Francisco de Enzinas: las “novelas” sobre su vida y obra (III)

“La prosa de Francisco de Enzinas era .gallarda y muy precisa, intercalando latinismos y en ocasiones, no exenta de galicismos”.

15 DE SEPTIEMBRE DE 2023 · 09:17

Detalle del grabado de Enzinas ante sus acusadores.,
Detalle del grabado de Enzinas ante sus acusadores.

Habiendo recobrado este libro en latín, escrito por un autor bastante conocido por las gentes doctas, tanto a causa de su piedad, manifestada en sus escritos y en su conversación, como por su saber en las otras ciencias y buenas disciplinas; sabiendo también que se debía dar a luz en breve; yo me he preguntado de que no solamente los que entienden la lengua latina, sino también el pueblo común (a veces más cuidadoso de tales cosas que los grandes y doctor), fuera hecho partícipe.1

Prefacio a la antigua versión francesa de las Memorias de F. de Enzinas

 

En la última sección sobre Francisco de Enzinas, Marcelino Menéndez y Pelayo refiere lo sucedido entre 1545, a su regreso a Wittenberg hasta su muerte el 30 de diciembre de 1552. En marzo de 1545, el reformador Felipe Melanchton escribió a Joaquín Camerario (1500-1574), médico y botánico, amigo suyo: “Ha vuelto a Witemberg nuestro Francisco, librado por divina providencia y sin auxilio de ningún hombre: le he mandado escribir una relación, que te enviaré pronto”.2 La tal relación vendrían a ser las Memorias, de Enzinas, conocidas también como De statu Belgico, deque religione Hispanica: Historia Francisci Enzinas Burgensis, escrita en latín y que concluyó su autor en julio de ese año, aun cuando no se imprimió y de la cual se conservan solamente dos copias, una de ellas completa, en el fondo Palatino de la biblioteca Vaticana. De ese ejemplar “procede la edición hecha en 1862 por la Sociedad Histórica de Bélgica”, agrega el polígrafo.

El rastreo, digno de un detective, que practicó Menéndez y Pelayo siguiendo los documentos de Luis de Usoz y Río, continúa con la mención de que el códice de las Memorias “empieza con una dedicatoria de Arturo Gallo a Melanchton. En ella dice que, habiendo muerto Enzinas y su mujer de la peste en Estrasburgo, dejando dos hijas de corta edad, él examinó los papeles del difunto, y halló entre ellos el De statu Belgicae, que determinó ofrecer a Melanchton y publicarlo”.3 La edición en latín no fue conocida, y la que apareció fue la traducción francesa de 1558, “escrita en tan bella y castiza prosa, que algunos han visto allí la mano de Calvino”, una afirmación muy temeraria.

Francisco de Enzinas: las “novelas” sobre su vida y obra (III)

Felipe Melanchton.

Jonathan L. Nelson, en su tesis doctoral sobre Enzinas, se extiende sobre los entretelones de la publicación y traducción de esta importante obra (todo el capítulo VI está dedicado a ella), ubicados en el contexto de sus demás obras literarias:

Después de que Enzinas terminó el manuscrito en latín en julio de 1545, no volvió a mencionar la obra en sus escritos. ¿Por qué no lo publicó? No habría dudado a causa de sus elementos polémicos, pues en 1546 publicó en Basilea otras obras atacando la religión conservadora, la Historia Ioannis Diazii y las Annotationes sobre las actas del Concilio de Trento. Así que hay que buscar una explicación en otra parte. Una posible razón es que sus temas personales y contemporáneos no encajaban bien con su vocación de publicar textos antiguos para la nación española, por lo que es posible que él mismo haya rechazado o pospuesto su impresión. También es posible que estuvo sin el manuscrito durante cuatro años: cuando partió de Wittenberg en junio de 1546; dejó atrás la mayoría de sus libros y manuscritos, y pidió a Melanchthon que se los enviara cuando se instalara en una nueva residencia; sin embargo, se interpuso la Guerra de Esmalcalda y sus posesiones las recuperó hasta el verano de 1550. Si su manuscrito de De statu Belgico estaba entre lo que quedó allí, tiene sentido que no lo publicara, porque en ese momento, cuando le llegaron sus propiedades, estuvo muy involucrado en la impresión de traducciones de Luciano, Plutarco y el Antiguo Testamento, y en medio de estas actividades le sobrevino la muerte temprana. En cualquier caso, no existe ninguna edición de De statu Belgico realizada durante la vida del autor y, de hecho, aunque se publicaron traducciones de la obra al alemán y al francés cinco o seis años después de la muerte de Enzinas, el texto original en latín no apareció impreso sino hasta 1864.4

Rafael Sánchez Domingo refiere más detalles sobre la traducción: “Se trata de L'Histoire de l'estat dupais, et de la religión d’Espagne, de François du Chesne, A.S. Mariae, par François Perrin, MDLVII. Se trata de un libro raro, sobre todo en España. La edición de la Sociedad de Historia de Bélgica comprende numerosos documentos justificativos referentes al proceso de los luteranos de Lovaina. En el Martirologio de Estrasburgo, de Luis Rabus (1557) contiene la traducción del latín al alemán, de la mayor parte del libro de Francisco de Enzinas, aunque hay extractos más breves en el Martirologio de Ginebra; en la Historia martyrum, de Enrique Pantaleón y en el Book of Martyrs”.5 No obstante, Nelson sugiere que hubo, quizá, una edición latina, basándose en las palabras del traductor al francés. “Recuperado, este libro en latín, [...] es difícil decir que no sólo los que entienden la lengua latina, sino también la común popular (algo más cuidadosos con tales cosas, que los grandes y los eruditos) fue participante”.6

Francisco de Enzinas: las “novelas” sobre su vida y obra (III)

Memorias de Enzinas, edición reciente.

Sobre sus virtudes literarias, Menéndez y Pelayo ya se había pronunciado y agrega: “El mérito literario puede y debe encarecerse mucho. [C.L.] Campan [en su edición de 1862] ha dicho con razón que el libro de Enzinas está en el más hermoso estilo del siglo XVI, que el interés es poderosísimo, y que hay momentos de verdadera elocuencia. El autor poseía facultades narrativas y dramáticas muy poco comunes, y dibuja vigorosamente las situaciones y los caracteres, hasta el punto de dar a sus Memorias toda la animación de una novela”.7 Con anterioridad había calificado así dicha obra: “Libro de los más peregrinos de la bibliografía española, lleno de noticias curiosas para la historia de nuestros heterodoxos”.8

El autor de la Historia de los heterodoxos españoles no escatima elogios:

Es de los pocos españoles que han sobresalido en el género autobiográfico. Aunque generalmente exacto en sus relaciones, en lo poco que nos es dado comprobarlas, el tono de la obra es el de un apasionado sectario; pero esta circunstancia, que le quite autoridad como historiador, da brío y movimiento a su estilo, y a nosotros mucha luz para comprender lo arrebatado de las pasiones religiosas en el siglo XVI. Toda la historia de Gil Tielmans, pero sobre todo los razonamientos que preceden a su muerte y la descripción de su suplicio, son de alto y legítima belleza. Añádase a esto lo rico y brillante de la prosa latina que nuestro Dryander usa, y se tendrá idea de este libro singular, de tan nuevo y juvenil color, a pesar de estar escrito en una lengua muerta.9

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Memorias de Enzinas, portada.

Por su parte, Sánchez Domingo se expresa de este modo: “…se trata de una obra del siglo XVI escrita en un estilo hermoso y discursivo, caracterizado por su transparencia y elocuencia; La prosa de Francisco de Enzinas era gallarda y muy precisa, intercalando latinismos y en ocasiones, no exenta de galicismos; el autor estaba dotado de facultades narrativas y dramáticas, por ello dibujaba vigorosamente tanto las situaciones como los caracteres, hasta el punto de dar a sus Memorias el sentido de una novela magistralmente relatada”.10 Finalmente, Francisco Socas, en su edición de la obra en latín hizo un resumen de las características lingüísticas y gramaticales de libro, subrayando su calidad idiomática:

El lenguaje de este libro es claro y está imbuido del rico y placentero jugo de la pura latinidad. y la narración conserva tanto el brillo como la lágrima, cuando el autor recuerda lo que ha visto y lo que él mismo ha experimentado. para que puedas encontrar en él una especie de exposición, la verdad de las cosas. sin embargo, hay ciertas cosas que parecen contradecir la norma en el texto, como las llamadas interrogativas indirectas estructuradas de manera indicativa, y algunas palabras aparentemente torpes, que se deben más bien al ardor y la precipitación del pensamiento que a la indolencia o negligencia del escritor. porque es de extrañar con qué acuerdo nuestro casi joven Francisco pudo, como dice Horacio, hablar con la boca redonda y realizar un trabajo sincero, agradable y excelente.11

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Manuscrito de Memorias de Enzinas.

El resto de la “novela” de Menéndez y Pelayo se ocupa de los demás proyectos de Enzinas, entre traducciones de autores griegos y latinos, y otras obras originales de tema religioso e histórico.

 

Notas

1 F. de Enzinas, Memorias. Historia del Estado de los Países Bajos, y de la religión de España. Tomo I. Trad. de Adam F. Sosa. Buenos Aires-México, Ediciones La Aurora-Casa Unida de Publicaciones, 1944 (Obras clásicas de la Reforma, VII), p. 9.

2 M. Menéndez y Pelayo, Historia de los heterodoxos españoles. Erasmistas y protestantes. Sectas místicas. Judaizantes y moriscos. Artes mágicasMéxico, Porrúa, 1982 (“Sepan cuantos…”, 370), p. 137La fuente de la carta es el Corpus Reformatorum, citado en la Bibliotheca Wiffeniana con los demás pasajes relativos a Enzinas

3 Ídem.

4 J.L. Nelson, Francisco de Enzinas (Dryander) and Spanish evangelical humanism before the Council of Trent. Tesis doctoral, Universidad de Manchester, 1999, p. 167. Versión propia.

5 R. Sánchez Domingo, “Francisco de Enzinas: entre la heterodoxia y la búsqueda de la verdad”, en Revista de la Inquisición, 2005, 11, p. 120, nota 27.

6 J.L. Nelson, op. cit., p. 168. 

7 M. Menéndez y Pelayo, op. cit. Énfasis original.

8 M. Menéndez y Pelayo, Biblioteca de traductores españoles, tomo II, en donde este autor se refiere a las Memorias y anuncia que en Historia de los heterodoxos ampliaría el tema. Ver aquí.

9 M. Menéndez y Pelayo, Historia de los heterodoxos españoles…, op. cit.

10 R. Sánchez Domingo, op. cit., p 120.

11 F. Socas, “Praefatio”, en Francisci Enzinatis Bvrgensis, Historia de statv Belgico deqve religione hispanica. Stuttgart-Leipzig, B. G. Teubner Verlagsgesellschaft, 1991, p. VIII. Versión propia. Cf. N.E., “Memorias hace visible a Enzinas en el siglo XXI”, en El Correo de Burgos, , 22 de noviembre de 2017.

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