso a través de este pastor asturiano, vinculado a Los Hermanos en un principio y habiendo estudiado en el Seminario Bíblico Latinoamericano de Costa Rica. Domingo realiza una extensa actividad entre 1947 y 1961, desde La Habana como escenario principal. El programa radial La Hora bautista, abogó por los valores éticos y dio a conocer los desacuerdos con la iglesia católica. Impartió clases en el Seminario Bautista de Matanzas y sería pastor en la iglesia de William Carey en la localidad de Vedado. A lo largo de su vida ha publicado abundante literatura.

Su vida está llena de frustraciones y de situaciones enojosas en las que se vio envuelto en contra de su voluntad, experiencias que quedarán reflejadas en el libro, Un condenado a muerte en la España franquista. Pero también, sus fuertes convicciones ideológicas y religiosas le hicieron un personaje influyente en la formación teológica en la Cuba Occidental durante los años 1950-1970, hasta su muerte en Miami el 31 de mayo de 1999. En el libro La Herencia misionera en Cuba: consulta de las iglesias protestantes realizada en Matanzas, Cuba, del 26 de octubre al 3 de noviembre de 1984, de Rafael Cepeda se estudian sus posiciones teológicas: “El Rev. Fernández entroncará a la obra bautista con tres nuevos énfasis doctrinales. Domingo Fernández:

Dispensacionismo. Cuestión que hasta ese momento no había aparecido en ninguna de las Confesiones de Fe de los bautistas en su peregrinaje histórico. Según algunos estudiosos, el dispensacionismo tiene su máximo exponente en el Rev. C. I. Scofield, a través de su Biblia Anotada. Esta corriente divide la historia en etapas, partiendo de las distintas maneras en que Dios se ha relacionado con los seres humanos. Da por sentado la existencia de dos historias, aunque no se refiere en su elaboración a la historia de las estructuras humanas y las interrelaciones humanas. Dios es el máximo responsable de los cambios que se dan, y se resta importancia a la responsabilidad del hombre frente a su historia.
Premilenarismo. Muy unido al dispensacionismo y formando parte de él, está el Premilenarismo. Por la vía de libros de textos, teológicos o exegéticos-explicativos, nos había llegado, del mundo de los bautistas del Sur, el amilenarismo de Mullins, y el postmilenarismo de B. H. Carrol. El primero apenas influyó en algunos; al segundo, la situación socio-económica y política le creaba un condicionamiento inadecuado, por lo que, hasta donde sepamos, nunca logró adeptos entre nosotros. El premilenarismo nos llega con la visión apocalíptica futurista del profesor Domingo Fernández Suárez, la cual nos penetra hasta la médula. Su libro, Una interpretación del Apocalipsis, primero es editado en Cuba, y posteriormente alcanza el desarrollo de un liderazgo nacional. El nuevo Superintendente, Dr. Herbert Caudill Walter, no es teólogo ni exégeta bíblico, ni elocuente predicador, por lo que compartirá las muchas funciones que el anterior lider de la Home Mission Board ejercía personalmente. El intercambio de los líderes nacionales en torno al superintendente, con las instituciones y actividades de la Convención Bautista del Sur, aumentaron considerablemente. Algunos realizarán estudios en el Seminario Bautista de Forth Work, y regresarán con los énfasis landmarkistas, en cuanto a las relaciones interdenominacionales, en términos bien fuertes. La Iglesia Bautista de la Víbora, en La Habana, iniciará la práctica de la “Cena con Candado”. La dependencia estructural aumenta. El esquema organizativo y el programa de Educación cristiana es copiado íntegramente.”

Jaime Santamaría Ruiz.

El doctor Jaime Santamaría cursó la carrera de Medicina en la Universidad de Santiago de Compostela mientras ejercía de maestro y profesaba su fe en la iglesia bautista antes de estallar la Guerra Civil. En Burgos sería detenido por fascista y durante dos años se vio obligado a realizar trabajos forzados como prisionero. Acabada la contienda, terminó sus estudios de medicina sacando su doctorado en la Universidad Central de Madrid y poco después ante el acoso político se trasladó a La Habana. En esta ciudad homologaría su título ejerciendo como médico. Sobresaldría como alergista y también como logopeda. No le sería reconocido el título en España hasta 1952 teniéndose que conformar con dirigir algunas revistas médicas y desempeñar la jefatura de propaganda de los Laboratorios Farmacéuticos Leti. Desde su reconocimiento del título comenzó a trabajar de alergista.

Una biografía en El exilio republicano español en Cuba nos acerca mejor a la persona de este doctor:

“SANTAMARÍA Ruiz, Jaime (Burgos, 5 agosto 1911-Hialcah, Florida, Estados Unidos, 14 febrero 1998). Doctor en Medicina, escritor, pastor bautista y masón, En el Instituto de Segunda Enseñanza de Burgos se graduó de bachiller. A continuación, cursó la Licenciatura en Medicina en la Universidad de Santiago de Compostela y al mismo tiempo se desempeñó como maestro normal. Ya por estos años profesaba la religión bautista. Por este motivo al estallar la GCE, que lo sorprendió en su ciudad natal, de inmediato controlada por los sublevados fascistas, fue detenido. Durante dos años permaneció prisionero, fue obligado a realizar trabajos forzados y estuvo a punto de ser fusílalo. Al ser puesto en libertad logró terminar el Doctorado en Medicina en la Universidad Central de Madrid en marzo de 1941 y ante el acoso de la represión franquista en los primeros días del siguiente mes de septiembre pudo trasladarse a La Habana. De inmediato fundó y comenzó a dirigir la revista Niños. En 1942 participó como conferencista en la Feria del Libro de LH y sacó a la luz la revista Padres, también de corta vida. En 1944 fue nombrado jefe de propaganda de los Laboratorios Farmacéuticos Leti y resultó electo vocal de la directiva del Centro Castellano. A partir de entonces tomó parte en la campaña nacional a favor de la vacunación antituberculosa. En 1952 logró revalidar en la Universidad de La Habana su título de doctor en Medicina y comenzó a trabajar como alergista. También en ese año fue proclamado Presidente de Honor de la Sociedad Benéfica Burgalesa de Cuba. El Club de Leones de La Habana lo nombró en 1954 presidente del Comité ele Salud y Bienestar. Por este tiempo se le designó diácono de la Primera Iglesia Bautista de La Habana. Fue además director de las revistas Selecciones Médicas (1943). Higiene (1954) Mundo Médico (1957). En 1956 ocupó la dirección de la consulta médica Clínica de la Voz, del Colegio Nacional de Locutores, y se afilió a la Logia Masónica Bartolomé Masó, cuya vicepresidencia ocupó unos años después. En 1957 fue nombrado capitán médico de la Cruz Roja de Cuba y se convirtió además en director-gerente de la Agencia de Publicidad Santa María. Por aquellos tiempos fundó la Asociación de Hombres Cristianos Evangélicos, Profesionales y de Negocios. En 1958 ocupó la presidencia del Comité de Relaciones Exteriores de la Asociación Cubana de Naciones Unidas y vio la luz, con prólogo suyo, el volumen Ensayos de Mario Casals. En 1959 tomó parte en la fundación de la agrupación antifranquista España Errante, fue elevado a Supernumerario Grado 33 del Supremo Consejo de la Gran Logia de la República de Cuba y designado además presidente del Patronato de la Clínica Bautista. A continuación, ingresó en la Facultad de Medicina de la UM como instructor de la Cátedra de Higiene y Legislación Sanitaria y en mayo de 1961 aspiró a una plaza de profesor de esa facultad, pero al comprobar el rumbo comunista del gobierno cubano se marchó a los Estados Unidos, donde tomó parte en la creación de la Academia Norteamericana de la Lengua Española.

Un artículo en el ABC de 1982 nos muestra la vida de este médico republicano exiliado de ida y vuelta.

A B C. CULTURA Y SOCIEDAD. SÁBADO 19- 6- 1982

El doctor Santamaría Ruiz prepara un Congreso mundial en Burgos Veintiséis millones de hispanohablantes están esparcidos por EE UU.
MADRID (Trini de León- Sotelo) Es un torrente de palabras que expresan las mil y una ideas que bullen en su cerebro. Y es que ser fundador y miembro de la Real Academia Norteamericana de la Lengua Española (ANLE) exige lo uno y lo otro. El doctor Jaime Santamaría Ruiz, burgalés residente en Norteamérica desde 1961, se sabe un Quijote desde que nací y hasta dos siglos después de que me muera. Como Unamuno entiendo esa santa locura. Dicho esto, no es de extrañar que se haya embarcado en una empresa que a más de uno se le antojará más que quijotesca, porque luchar por el idioma español en la propia casa del coloso inglés, ¿puede llevar a alguna parte? ¿Es lógica la batalla cuando el inglés juega sus bazas- play- back bitter, etcétera- -en el castellano?

«No hay que olvidar -dice el doctor Santamaría- que el primer idioma que se habló en los Estados Unidos fue el español y que el primer nombre que tuvieron fue Florida. Cuando los ingleses llegaron, nuestros españoles ya tenían nietos. Soy médico en los Estados Unidos y me siento en casa, porque me digo: ésta es la tierra de mis antepasados, que vinieron no sólo a dejar sangre, sino cultura. Por otra parte, no propiciamos un enfrentamiento entre inglés y español, simplemente quiero que cada hispanohablante tenga en sus manos un idioma como vehículo de cultura. Puedo contarle una anécdota. En Miami un señor le decía a otro: "Mi hijo no aprenderá más que un excelente inglés", y el interlocutor le respondía: "Pues el mío aprenderá el excelente inglés del suyo, más un excelente español." Uno de mis dos hijos es oftalmólogo, sucesor de Castroviejo, y me hace feliz que consuele en dos idiomas.»

TREINTA Y SEIS MIEMBROS Y OCHO CONGRESOS 

La Academia Norteamericana de la Lengua Española se fundó en 1973, fue inaugurada en el 1974 y reconocida en 1976 en el Congreso de Asociación de Academias de Chile, aunque es en el Congreso de Perú, en 1980, cuando se aprueba definitivamente. Es la vigésimo segunda Academia de la Lengua Española. Tiene treinta y seis miembros, cifra que en breve aumentará a cuarenta y seis. Entre sus académicos figura Jorge Guillén y figuró hasta su muerte Ramón J, Sender. Los académicos se reúnen todos los miércoles en la Casa de España en Nueva York y mantienen frecuente correspondencia y contacto con aquellos a los que la distancia obliga a la ausencia. En cuanto a Congresos se han celebrado ya ocho. 

Ahora, en reciente conferencia en la Casa de la Cultura de Burgos, don Jaime Santama-ría ha propuesto que sea esta ciudad castellana la sede de un Congreso Mundial Hispano Lingüístico. Para conseguirlo está dispuesto a esa lucha que ya forma parte de su vida cotidiana --se acuesta a la una de la madrugada y se levanta a las cinco- y va a entrevistarse con diversas personalidades españolas.

VEINTISEIS MILLONES DE HISPANOHABLANTES 
El ánimo del señor Santamaría se levanta sobre una cifra que indudablemente es poderosa: veintiséis millones de hispanohablantes están esparcidos por Estados Unidos. ¿Cuántos hay a lo largo y a lo ancho del mundo? El propone realizar un censo a través de las Embajadas, que nos acercarán con la máxima fidelidad posible a la realidad. Conseguirlo supondría «dar conciencia a esas personas de lo que significa ser hispano». Por lo pronto el doctor Santamaría, y con él la ANLE, pretenden que los hispanohablantes de los Estados Unidos sepan que «el idioma español es el vehículo de nuestra cultura y que si no lo cuidamos no tendremos una cultura en condiciones». Para llevarles este convencimiento, don Jaime confía más que en libros -nadie lee, ¿para qué engañarnos?» -- en vehículos, como la radio y la televisión.  Hay emisoras de radio y televisión que transmiten veinticuatro horas en español. Son un arma. importante.» Armas pacifistas, por supuesto, porque el doctor Santamaría «tiene fe en el destino espiritual de nuestro idioma.

En comparación con Domingo Fernández, Jaime Santamaría tuvo un desempeño pastoral mucho más modesto; pero no obstante debemos anotar que aproximadamente en 1953 fue nombrado diácono de la Primera Iglesia Bautista de La Habana y que unos años después fundó la Asociación de Hombres Cristianos Evangélicos, Profesionales y de Negocios. También prestó sus servicios como médico en la Clínica Bautista, cuyo patronato presidió. Domingo Fernández y Santamaría se marcharon rumbo a los Estados Unidos en el año 1961, tras comprobar el rumbo comunista del gobierno cubano, y en ese país continuaron su misión pastoral.
 
Isabel de Junco (Isabel Miralles)
Dice Beatriz Ferreiro  que por 1930 se fundaron dos movimientos religiosos autóctonos. El primero, de teología evangélica conservadora: la Asociación Evangélica “Los Pinos Nuevos”. El otro, evangélico con cierto grado de influencia pentecostal en la adoración, y del adventismo en la observancia del sábado: el Bando Evangélico Gedeón o Iglesia Evangélica Internacional Soldados de la Cruz de Cristo.

Añade la autora que, “desde el principio, muchas de estas iglesias debieron librar una lucha por la libertad religiosa y afrontar la oposición del catolicismo, que las consideraba invasoras de un espacio sobre el cual había tenido la exclusividad. Esto representó, obviamente, todo un reto. A pesar de esa situación, desde el siglo xix y durante buena parte del xx, las ideas liberales contribuyeron al auge del protestantismo, que, aunque minoritario, desempeñó un papel apreciable en la República.
Isabel de Junco (ii) aparece citada como ciudadana española en la formación del Seminario Evangélico “Los Pinos Nuevos”. Rafael Cepeda dice que la Sra. Monge abandonó el proyecto, pero los norteamericanos, el cubano Lavastida y una ciudadana española, Isabel de Junco, unieron sus recursos y sus fuerzas e iniciaron el 25 de septiembre de 1928 el Seminario Evangélico Los Pinos Nuevos con 15 estudiantes.

“El “Seminario Evangélico Los Pinos Nuevos” con sus quince seminaristas venidos de todo el país, de iglesias metodistas, bautistas y, por supuesto, presbiterianas, parecía cosa de locos. “Una obra de fe”, sostenían sus dirigentes. Y de aquellos humildes comienzos nació la actual Convención Evangélica de Cuba “Los Pinos Nuevos”, que cuenta con 58 congregaciones activas, con 39 pastores y misioneras en activo, 17 estudiantes en las aulas del seminario y unos 4 mil miembros adultos distribuidos a lo largo y ancho del país. Fruto también del Seminario fue la “West Indies Mission”, organizada para conseguir apoyo económico foráneo, y que, en la actualidad, con el nombre de “Worldteam”, tiene cientos de obreros norteamericanos y de otras nacionalidades trabajando en 15 países, no solamente de las Antillas originales, sino también en América del Sur, Europa, África y la América del Norte”.

No he podido encontrar datos sobre esta Isabel que Marcos Antonio Ramos (iii)  llama “la madre Junco” como la llamaban los estudiantes. Entre los primeros colaboradres de Lavastida y Thompson estaban Isabel Miralles y su hijo Juan Junco. El trabajo de escuela- dice el autor era un trabajo de fe, es decir lo sostenían las ofrendas voluntarias que se enviaban para tal fin, sin el apoyo oficial de una denominación. Esos mismos datos los apoya Octavio J. Esqueda (iv)

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(i)  http://protestantedigital.com/magacin/13946/Inicio_y_desarrollo_de_la_iglesia_protestante_cubana
(ii) La herencia misionera en Cuba: La Herencia misionera en Cuba: consulta de las iglesias protestantes realizada en Matanzas, Cuba, del 26 de octubre al 3 de noviembre de 1984. Cepeda, Rafael, 1986
(iii) Panorama del protestantismo en Cuba: la presencia de los protestantes o evangélicos en la historia de Cuba desde la colonización española hasta la revolución. Marcos Antonio Ramos. Carbe 1986
(iv) Theological Higher Education In Cuba: A Case Study Of The Eastern Cuba BaptistTheological Seminary. Octavio J. Esqueda, B.A., M.A. Dissertation Prepared for the Degree of Doctor Of Philosophy University Of North Texas. August 2003: “The Cuban pastor Bartolo Gregorio Labastida, the American missionary Elmer V. Thompson, the Canadian Evelyn McElheran, and the Spaniard Isabel Miralles established Los Pinos Nuevos Bible School on September 25, 1928 with fifteen students (Zulueta Viar, 1978).

Publicado en: PROTESTANTE DIGITAL - Orbayu - Domingo Fernandez y la misión en Cuba