Como vasijas abiertas

“Entra en una amistad real con Él, ven al océano del Espíritu Santo y llena tu vasija con su poder.” Pastores Ricardo y M. Patricia Rodríguez

“Todo Evangelio que le venda la ilusión de que usted es el tesoro y no el barro, es falso.” Yokoj Kenu

Soy barro... “Tú eres el alfarero, Tú eres mi creador.” Is 64: 8

“Pero tenemos este tesoro en vasos de barro, para que la excelencia del poder sea de dios y no de nosotros.” 2ª Cor. 4: 7

No hace mucho leí algo que me encantó; siempre toca mi corazón el saber que soy una vasija en las manos de mi Creador; su amor al formarme con esmero y el poder comprobar que cuando algo sale mal conmigo, no me deshecha... me vuelve a tomar y me hace de nuevo para que pueda ser útil en sus manos, y este humilde barro pueda contener todo de él y ser un instrumento para poder llevar al mundo su mensaje. No importa la humildad de mi barro, importa lo que lleva dentro y como puedo esparcirlo con su gloria y su poder, ¡sólo el suyo!

Permitid qué os deje unos párrafos de El libro de los misterios de Jonathan Cahn:

“........ Era por la mañana. El maestro llegó a mi cuarto sosteniendo una pequeña vasija de barro.

“Una pregunta”, dijo. “¿Puede lo que es pequeño contener lo que es grande?”.

“No”, respondí yo.

“¿Puede lo que es finito englobar lo que es infinito?”

“No”, dije de nuevo.

“Pero puede”, replicó él.

“¿Cómo?”

Elevó la vasija y le quitó la tapa.

“Puede”, dijo otra vez. “Puede si es una vasija abierta. Una vasija cerrada nunca puede contener nada que sea mayor que su propio tamaño; pero una vasija abierta no tiene limitaciones. Ahora puede contener el soplido del viento o el torrente de la lluvia; incluso podría contener la corriente de un río.”

“Tomaría mucho tiempo contener un río.”

“Podría tomar una eternidad, pero el principio es el mismo.”

“Y la razón por la que usted me muestra esto es...”

“¿Qué es mayor, lo que usted conoce o lo que no conoce?”

“Lo que no conozco, diría yo.”

“Entonces, es sabio que usted busque lo que no conoce.”

“Supongo que sí.”

“Pero ¿cómo contiene lo que es mayor que usted… lo que es mayor que su capacidad para comprender?”

“Siendo una vasija abierta”, dije yo.

“Sí”, dijo el maestro, “solamente si usted se abre puede llegar a conocer lo que no sabe ya; y solamente convirtiéndose en una vasija abierta puede contener lo que es mayor que usted mismo. La verdad es siempre más grande que nuestro conocimiento. Su mente y su corazón son finitos, vasijas de barro; pero la verdad no tiene fin. Dios no tiene fin. El Eterno es infinito… siempre está fluyendo.”

“Como el río”, dije yo.

“Sí”, replicó él, “pero cuando la vasija se abre, se vuelve ilimitada, y puede contener las aguas del río… Así que abra su mente, su corazón y su vida, porque solamente la vasija abierta y un corazón abierto pueden contener la infinidad de Dios........”

Dice la Escritura:

Si solo nos miran a nosotros, quizás no perciban el brillo, pues llevamos este mensaje precioso en vasijas de barro sencillas que son nuestras vidas ordinarias; con el objetivo de que nadie confunda el incomparable poder de Dios con nosotros. (2ª Corintios 4:7)

Señor, Creador y Salvador de mi vida... ¡Ayúdame a ser esa vasija que has creado de nuevo y a permanecer siempre abierta dejando que tú me llenes cada día más! Permite que este humilde barro opaco esté cada día más lleno de ti, y que en los lugares más oscuros tu gloria pueda con mi opacidad y brille tu poder. Sólo quiero ser un instrumento en tus manos y llevar al mundo tu luz, tu consuelo, tu verdad y todo tu mensaje de amor.