Un enfoque holístico para el alivio de la pobreza en Asia

Cuando abordamos las dimensiones económicas, psicológicas, sociales y espirituales de la pobreza de una manera holística, la gente experimentará shalom. Por Kumar Aryal.

25 DE AGOSTO DE 2022 · 13:30

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La pobreza es uno de los principales problemas que enfrenta el mundo hoy. En el continente asiático, en particular, más del 40% de los 766 millones de personas viven con menos de 1,90 dólares al día. Esto convierte a Asia en el segundo continente más pobre del mundo, después de África,[1] a pesar de su importante progreso económico en las últimas décadas, lo que convierte a la pobreza en una cuestión clave a tratar.[2]

Para muchos, la pobreza es principalmente una cuestión económica, material, política, social y/o mental. Sin embargo, para los cristianos evangélicos, la pobreza es también una cuestión espiritual. Los cristianos evangélicos se han involucrado activamente en el alivio de la pobreza en todo el mundo, especialmente en el último medio siglo.[3] En la actualidad, hay cientos de miles de iglesias, ONG y ONGI cristianas evangélicas que han estado trabajando para aliviar la pobreza en toda Asia.

Las causas raíz de la pobreza en Asia

Comprender las causas raíz de la pobreza es lo más importante que podemos hacer para aliviarla. Es imposible siquiera pensar en aliviar la pobreza sin ir a sus raíces. Estas son algunas de las causas raíz de la pobreza en Asia.

Corrupción generalizada

«La corrupción desvía recursos de los pobres a los ricos, conduce a una cultura de sobornos y distorsiona el gasto público, disuadiendo a inversores extranjeros y obstaculizando el crecimiento económico».[4] La corrupción ha puesto trabas considerables a la reducción de la pobreza en Asia. Países como China, India, Bangladés, Pakistán, Indonesia, Malasia y Filipinas, que juntos representan la mitad de la población mundial, enfrentan todos una corrupción generalizada.[5] Claramente, «la corrupción y la pobreza son dos caras de la misma moneda. Acabar con una puede ayudar a acabar con la otra».[6]

Un enfoque holístico para el alivio de la pobreza en Asia

Población enorme 

Como Asia tiene casi el 60% de la población total del mundo, algunos creen que la alta fecundidad causa la pobreza y que una menor fecundidad es la clave para reducirla. Otros sostienen que la pobreza provoca una alta fecundidad porque los pobres quieren tener más hijos para proporcionar trabajo doméstico y seguridad social durante su vejez.[7]

No obstante, «la pobreza, la desigualdad y la elevada fecundidad están estrechamente asociadas. Los hogares pobres tienden a tener muchos hijos debido, sobre todo, al desconocimiento y falta de acceso a anticonceptivos, la baja autonomía de las mujeres y la demanda de hijos para el sustento económico o del hogar. Estas diferencias de fecundidad perpetúan la pobreza y las desigualdades intergeneracionales».[8] En consecuencia, las poblaciones enormes, unidas a la falta o al mal uso de recursos, son una de las causas raíz de la pobreza en Asia.[9]

Desastres naturales recurrentes

Otra causa raíz del problema de la pobreza en Asia son los desastres naturales recurrentes: inundaciones, tifones, erupciones volcánicas, deslizamientos de tierra, etc. “Los países asiáticos dependen principalmente de la agricultura, la silvicultura y el turismo, todos los cuales pueden verse afectados por desastres naturales. En 2015, la mitad de los desastres naturales del mundo tuvieron lugar en la región de Asia-Pacífico, lo que provocó importantes pérdidas económicas”.[10]

Entre 2014 y 2017, más de 870 millones de personas en Asia perdieron sus medios de vida o fueron reubicadas debido a desastres naturales.[11] La mayoría de los habitantes de barrios marginales de las principales ciudades de Asia provienen de lugares afectados por frecuentes desastres naturales.[12]

Falta de educación

Según ChildFund International, «la pobreza y la educación están inextricablemente unidas, porque las personas que viven en la pobreza pueden dejar de ir a la escuela para poder trabajar, lo que las deja sin las habilidades de lectoescritura y los conocimientos numéricos que necesitan para avanzar en sus carreras. Sus hijos, a su vez, se encuentran en una situación similar años más tarde, con escasos ingresos y pocas opciones fuera de dejar la escuela y trabajar».[13]

A nivel micro, las personas analfabetas son menos productivas, consiguen trabajos peor remunerados y mantienen niveles de vida muy bajos, en su mayoría por debajo del umbral de la pobreza. A nivel macro, los países con poblaciones analfabetas o sin educación no pueden lograr un progreso significativo, no pueden aumentar su producción sustancialmente y, como resultado, sobreviven con un nivel de vida bajo. De modo que la falta de educación es claramente una de las causas raíz de la pobreza en Asia.

Las cuatro dimensiones de la pobreza

La gente suele entender la pobreza como una condición principalmente económica. Aunque éste es ciertamente un aspecto de la pobreza, no capta todo su alcance y efecto. Hay, también, otros tipos de pobreza que enfrenta la gente. En este artículo, nos centraremos en cuatro dimensiones de la pobreza.

Un enfoque holístico para el alivio de la pobreza en Asia

Pobreza económica

Si bien la pobreza es un fenómeno complejo y multidimensional, suele definirse en términos económicos. Las personas son pobres porque carecen de recursos para conseguir las cosas que necesitan. La pobreza económica es la falta de elementos necesarios básicos para el bienestar material. Algunas de estas necesidades básicas son alimentos, ropa, vivienda, agua potable, tierra y otros bienes.

La definición más común de pobreza proviene del Banco Mundial, que considera que la pobreza es una situación en la que una persona vive con ingresos por debajo de 3,20 dólares diarios y la pobreza extrema es una situación en la que una persona vive con ingresos por debajo de 1,90 dólares diarios.[14] El Banco Mundial elabora estas cifras basándose en la línea media de pobreza en los 15 países más pobres del mundo. La pobreza económica suele afectar a los aspectos psicológicos, sociales y espirituales de una persona.

Pobreza social

La pobreza social, también entendida como pobreza relacional, es una grave carencia de conectividad con los demás que las personas necesitan para su bienestar. Implica la falta o denegación de recursos, derechos, bienes y servicios, y la incapacidad de participar en las relaciones y actividades normales de la mayoría de las personas de una sociedad, ya sea en el ámbito económico, social, cultural o político.[15]

La globalización y los mercados laborales han contribuido también a la pobreza social. Por ejemplo, aproximadamente 3,5 millones de nepalíes (el 14% de la población total) trabajan en el extranjero.[16] Aunque las remesas de los trabajadores emigrantes desempeñan un papel vital en el sostenimiento de la economía nacional, crean pobreza social en forma de soledad, problemas matrimoniales, problemas de crianza, crisis de identidad y otros problemas sociales.

Pobreza psicológica

La pobreza psicológica ocurre cuando una persona tiene un estado mental malsano y deficiente. Los pobres tienden a creer no solo que son pobres, sino que seguirán siéndolo. La pobreza psicológica suele ser autoinfligida. La persona que tiene una mentalidad de pobreza es la única que puede salir de ella.[17]

Un enfoque holístico para el alivio de la pobreza en Asia

Johan Janse van Rensburg escribe: «Al investigar el fenómeno de la pobreza, la pregunta no es solo por qué la gente es pobre, sino también y sobre todo, por qué la gente sigue siendo pobre».[18] La pobreza mental entorpece la capacidad de tomar decisiones positivas y encadena a los pobres a un ciclo interminable de pobreza. Por tanto, no se trata de personas pobres, sino de cualquier persona que se considera pobre.[19]

Pobreza espiritual

La pobreza espiritual es el estado de sentirse incompleto ante Dios. Cuando las personas experimentan necesidad, la sensación de estar incompletas y la dependencia, a menudo se sienten abrumadas. Cuando la gente ve su condición rota, no se siente mejor consigo misma, sino que siente que algo está terriblemente mal en su interior. De hecho, no importa si tienen problemas o luchas en la vida o no; siguen necesitando a Dios.

Sobre el tema de la pobreza espiritual, Mateo 5:3 es un versículo que suele aparecer en contextos cristianos evangélicos. En el idioma original, «pobre» en este contexto implica «carente de valor espiritual».[20] Jesús califica esta condición de «bendita» porque ayuda a las personas a acercarse a Dios. La gente necesita la gracia y la misericordia de Dios. Sin embargo, no todos son conscientes de su necesidad. A los que son conscientes de su necesidad, Jesús los describe no solo como «pobres en espíritu», sino como «dichosos».[21]

Un enfoque holístico del alivio de la pobreza

Dado que las cuatro dimensiones de la pobreza están interrelacionadas, la respuesta a las mismas también debería estar integrada. En otras palabras, «romper el ciclo de la pobreza implica un enfoque holístico del desarrollo».[22] En este artículo, utilizaremos el Marco de Desarrollo Holístico[23] para explicar un enfoque holístico del alivio de la pobreza.

El Marco de Desarrollo Holístico es un enfoque para entender la pobreza y responder a ella de manera integral. Este marco propone una integración intencionada del desarrollo económico, psicológico, social y espiritual. El objetivo del desarrollo holístico es el shalom. ¿Qué nos viene a la mente cuando escuchamos la palabra shalom? ¿Ausencia de guerra, sensación de calma, ausencia de conflicto? La palabra shalom suele traducirse como «paz» en español. Pero traducir shalom en una sola palabra no da toda la profundidad y riqueza de su significado.

Shalom es una hermosa palabra hebrea clásica, transliterada como šālôm. La raíz triliteral de la que deriva, ŠLM, significa, en sus diferentes variantes verbales, estar completo, listo; permanecer sano, ileso; mantener la paz; restituir; recompensar, premiar, restaurar; terminar; entregar formalmente; estar en paz.[24] De modo que shalom es una palabra con un significado amplio, que incluye paz, plenitud, completitud, solidez, salud, seguridad y prosperidad, con la implicación de permanencia. Cuando los cristianos evangélicos responden a la pobreza económica, psicológica, social y espiritualmente, los pobres experimentan shalom.

William Carey, considerado el padre de las misiones modernas, dio un gran ejemplo de cómo los cristianos evangélicos deben aliviar la pobreza de manera holística. Además de predicar y plantar iglesias en India, Carey trabajó en la reforma de los sistemas culturales y en el empoderamiento de personas a través de su defensa y sus escritos. Hablar contra el sistema de castas, protestar contra el sati (una práctica de los hindúes en India que inmola a una viuda en la pira de su marido), enseñar agricultura y construir sistemas de educación superior en India son ejemplos de su respuesta holística a las necesidades de la gente en India. Integró todas estas actividades con sus esfuerzos evangelísticos para ayudar al desarrollo holístico de la gente.[25]

Un enfoque holístico para el alivio de la pobreza en Asia

Amar a los pobres como Jesús

Es bueno tener un programa de alimentos una vez a la semana, regalar ropa usada una vez al mes y organizar una fiesta de Navidad una vez al año para los pobres. Sin embargo, aliviar la pobreza requiere mucho esfuerzo, intencionalidad y recursos.

Predicar el evangelio a los pobres, como hizo Jesús, es un aspecto importante para responder a las necesidades espirituales de los pobres. Sin embargo, también alimentó a los 4.000 y a los 5.000 y curó a enfermos, respondiendo a sus necesidades físicas. Además, comió con pecadores y recaudadores de impuestos, y los aceptó tal como eran, respondiendo a sus necesidades sociales y psicológicas.

Es evidente que Jesús respondió a las necesidades de la gente de manera holística. Del mismo modo, cuando abordamos las dimensiones económicas, psicológicas, sociales y espirituales de la pobreza de una manera holística, la gente experimentará shalom. Por lo tanto, es importante que los cristianos evangélicos comprendan y apliquen un enfoque holístico para aliviar la pobreza.

 

Kumar Aryal es es fundador y director ejecutivo de Center for Holistic Development Nepal y profesor de desarrollo internacional y coordinador del doctorado para el sur de Asia en Asian School of Development and Cross-cultural Studies.

Este artículo se publicó por primera vez en la web del Movimiento Lausana y se ha reproducido con permiso.

 

Notas

[1] Mahua Mitra, ‘8 Important Facts About The Causes Of Poverty In Asia,’ January 27, 2018. 

[2] ‘Poverty in Asia,’ World Vision, last modified November 1, 2019. 

[3] Andrew Olse, ‘Evangelicals and International Aid: Insights from a Landscape Survey of U.S. Churches,’ (Medford, MA: The Fletcher School, Tufts University, and South Hamilton, MA: The Center for the Study of Global Christianity, Gordon-Conwell Theological Seminary, 2016), 5. 

[4] Sri Mulyani Indrawati, ‘The way out of poverty and corruption is paved with good governance,’ World Bank Blogs, May 12, 2016. 

[5] Kumar Aryal, Poverty and Development: Evangelical Christian Response to Poverty in the Philippines (Seattle, Washington: Amazon Digital Services LLC, 2019). 

[6] Ruben C. De Lara, ‘Must We Aim for Ending Corruption and Poverty?’ Manila Times, February 22, 2018. 

[7] Thomas W. Merrick, ‘Population and Poverty: New Views on an Old Controversy,’ International Perspectives on Sexual and Reproductive Health, March 1, 2002. 

[8] ‘Population dynamics and inequality in Asia and the Pacific,’ United Nations: Economic and Social Council, Economic and Social Commission for Asia and the Pacific, September 20, 2018. 

[9] Mitra, ‘8 Important Facts’. 

[10] Mitra, ‘8 Important Facts’. 

[11] J. Wood, ‘Why Asia-Pacific is especially prone to natural disasters,’ December 6, 2018. 

[12] Aryal, Poverty and Development. 

[13] ‘Poverty and Education,’ ChildFund International, accessed March 23, 2022. 

[14] ‘Poverty and Equity Brief: East Asia & Pacific – Philippines,’ World Bank Group, October 2019. 

[15] R. A. Levitas, ‘The Concept and Measurement of Social Exclusion,’ in Christine Pantazis, David Gordon, & R. Levitas, eds., Poverty and Social Exclusion in Britain: The Millennium Survey (Bristol, UK: Policy Press, 2006). 

[16] Anita Ghimire, ‘Nepal brief,’ MIDEQ, accessed March 16, 2022. 

[17] Canice Parker, ‘Mental Poverty and Factors of Poverty – Reasons for Famine,’ January 12, 2012. 

[18] Johan Janse van Rensburg, ‘The Psychology of Poverty,’ Verbum et Ecclesia 34, February 28, 2013, (1): 1. 

[19] Anandi Mani, Sendhil Mullainathan, Eldar Shafir, and Jiaying Zhao, ‘Poverty Impedes Cognitive Function,’ Science 341.6149, August 30, 2013. 

[20] Frederick W. Danker and Walter Bauer, A Greek-English Lexicon of the New Testament and Other Early Christian Literature, Third Edition (Chicago, IL: University of Chicago Press. 2000). 

[21] ‘The Problem of Poverty in Asia,’ Compassion International, accessed March 24, 2022. 

[22] ‘The Problem of Poverty in Asia,’ Compassion International. 

[23] Framework adapted from Bruce Wydick, ‘Economists Discover Holistic Development: And 5 Reasons Why It’s Likely More Effective,’ Across Two Worlds, June 29, 2015. 

[24] Ludwig Koehler and Walter Baumgartner, et al., ‘ŠLM,’ Hebrew and Aramaic Lexicon of the Old Testament, vol 4. (Leiden, NL: Brill Academic Publishers, 1994). 

[25] Al Tizon, Transformation after Lausanne: Radical Evangelical Mission in Global-Local Perspective (Oxford, UK: Regnum Books International, 2008). 

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