Y tú, cuida de ti mismo, de Ester Martínez y Eduardo Bracier

A hombres y mujeres con decisión y compromiso para servir a Dios, les es necesario tener el convencimiento de que pueden descansar en sus brazos eternos, en los que hay seguridad y protección.

02 DE JULIO DE 2020 · 14:46

Detalle de la portada del libro.,
Detalle de la portada del libro.

Y tú, cuida de ti mismo, de Ester Martínez y Eduardo Bracier (Andamio editorial, 2015). Puedes saber más sobre el libro aquí.

Descansa continuamente en él, porque él te ama

“Alma mía, en Dios solamente reposa” (Sal. 62:5)

Sabemos que el Señor tiene grandes cosas preparadas para los que le aman (Ef. 2:10) y le buscan cada día. Estos son hombres y mujeres con decisión y compromiso para servirle a cualquier coste, pero solo pueden hacerlo con el convencimiento de que les es posible descansar en sus brazos eternos, en los que hay seguridad y protección. El salmista, en el texto mencionado como cabecera de este apartado, conoce su necesidad de reposo y sabe dónde buscarlo.

Podemos afirmar con toda confianza que, si de verdad gozas de una relación íntima con el Señor, podrás descansar en él al darte cuenta de una realidad bíblica increíble: “El Señor pensará en mí” (Sal. 40:17). Sabemos que en este texto podemos cambiar el “mí” por el “ti” y seguirá siendo verdad para nuestras vidas y para la tuya; por lo tanto, puedes descansar en él, a pesar de las cargas que, en este momento, estés llevando. Confía en tu Señor y no temas, porque él te ama, piensa en ti constantemente y quiere darte el descanso que necesitas.

Seguro que estas ideas las habrás transmitido centenares de veces a otros, pero ¿eres consciente de que él te ama a ti y piensa en ti continuamente? Confiamos en que ese tesoro lo guardes tú, en primera persona, para revivirlo cada día y en cada momento. ¡Practica hoy! Puedes repetirte, una y otra vez: “Dios me ama, ¡bien lo sé! y, por lo tanto, puedo apoyarme y descansar en él”.                                 

Pero recuerda que la comunión con tu Salvador y Señor es esencial para una vida de servicio victoriosa que genere, a la vez, descanso, gozo y paz. La mayoría de nuestros lectores recordarán una de las líneas del himno que dice: “¿Está el hombre desprovisto de paz, gozo y santo amor? Esto es porque no llevamos todo a Dios en oración”.           

Nuestro Padre celestial quiere que “nuestro gozo sea cumplido” (Jn. 16:24) y que nada nos preocupe ni aparte nuestra vista de la meta fundamental de nuestra vida. Para eso, hemos de hacer venir continuamente a nuestra mente el mandato / recomendación del apóstol Pablo, en la carta que escribe a los Filipenses: “Por nada estéis preocupados, llevad toda carga al Señor en oración, con acción de gracias y, entonces, el Dios de paz llenará vuestro corazones” (Flp. 4:6-7) y podréis descansar.

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