Esclavos del dinero

Nada material, ¡y mucho menos el dinero! va a satisfacer nuestro corazón y nuestra alma.

01 DE AGOSTO DE 2022
09:05 CEST
Imagen de <a target="_blank" href="https://unsplash.com/@amadejtauses?utm_source=unsplash&utm_medium=referral&utm_content=creditCopyText">Amadej Tauses</a> en Unsplash.,
Imagen de Amadej Tauses en Unsplash.

Pablo, escribiendo a los Filipenses en el capítulo tres afirma: “Nuestra ciudadanía está en los cielos”, lo que está intentando enseñarnos es que son las cosas espirituales las que nos ayudan y nos satisfacen en el día a día y no debemos preocuparnos tanto por lo material.

Tenemos que reconocer que una de las cosas que más nos agobia es el hecho de conseguir dinero, no importa si tenemos mucho o poco, sin darnos cuenta de que nada material, ¡y mucho menos el dinero! va a satisfacer nuestro corazón y nuestra alma, aquello que realmente somos. De tal manera que el dinero puede ser el mejor siervo, aquel que haga todo lo que nosotros queremos, o puede ser nuestro peor amo, cuando tomamos todas las decisiones en base al dinero.

Al final, no sirve de nada ser el más rico del cementerio. Nuestra ciudadanía está en los cielos, tenemos que aprender a vivir y a disfrutar de lo que tenemos, sabiendo siempre que lo más importante es la vida que permanece para siempre y no esclavizarnos por culpa del dichoso dinero.

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