Tras más de quince años de andadura, la Fundación Ayudando a Crecer ve más cerca cumplir su sueño de abrir un colegio evangélico en Sevilla. Aunque no será según lo planeado, dado que las primeras clases -si todo se desarrolla según lo previsto- serán las de secundaria y bachillerato, curso que esperan inaugurar en el mes de septiembre del año 2022, es decir, dentro de solo unos quince meses.

“Ya estamos cerca, aunque todavía no hemos terminado la conquista”, cuenta a Protestante Digital el director del proyecto, Juan José Ruiz, que en todos estos años ha vivido momentos de avance y espera, pero en todo ello “viendo la mano del Señor guiando”.

Ahora el sueño de poder ofrecer una “educación TIV”, es decir, basada en Tecnología, Idiomas y Valores, se encuentra más cerca de cumplirse. “Ya estamos adecuando uno de los tres módulos nuevos que necesitaremos, y después comenzaremos con la construcción del pabellón y del aulario. En secundaria abriríamos clases de 12 a 16 años, para unos 80 alumnos. En bachillerato, por la tarde, se darían Ciencias, Humanidades y Ciencias Sociales, para un total de 64 alumnos”, comenta ilusionado Juan José Ruiz, consciente del camino recorrido hasta ahora y esperanzado de llegar a ese 2022 con el desarrollo del proyecto suficiente. “Será difícil, pero con la ayuda de Dios confío que lo alcanzaremos”, apunta.

Crecimiento gradual

Un camino que comenzó en el año 2005 con el nacimiento de la Fundación, cuyo propósito era dotar de un colegio evangélico en el entorno de Sevilla, enfocado en esos tres pilares ya señalados: la formación en idiomas, en tecnología y en valores. El proyecto cuenta con un ideario evangélico y los profesores también son de esta confesión.

El proyecto tuvo un impulso muy importante cuando en 2010 el ayuntamiento de Dos Hermanas les concedió una parcela para uso docente, donde llevar a cabo la construcción del colegio. “Aquello fue un hito”, explica el director. Pero en estos diez años, el trabajo ha sido parecido al de las hormigas: construir poco a poco los edificios, y a la vez, ir ofreciendo clases de inglés y artes plásticas para darse a conocer a los vecinos. Esas clases comenzaron en el año 2013 y han tenido una excelente acogida, de forma que en la actualidad cerca de 180 alumnos se benefician de estas clases.

Además, en el centro se ofrece también actividades extracurriculares en las que se incide en cuestiones de valores cristianos.

Aunque el plan era empezar con infantil y primaria, para luego dar el salto a secundaria, “Dios nos sorprendió y nos ha dado la vuelta al plan”, explica el director. Ahora espera que se genere interés no solo entre los vecinos, sino también por parte de las iglesias cercanas. “Nos interesa que quienes quieran traer los niños al instituto nos lo digan, ya que estamos creando una lista de futuros alumnos de secundaria y bachillerato (Ciencias, Humanidades y Ciencias Sociales). También estamos interesados en que cualquier profesor evangélico pueda contactar con nosotros, dado que estaremos formando una plantilla para poder dar clases”, explica el director. Para solicitar más información, el correo electrónico es [email protected]

Ilusión

Que el proyecto pueda tener una fecha de apertura es algo que genera una gran ilusión en el equipo. “Son muchos años esperando en el Señor y viendo sus maravillas, pero quedan todavía batallas. Tenemos una pre-autorización de la Consejería de Educación para implantar secundaria y bachillerato, ya tenemos la entrada en el registro para la solicitud del centro, y se abren dos frentes: por un lado tenemos que construir lo que falta, y por otro lado tenemos que seguir con la tramitación para la apertura del centro. En el próximo año estaremos edificando y respondiendo a Educación con respecto a todo lo necesario para ponerlo en marcha”.

Para todo ello, Juan José Ruiz pide el apoyo en oración, y también expresa su agradecimiento para aquellos que quieran realizar alguna donación económica. De esta forma, lo que parecía un sueño hace quince años, está ahora más cerca de hacerse realidad.