Juan Calvino: la decisión trascendente

La vida de Juan Calvino dará un giro radical tras su acercamiento a Dios. Tras convertirse al luteranismo, el futuro reformador sufrirá el destino del pueblo francés que aceptó la Reforma. Calvino fue un alumno aplicado y en 1528 conseguirá el título de maestría en artes. En ese momento tenía que tomar la decisión de comenzar la carrera religiosa a la que le había destinado su padre. Mientras las dudas asaltan a Juan en París, en su ciudad natal, Noyon, las cosas no parecían marchar muy bien a su padre. Los canónigos de la catedral querían quitarle su puesto de contable y la pensión de Juan peligraba. Gerardo, el padre de Juan, le escribe para comunicarle su deseo de que a partir de ese momento se dedique a estudiar derecho para convertirse en abogado. Juan, obediente a su padre, se traslada a Orleáns, para estudiar leyes. En seguida destacó en la nueva carrera y se convirtió en la mano derecha de Pierre de l’Etoile, uno de los mejores profesores de la facultad. El joven Calvino dedica esto años a estudiar griego y latín, lee mucho y se preocupa por temas espirituales. Animado por varios amigos, Calvino pasa a la Universidad de Bourges. Tras la muerte de su padre, Juan decidió no volver a casa y pasó el verano y el otoño en París, para recibir la licenciatura en derecho en 1532. El mismo año de su licenciatura Calvino escribió su primer libro De clementia. En el que habla sobre la obra del filósofo Séneca. En aquel periodo vive en la casa de un protestante y recibe una gran influencia de él. ¿Cuándo se convirtió Calvino al protestantismo? Se habla de una conversión interior y otra exterior. Calvino tenía una simpatía hacia la Reforma desde 1529. En su libro Comentario sobre los salmos, describe su conversión progresiva y como desde el principio se dedicó a enseñar a otros sus creencias. No sabemos cuanto tiempo estuve viviendo esta especie de clandestinidad reformada, pero en 1533, tras su regreso a París, el apoyo a su amigo, el nuevo decano de la universidad, Nicolás Cop, acabaría por mostrar su fe evangélica al mundo. Continuará.