Las siete leguas de la amistad

“No sé por qué, pero hoy me ha dado por extrañarte, por echar de menos tu presencia.”

“Alguien me dijo que el olvido está lleno de memoria.”

“Me gusta la gente que vibra, que no hay que empujarla, que no hay que decirle que haga las cosas, sino que sabe lo que hay que hacer y que lo hace. La gente que cultiva sus sueños hasta que esos sueños se apoderan de su propia realidad.”

“Todos necesitamos alguna vez un cómplice, alguien que nos ayude a usar el corazón.”

Mario Banedetti

Tenemos unos amigos muy queridos y desde hace tanto, tanto... que cada vez que podemos disfrutar de estar con ellos, es una auténtica delicia que nos llena el corazón.

No hace mucho pudimos disfrutar de esa amistad y fue muy especial, hacía tiempo que no podíamos estar juntos. Uno de ellos tiene una preciosa costumbre, antes de comenzar a comer o a cenar pide qué hagamos un brindis especial, nos ponemos de pie y levantamos nuestras copas acercándolas, entonces cada uno tiene que decir algo, lo que quiera, algo bonito que pueda bendecir nuestra amistad. La última vez que estuvimos juntos, todos estábamos bastante cansados por carga de trabajo, “fin de curso” con todo lo que conlleva; pero lo cierto es que fue muy especial, y alguien dijo: “ Yo brindo por nuestra bendita amistad y deseo que sea como la del gato de las botas de siete leguas, que cuando alguno nos necesite por algún motivo, corramos a su lado tan rápidamente como ese gato tan especial para ayudar, acariñar, bendecir y dar todo lo bueno que hay dentro de nosotros”. Lo cierto es que me pareció una idea tan deliciosa, que no logro sacármela del alma; cada uno dijo lo que salió de su corazón y luego este amigo hizo como suele hacer siempre, oró dando gracias al Señor por todo y terminó diciendo.... “ Y todo lo demás, lo dejamos en tus manos”.

Aquella noche fue larga, charlamos, reímos, pudimos disfrutar de miles de momentos absolutamente encantadores que no puedo olvidar y que me hicieron pensar mucho en el tema de la amistad.

No hace demasiado tiempo, una muy querida amiga me envió un mensaje con una preciosa frase; no decía el autor, entiendo que es una especie de post, pero me atrapó el alma:

“Si haces una lista de amigos, hazla con lápiz. Más adelante el tiempo te dirá porqué.”

En estos tiempos que corren, todos tenemos muchos, no sé como definirlo... amigos, conocidos, personas a las que apreciamos, contactos...... Eso es una cosa; pero otra muy distinta son esos amigos del alma, esos pocos ¡pocos! Que jamás nos van a fallar, decepcionar, esos que siempre acuden a la llamada de nuestra sangre, y lo cierto es que la frase que os dejé hace un momento me parece que encaja perfectamente con lo que quiero transmitir.

Si vamos a las Escrituras hay infinidad de textos que nos hablan de la amistad, del amigo verdadero, del amigo falso........ Aunque siempre hay uno muy especial para mí:

“Hay quienes parecen amigos, pero se destruyen unos a otros; el amigo verdadero se mantiene más leal que un hermano.” (Proverbios 18: 24)

Y si nos movemos en áreas infinitas, dice Jesús:

“No hay un amor más grande que el dar la vida por los amigos. Ustedes son mis amigos si hacen lo que yo les mando.Ya no los llamo esclavos, porque el amo no confía sus asuntos a los esclavos. Ustedes ahora son mis amigos, porque les he contado todo lo que el Padre me dijo.” (Juan 15: 13-15)

Dejo con todos vosotros algo muy especial para mí: por un lado, un inolvidable poema de Pablo Neruda, y a continuación una preciosa canción que llena mi alma por completo cada vez que la escucho...

Algunas amistades son eternas

Algunas veces encuentras en la vida

una amistad especial:

ese alguien que al entrar en tu vida

la cambia por completo.

Ese alguien que te hace reír sin cesar;

ese alguien que te hace creer que en el mundo

existen realmente cosas buenas.

Ese alguien que te convence

de que hay una puerta lista

para que tú la abras.

Esa es una amistad eterna...

Cuando estás triste

y el mundo parece oscuro y vacío,

esa amistad eterna levanta tu ánimo

y hace que ese mundo oscuro y vacío

de repente parezca brillante y pleno.

Tu amistad eterna te ayuda

en los momentos difíciles, tristes,

y de gran confusión.

Si te alejas,

tu amistad eterna te sigue.

Si pierdes el camino,

tu amistad eterna te guía y te alegra.

Tu amistad eterna te lleva de la mano

y te dice que todo va a salir bien.

Si tú encuentras tal amistad

te sientes feliz y lleno de gozo

porque no tienes nada de qué preocuparte.

Tienes una amistad para toda la vida,

ya que una amistad eterna no tiene fin.

Pablo Neruda

Espero haber sido de bendición, con amor en el más grande amor de mis amores ¡Cristo Jesús!