El Papa abre las puertas del Vaticano a los anglicanos que acepten la autoridad de Roma
El Vaticano anunció el pasado 20 de octubre su disposición a acoger en la Iglesia Católica a los anglicanos que así lo deseen y para ello ha aprobado una Constitución Apostólica (norma de máximo rango) que contempla la concesión de una prelatura personal, similar a la del Opus Dei y a los Ordinariatos Castrenses.
VATICANO · 21 DE OCTUBRE DE 2009 · 22:00
Eso significa que Roma aceptará en su seno a sacerdotes casados (como ya hace con los católicos de rito oriental), aunque los obispos anglicanos que se acojan a la nueva congregación no serán reconocidos como tales; y los pastores anglicanos que entren en ella solteros como sacerdotes no podrán casarse posteriormente.
Los sacerdotes católicos deberán sin embargo seguir manteniendo el celibato obligatorio para mantener su labor sacerdotal, algo que establece una situación cuando menos insólita y un doble rasero de exigencias en el seno del catolicismo romano.
Las comunidades anglicanas que se pasen al catolicismo romano conservarán su patrimonio espiritual y litúrgico anglicano y su prelado personal será elegido de entre ese clero anglicano.
EL ANUNCIO
El anuncio fue hecho por el cardenal William Joseph Levada, prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, y el arzobispo Joseph Di Noia, secretario de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos.
Levada informó que con esta Constitución Apostólica la Iglesia de Roma responde "a las numerosas" peticiones hechas a la Santa Sede por grupos de clérigos y fieles anglicanos de diferentes partes de mundo "que desean entrar en la plena y visible comunión" con la Iglesia Católica y el papado de Roma.
Con ese objetivo, el papa Benedicto XVI ha aprobado una estructura canónica que prevé la creación de "Ordinariatos personales", es decir que las comunidades anglicanas que entren en la Iglesia Católica dependerán de un obispo particular y no del diocesano, como ocurre con el Opus Dei, que depende de un prelado personal.
REACCIÓN ANGLICANA
El arzobispo de Canterbury, Rowan Williams, un progresista que se ha ganado las críticas de los dos sectores del anglicanismo por sus intentos de contentar a unos sin agraviar a los otros, se esforzó por restar importancia al anuncio del Vaticano, que a su juicio "no tiene un impacto negativo en las relaciones de la comunión como un todo con la Iglesia católica".
"No es un acto de agresión, no es una declaración de no confianza. Es business as usual", aseguró. Pero el arzobispo de Canterbury no pudo ocultar su enfado por el hecho de que el Vaticano no sólo no le haya consultado sobre sus intenciones, sino que se haya limitado a comunicarle sus planes hace tan sólo "un par de semanas", según admitió Williams con cara contrariada.
AUTOPISTA DE DOBLE VÍA
El Vaticano sin embargo precisó que en su opinión esta medida está en línea con el compromiso para el diálogo ecuménico.
No es esta sin embargo una actuación que se vea bien desde el anglicanismo, que ve en esta declaración una ostentación de la que el anglicanismo ha huido, aunque en la autovía que va de Roma a Londres el tráfico es de doble sentido. El superávit en las relaciones entre la Iglesia católica y la anglicana correspondería a esta última, tal y como afirmó en un comunicado Carlos López Lozano, obispo diocesano de la Iglesia Española Reformada Episcopal (Comunión Anglicana). Lo que pasa es que, al contrario de lo que hace el Vaticano, ellos, "por cortesía, respeto y discreción" no suelen hacer públicos esos datos, afirma.
La nota de respuesta al anuncio hecho por el Vaticano expresa que según los anglicanos españoles, "desde el siglo XIX la Iglesia de Roma ha intentado de alguna manera absorber el mayor número posible de fieles e iglesias anglicanas". Y ven estas nuevas facilidades como un intento de "aprovechar la situación de debate interno existente en la actualidad en el seno de la Comunión Anglicana en su propio beneficio".
Por último, Carlos López destaca que "los católicos romanos que ingresan en la Comunión Anglicana tienden a integrarse plenamente y asumir su nueva identidad religiosa sin necesidad de la creación de estructuras especiales para ellos. Los que realizan el camino inverso parecen necesitar de estas estructuras de soporte, dando la impresión de no poder asumir plenamente su nueva identidad romana".
BREVE RESEÑA
- La iglesia anglicana se escinde de Roma y es constituida en tiempos de Enrique VI (1491-1547). Reconocía como autoridad última al rey de Inglaterra, que juró mantener y defender la doctrina. Esta autoridad, sin embargo, en el momento actual es más simbólica que real.
- La Reforma protestante llega a la Iglesia anglicana, dividiéndola en dos tendencias teológicas internas (además de algunas escisiones) que se pueden identificar con la "Alta Iglesia" filocatólica y de mayor presencia en la clase alta, y la "Baja Iglesia" filoprotestante y mayoritaria.
- Los anglicanos filocatólicos son los que con mayor frecuencia se han pasado a la Iglesia de Roma. Entre los filoprotestantes la ordenación de mujeres no ha sido un serio problema (aunque haya creado algunas tensiones). Pero sí la aprobación de matrimonios homosexuales, que se interpreta como la consumación de una teología liberal contraria a los fundamentos de la fe cristiana y la Reforma protestante, especialmente la Sola Escritura. Sin embargo los filoprotestantes han tendido a crear grupos propios -independientes o no de la Comunión anglicana-, y en ningún caso se han acercado o integrado en la Iglesia católica.
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Puede leer aquí el Comunicado íntegro de la Iglesia Española Reformada Episcopal (IERE, Comunión anglicana) sobre las normas del Vaticano para acoger a los anglicanos disidentes que así lo deseen en la Iglesia Católica
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