‘La Reforma involuntaria: cómo una revolución religiosa secularizó a la sociedad’, de Brad S. Gregory (1)

Gregory plantea la pregunta crucial acerca de por qué importa la Reforma protestante hasta hoy y la responde brillantemente.

09 DE OCTUBRE DE 2020 · 08:30

Brad S. Gregory,
Brad S. Gregory

La razón, digo, es eterna palabra cierta de Dios, mucho más antigua y cierta que los escritos y ceremonias, de acuerdo con la cual Dios enseñó lo suyo propio antes de que hubiera ceremonias y textos, y de acuerdo con la cual él seguirá enseñando cuando ya no existan las ceremonias y los escritos, de tal manera que los seres humanos puedan ser verdaderamente enseñados por Dios.[1]

Sebastián Castelio

 

Dios, las doctrinas, las iglesias, la moralidad, la buena vida y el conocimiento. Pocas veces tan bien resumido en pocos términos los aspectos básicos a los que se debe aludir, mente, cuando se aborda el estudio del impacto de la Reforma Protestante en el mundo occidental. Ésta es la estructura desarrollada por el Dr. Brad S. Gregory, profesor de historia moderna de Europa en la Universidad de Notre Dame desde 2003, con estudios en la Universidad Católica de Lovaina y en la de Princeton. En la Universidad de Arizona fue discípulo del prestigiado historiador holandés Heiko Oberman, fallecido en 2001. Asimismo, ha sido profesor en la universidad de Stanford (1996-2003). Entre sus publicaciones se cuentan: Salvation at stake: Christian martyrdom in Early Modern Europe (Salvación en riesgo: martirio Cristiano en la tempara Europa moderna, 1999), que recibió seis premios; The Forgotten Writings of the Mennonite Martyrs (Los escritos olvidados de los mártires menonitas, 2002, editor); Seeing things their way: Intellectual History and the Return of Religion (Viendo las cosas a su manera: historia intelectual y el retorno de la religión, 2009, coeditor); The history of Christianity in the Reformation era (Historia del cristianismo en la época de la Reforma, 2015); y Rebel in the ranks: Martin Luther, the Reformation, and the conflicts that continue to shape our world (Rebelde en las filas: Martín Lutero, la Reforma y los conflictos que contribuyeron a moldear nuestro mundo, 2017), un primer e importante acercamiento al protagonista principal de las reformas religiosas que anticipa el estudio posterior de su autor. En ese volumen, Gregory plantea la pregunta crucial acerca de por qué importa la Reforma protestante hasta hoy y la responde brillantemente, partiendo de al menos tres enunciados concretos: importa porque fue fruto de unas duras condiciones de vida, porque la religión es más que la mera religión y porque se trata de una tradición cristiana heredada. Así concluye la introducción:

Las disputas religiosas inspiraron el secularismo. Los desacuerdos sobre la Palabra de Dios y la voluntad divina permanecieron intratados. Para encontrar respuestas persuasivas a preguntas sobre política, ley, moralidad y sociedad, los desacuerdos sobre Dios deberáin haber quedado de lado. El pensamiento político y moral de la Ilustración y las filosofías seculares de la era moderna nacieron de los conflictos divisorios entre los cristianos de la época de la Reforma. La mayor parte de las personas, sin embargo, no están conscientes de cómo han sido influidas por las ideas que surgieron en respuesta a la Reforma. Tampoco lo están acerca de que las instituciones modernas se generaron, tal como son, con el propósito de atender problemas heredados desde la Reforma. Actualmente, el derecho individual políticamente protegido para creer lo que se quiera, siempre y cuando se obedezcan las leyes del Estado es una consecuencia involuntaria [unintended] de los desacuerdos religiosos no resueltos de la Reforma.[2]

En 2012, Gregory dio a conocer, precisamente, The unintended Reformation: How a religious revolution secularized society, el cual, más tarde, como parte de una larga tradición editorial practicada por el Fondo de Cultura Económica desde su fundación (pues ha publicado obras sobre la Reforma Protestante de Wilhelm Dilthey, Ernst Troeltsch, Lucien Febvre, Marcel Bataillon, George Williams, Alicia Mayer y José C. Nieto, entre otros) editó a principios de 2020 la traducción al español con el título La Reforma involuntaria: cómo una revolución religiosa secularizó a la sociedad. En primera instancia, llama fuertemente la atención el adjetivo que se adjudica al conjunto de movimientos religiosos transformadores del siglo XVI que, por lo general, fue visto como una tendencia uniforme y claramente dirigida al cambio de rostro de la cristiandad de finales del Medioevo y principios de la modernidad. Esta visión es contrastada por la posibilidad real de que, en realidad, se trató de una serie de movimientos que, sin saber bien a bien qué rumbo tomarían sus iniciativas, contribuyeron a modificar de manera definitiva el mapa religioso europeo y los posteriores desarrollos en otros continentes.

Incluso los matices que ofrece cada palabra en inglés y español (unintended e involuntaria, lo no intencionado y lo que se ejecuta sin proponérselo) sirven para anunciar lo que Gregory se propuso llevar a cabo con este estudio tan minucioso, pues en más de 650 páginas discute los efectos, en los siglos posteriores de las reformas religiosas, en sus respectivas variantes, en la conformación ya secularizada de las sociedades modernas. Es allí donde los seis temas propuestos y que representan los capítulos de la obra funcionan como ejes alrededor de los cuales la exposición detallada del asunto se despliega ricamente para dialogar con planteamientos anteriores al respecto y cuestionar muchos de los argumentos conocidos.

Los títulos de los capítulos siguen una impecable lógica “teológicamente vertical” que desglosa los temas en un orden de sabor escolástico, de no ser porque están conformados por un análisis cuya actualidad resulta muy pertinente, pues parte de las alturas de la afirmación estrictamente religiosa para desembocar en la del conocimiento: “La exclusión de Dios” (revisión de los procesos de abandono social de la religiosidad); “La relativización de las doctrinas” (el debate ideológico desde los reformadores al interior de las iglesias); “El control de las iglesias” (el dominio de los Estados sobre las nuevas iglesias nacionales); “La subjetivización de la moralidad” (el tránsito de la moral del ámbito comunitario al privado); “De la vida buena a la buena vida” (papel de la Reforma en el surgimiento del espíritu capitalista); y por último, “La secularización del cvonocimiento” (los caminos de la paulatina y definitiva autonomía de la ciencia).

Carolina Pereira, en una amplia reseña a propósito de la aparición de la obra original, afirma que su idea fundamental es

el desacuerdo acerca de qué es verdad y cómo se debe vivir que surgió en el contexto cristiano de principios del siglo XVI no ha cesado y ha promovido la visión de la religión como algo separable del resto de la vida. A su juicio la Reforma falló —como el cristianismo medieval que la precedió y después la Ilustración—, porque se proponía recuperar la pureza del cristianismo pero trajo consigo un mundo secularizado. Los rasgos que caracterizan este mundo secularizado son problemáticos y el autor no sólo los expone históricamente sino que también estudia sus deficiencias. Ante tal diagnóstico Gregory hace una propuesta: des-secularizar el conocimiento.[3]

En otra reseña del ámbito español, Juan Fernando Segovia destacó el origen estadounidense del libro y cómo las preocupaciones propias de esa cultura (prueba de ello son las disquisiciones sobre política que aparecen en las pp. 37-38), sobre todo por su acusada secularización”, condujeron al autor (de militancia católica, la que se aprecia desde el epígrafe, una cita del pensador laico francés Jacques Maritain) a discutir el papel de la Reforma protestante en ese proceso. Para Segovia, el libro fue “deliberadamente escrito contra una concepción sobre-sustitutiva de la historia, supersessionist notion of history propia del iluminismo progresista, que se niega a reconocer raíces más lejanas y profundas en la modernidad. Causa agente remota ésta, próxima aquélla. Por eso es un libro sobre los orígenes y fundamentos del mundo moderno, que Gregory pone en la Reforma protestante aunque, como dice el título, la secularización consecuente, es algo no intencionado, involuntario de la protesta”.[4] Estos intereses específicos del autor se expresan claramente en la introducción, de título inquietante (“¿El mundo que hemos perdido?”), en la que retoma lo expresado en su libro anterior, colocándolo como propósito de este volumen: “Las ideas y creencias que sirven de base a las teorías modernas fuieron en parte una respuesta a las discrepancias doctrinales no resueltas de la modernidad temprana” (p. 19), algo que muchos investigadores especializados no habían adevrtido y a lo que se consagró fehacientemente en todo el libro. Hacer eso exigía, agrega, “una teoría diferente de la historia, […] que no se conformara con la manera en que los historiadores trabajan de ordinario”. Finalmente, su objetivo fue muy claro: “…comprender cómo Europa y los Estados Unidos llegaron a ser lo que son” (p. 20)

 

Notas

[1] Cit. por Steven E. Ozment, Mysticism an dissent: religious ideology and social protest in the Sixteenth Century.New Haven-Londres, Universidad de Yale, 1973, p. 196, cit. a su vez por Brad S. Gregory, La Reforma involuntaria: cómo una revolución religiosa secularizó a la sociedad.Trad. de José Andrés Ancona Quiroz. México, Fondo de Cultura Económica, 2019 (Historia), p. 166.

[2] B.S. Gregory, “Why the Reformation matters”, en Rebel in the ranks: Martin Luther, the Reformation, and the conflicts that continue to shape our world. San Francisco, Harper Collins, 2017, p. 13.

[3] C. Pereira, recensión de Brad S. Gregory, The unintended Reformation…, enPersona y Derecho, vol. 69, 2013/2, p. 187.

[4] J.F. Segovia, reseña de The unintended Reformation…, enFuego y Raya,núm. 11, 2016, p. 139.

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