Jesús el judío: dos libros, un título
Gera Vermes y César Vidal. “Jesús el judío”, por Gera Vermes, Muchnik Editores, Barcelona, 300 páginas. “Jesús el judío”, por César Vidal, Plaza y Janés, Barcelona, 364 páginas.
13 DE MARZO DE 2010 · 23:00
Dos libros con el mismo título enfocan la persona de Jesús desde perspectivas muy diferentes. Ambos inciden en la historicidad del personaje en el tiempo, en los acontecimientos que rodearon su vida y en las huellas profundas que el Cristo ha dejado en la Historia. Pero la interpretación de los autores difiere como difiere la noche del día. Vermes presenta a un Jesús en lo que él llama “auténtica judeidad”, como contrapartida nominal del Jesús del Cristianismo. Vidal, quien aclara que su libro “no es una obra de teología, sino de historia”, ve en Jesús “el Hijo al que Dios envió por amor al mundo para que “todo aquél que cree en él no se pierda, sino que tenga vida eterna” (página 249).
César Vidal, Premio Extraordinario de Historia, licenciado en Derecho, Teología y Filosofía, autor de unos 150 libros, es cristiano evangélico, según ha declarado en varias ocasiones y escribe una columna semanal en la revista PROTESTANTE DIGITAL. Ha obtenido numerosos premios por libros publicados. Su obra está traducida a unas 10 lenguas.
Gera Vermes es judío, graduado en Historia oriental y Filología, doctor en Teología. Está considerado como uno de los pioneros en la investigación de los Manuscritos del Mar Muerto y ha publicado diversas obras sobre el tema.
Estos dos autores, tan distanciados en la fe, se muestran aquí unidos por un objetivo común: Dejar claro que “Jesús nació, vivió y murió como judío y tanto su persona como su doctrina son imposibles de comprender sin tener en cuenta de manera primordial esa circunstancia” (Vidal).
Son dos libros que han supuesto a sus autores años de investigación. Vermes confiesa que su JESÚS EL JUDÍO “es el resultado de veinticinco años de investigación ininterrumpida en religión y literatura rabínica e intertestamental, incluyendo los Manuscritos del Mar Muerto, la antigua interpretación bíblica judía y la modernización del monumental clásico de Emil Schüner LA HISTORIA DEL PUEBLO JUDÍO EN TIEMPOS DE JESUCRISTO.
Por su parte, César Vidal admite que su obra “constituye una consumación obligada de una trayectoria de investigación que se ha prolongado a lo largo de varias décadas. JESÚS EL JUDÍO –añade- es un intento, desde la perspectiva rigurosamente histórica, de abordar quién fue Jesús, qué enseñó, y cómo se vio a sí mismo”.
El excelente libro de Vidal mantiene una estructura lógica y cronológica. Lo inicia con una frase de Lucas 3:1, “en el año decimoquinto del imperio de Tiberio César…”. Siguen las primeras predicaciones del Maestro en Galilea, las parábolas del Reino, las primeras controversias con fariseos y saduceos, el sermón del monte, la elección de los discípulos, la gran pregunta a los discípulos: “¿Quién dicen los hombres que soy?”, los viajes a Galilea, las predicaciones, la conversación con Herodes, la institución de la Pascua, los juicios, la condena a muerte, la resurrección. Cuatro apéndices discuten cuestiones en torno al nacimiento de Jesús y su familia carnal, el complimiento puntual de las profecías mesiánicas, el mundo cultural en el que nació Jesús, magnífico, excelente estudio sobre un tema que debe interesar a todos los estudiosos del Nuevo Testamento y la vida religiosa de Israel cuando el Maestro entraba en el templo y en sinagogas.
Vermes es menos homilético, más difuso, y no se espere encontrar en él la espiritualidad que imprime Vidal a Jesús. Vermes no admite la plena divinidad de Cristo y esto condiciona toda su obra. Hay que aceptarlo por lo que es y por lo que escribe, en disconformidad con la ortodoxia cristiana. Para Vermes, Jesús fue “exorcista y curador”. Agrega que “los Evangelios sinópticos enumeran hasta seis episodios concretos relacionados con el exorcismo”.
Desde las primeras páginas, en las que Vermes dice que la resurrección de Jesús se basó en “pruebas que sólo pueden calificarse de frágiles y confusas”, en el resto de su obra este autor lo discute todo, todo lo pone en evidencia, de todo duda. En su crítica sobre la divinidad de Jesús y la verdad y lealtad de los Evangelios, Vermes no está a la altura del Jesús de Ernesto Renan, quien tardó veinte años en escribir la vida del Maestro con mentalidad racionalista. Vermes está más interesado, como lo demuestran sus arbitrarias interpretaciones, en hacernos creer que el Cristianismo fue “un movimiento religioso esencialmente judío entre el propio pueblo judío”.
De acuerdo o en desacuerdo con el autor, sin perder de vista que escribe desde el punto de vista judío, el libro de Vermes elimina muchos malentendidos que han deformado la persona de Jesús a lo largo de la historia. Se trata de una obra que conviene principalmente a líderes cristianos. Para las mentes liberadas de prejuicios, el conocimiento no deforma, forma.
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