Mucho se ha escrito sobre David y Salomón, figuras esenciales en la identidad del pueblo hebreo y no menos importantes en la literatura bíblica. Actualmente hay un gran debate académico sobre la datación de los restos arqueológicos del inicio de la Edad del Hierro II en Palestina, de la que son contemporáneos estos reyes.
Antes de entrar en la segunda parte de este estudio de la monarquía unida en la ciudad de David, es importante hacer referencia al
descubrimiento anunciado el lunes de esta misma semana, por la Universidad Hebrea de Jerusalén. Se trata de un pequeño trozo de tablilla cuneiforme hallada en la zona de Ofel. La inscripción esta en lengua acadia y confirma la importancia del reino cananeo de Jerusalén, tal como comentamos en la
primera parte de éste artículo. La inscripción datada en el siglo XIV aC. posiblemente pertenezca a una copia de la correspondencia de Jerusalén con Egipto, de acuerdo con las seis cartas halladas en Amarna entre Abdi-Heba y Amenofis IV.
VESTIGIOS DE LA JERUSALÉN ISRAELITA DEL SIGLO X
Las excavaciones de Kathleen Kenyon al norte de la Ciudad de David, sacaron a la luz una sección de la estructura de un edificio público, que ella consideró como parte de un muro de casamatas, construido en base a la cerámica asociada en el siglo X a.C. También halló, en una zona escarpada junto con restos de sillares,
un capitel protoeólico cuyas dimensiones (1,2 metros de ancho, 0,6 de alto y 0,45 de espesor) y belleza prueba la existencia de un edificio monumental de origen fenicio que bien podría ser del período de la monarquía unida.
Otro de los hallazgos que revelan la ocupación israelita en la Jerusalén del siglo X a.C., son dos casas descubiertas por Yigal Shiloh, conocidas como la Casa de Ahiel (llamada así, por una
inscripción encontrada en su interior), y la Casa de la habitación Quemada (llamada así, por apreciarse en ella la destrucción causada por Babilonia en el año 586 a.C.).
La distribución de las viviendas es la típica israelita de cuatro estancias. Su datación se realizó mediante la cerámica hallada en el estrato 14, similar a la de Tel Arad en su estrato 12, comúnmente fechada en esta época. Las casas pertenecían a un barrio residencial de nueva construcción, situadas en el interior del recinto amurallado de la ciudad y se diferenciaba de otras casas localizadas en un barrio a extramuros por su estructura más sólida y por la presencia de cerámica importada bícroma cypro-fenicia, propia de la existencia de una élite social.
La construcción de estos dos barrios residenciales en las primeras fases de la Edad de Hierro II, demuestra que durante el siglo X a.C., la ciudad se extendió más allá de los límites establecidos por sus murallas preexistentes.
Nos hacemos también aquí eco de las recientes declaraciones realizadas por la arqueóloga Eliat Mazar, en febrero de 2010, donde afirma haber encontrado restos de edificaciones construidas por Salomón. Se trata de una antigua muralla que integra una puerta de cuatro cámaras y una torre. Ella basa principalmente su análisis en la comparación de estas construcciones y la cerámica anexa, con las
halladas en otras poblaciones de Israel. Mazar viene realizando excavaciones en la zona del Ofel, en el denominado Parque Arqueológico, al sur del Monte del Templo.
Anteriormente, en 2005, Mazar había anunciado el descubrimiento de los restos del palacio del rey David y los edificios anexos administrativos. En su opinión, fuera de la muralla jebusea, hacia el norte, hay una explanación del terreno formado mediante el relleno con materiales de desecho que contiene abundante cerámica cananea, al menos desde el Bronce Medio hasta comienzo del Hierro I (1200 a.C). Sobre esta superficie halló la “gran estructura de piedra” que la identifica con el Palacio del Rey David. Donde la cerámica, en concreto una pequeña vasija bien conservada de color negro sobre rojo importada de Chipre (juglet), cobra gran importancia al datarla entre los siglos IX y X a.C.
Para un mayor acuerdo de los especialistas, aún es necesario más información de datos arqueológicos que identifiquen la riqueza monumental de la ciudad de David y Salomón. No obstante, los datos que van proporcionando las excavaciones en la Palestina del siglo X a.C. siguen en aumento, mostrando un contexto histórico que ayuda a conocer el período de la monarquía unida descrita en la Biblia.
Como ejemplos mencionamos: el texto paleohebreo recientemente descubierto en Khirbet Qeiyafa, a 12 kilómetros de la ciudad filistea de Gat; la gran información que aportan los niveles de destrucción en las ciudades israelitas nombradas en el templo de Karnak, por ser conquistadas en la incursión del faraón Sisac (Sheshonq); la mención de la casa de David en la Estela de Tel Dan; las construcciones en Meguido, Gezer y Hazor; las estructuras de templos sirios, como la recientemente descubierta por los trabajos de la Universidad de Toronto en Tell Tayinat al norte de fenicia, similar a la descripción del templo de Salomón; el uso de la escritura detectado en diferentes lugares de Israel, etc.
MÁS INFORMACIÓN
Proyectos actuales como el de
“Reconstrucción del Antiguo Israel Bíblico, perspectiva científica (RAIELSP)”, ayudará a conocer mejor el contexto del mundo bíblico.
Es financiado por el Consejo de Investigación de la Unión Europea, bajo la dirección de Steve Weiner del Instituto Weizmann e Israel Finkelstein profesor de arqueología en la Universidad de Tel Aviv. El proyecto aportará una interesante información recabada por un equipo interdisciplinario de más de 30 investigadores, en geoarqueología, genética, palinología, petrografía, metalurgia, análisis de residuos, etc.
Puede realizar aquí una
Visita virtual a la Ciudad de David de la Fundación AIR de David
Y finalmente, aquí puede leer la noticia
Descubren en Jerusalén una escritura previa al tiempo del rey David