“Es poco coherente querer enseñar a nuestros hijos a tener una relación personal con Dios si no la ven en nosotros”
Unos padres en una iglesia local de Barcelona ponen en marcha un ‘Curso de capacitación para padres’ con la voluntad de que sea “una herramienta de apoyo”.
BARCELONA · 01 DE AGOSTO DE 2024 · 15:00

La gestión de conflictos, la incidencia de la pornografía entre jóvenes y el reconocimiento del peligro en las redes sociales. Son algunas de las temáticas que se abordarán en el Curso de capacitación para padres que organiza Gianluca Ciuchi Davie, junto con otras personas, a través de la plataforma ‘Padres con un propósito’ y de la iglesia evangélica en la calle Trévol de Barcelona.
Se trata de un programa que dura lo mismo que un curso escolar, de septiembre (2024) a junio (2025), y que se divide en nueve sesiones temáticas magistrales cada 5 ó 6 semanas. Una respuesta, dice Gianluca, a la “falta, en general, de conocimiento y de recursos que como cristianos tenemos” y que tiene la voluntad de aunar fuerzas. “Es importante hacer piña como cristianos que afrontamos las mismas cuestiones”, añade.
Un programa que combina formación de carácter técnico y científico con evaluación y aplicación de los valores bíblicos a la vida de la familia. “Podemos acumular mucha sabiduría, como decía Salomón, pero si no está bajo el control de Dios es vanidad”, agrega.
La primera sesión del curso es gratuita y para las demás hay descuentos disponibles. Desde la organización también han activado la opción de un 2x1 pensada para matrimonios que quieran asistir juntos.
Pregunta: ¿Por qué ponéis en marcha esta iniciativa desde una iglesia?
Respuesta: En un principio, la idea era que esto fuera una iniciativa sin la marca de ninguna iglesia en concreto, pero por las circunstancias intentamos apoyarnos en proyectos similares ya existentes y pedir la colaboración de otras iglesias y organizaciones. Algo que no salió adelante. Sin embargo, pensamos que debíamos organizar algo porque la necesidad está ahí. No por el hecho de no tener una estructura podemos privarnos de escuchar lo que necesitamos. Pero para tener amparo lo propusimos a los ancianos de nuestra iglesia en Calle Trévol y les pareció bien comenzar con este primer año. Así comenzamos. No obstante, no tiene que verse como un proyecto solamente de iglesia, sino como una propuesta o iniciativa por parte de una iglesia local pero abierta para todos.
P: Hablas de una necesidad. ¿A qué necesidad pretende dar respuesta este proyecto?
R: Hace algunos meses hablaba con una persona que es especialista en todo este ámbito y me decía que las cosas han cambiado mucho en las últimas décadas en cuanto al rol de los padres, el conocimiento de los hijos y lo que reciben ellos del mundo que nos rodea. Es un contexto difícil. En familias con varios hermanos que son alumnos de instituto, los padres acaban dicotómicos porque no entienden que con tan pocos años de diferencia se produzca un cambio tan radical.
La realidad es que, tanto nuestros hijos como nosotros, hemos vivido una gran transformación en los últimos años, sobre todo por cómo se acercan al conocimiento, a través de internet y de las redes sociales. Sin darnos cuenta hemos trasladado la utilidad que puede obtener un adulto de todas estas herramientas, con su criterio de análisis y de valoración, a un niño de apenas dos años que está en la mesa de un restaurante viendo dibujos en un dispositivo electrónico para que los padres puedan comer tranquilos. Y no es solo una cuestión de ciencia, pensando en la afectación que algo así tienen en el crecimiento de la corteza prefrontal de niños que todavía no tienen un cerebro preparado para ver imágenes con esa frecuencia de frame. También es una cuestión de valores. Conocemos la situación en la que vivimos y cómo se refleja en el aspecto escolar a todos los niveles. Ahora que nuestros tres hijos acaban la primaria y van al instituto nos damos cuenta de que estamos ‘bombardeados’ por cuestiones como la ideología de género. Y en ese tema, aunque sabemos que es contrario a la Palabra de Dios, nos faltan puntos de referencia a nivel científico, social y mediático que nos puedan hacer valer nuestras razones. Personalmente, me ha sorprendido ver cómo otros padres, a pesar de que desconocen el tema, al final lo acaban haciendo suyo.
Estamos en una sociedad permeada de todo este pensamiento y nuestros hijos comienzan a comprenderlo así en las historias que ven y leen, y en la enseñanza que reciben. Parece que hay demasiadas cosas que nos perdemos y, quizá, por eso hay que salir un poco del cliché de escuchar únicamente a profesionales cristianos. Cuando hay ciencia, también debemos escuchar, porque la ciencia la ha creado Dios y el pensamiento coherente nos interesa oírlo. Justamente porque es de Dios. De hecho, en una siguiente edición de este curso, consideramos necesario abordar también el tema de la ideología de género y lo haremos con la colaboración de un facultativo universitario y escritor que es declaradamente ateo y que ejerce su profesión de psicólogo convencido de que toda esta ideología es absurda.
Esta falta, en general, de conocimiento y de recursos que como cristianos tenemos nos ha impulsado a desarrollar la iniciativa. No se trata de que cada uno se documente como pueda, porque luego nos sentimos aislados. Esto no es verdad. Es importante hacer piña como cristianos que afrontamos las mismas cuestiones.
P: Por lo que dices, imagino que una idea que subyace en todo este programa es que la Biblia realmente puede marcar la diferencia a la hora de afrontar algo como la maternidad y la paternidad.
R: El curso se estructura en nueve sesiones, cuatro de las cuales son técnicas y tres de estas las llevan profesionales cristianos. Las otras cinco son de carácter más espiritual. Quizá, a nivel de reclamo, hubiera tenido más sentido jugar el comodín de situar la sesión con el experto de más renombre del que disponemos al inicio del curso, pero como cristianos hemos pensado que el primer enfoque debe ser el de la Palabra de Dios. Por eso, el programa comienza con una sesión sobre hábitos cristianos y la centralidad de la Biblia en nuestras familias. Al final, podemos acumular mucha sabiduría, como decía Salomón, pero si no está bajo el control de Dios es vanidad.
Nuestro punto de partida es ver qué dice la Biblia para poder ser mejores padres y madres. Sabiendo esto, tendremos la sabiduría necesaria para ser buenos padres y madres para nuestros hijos en todos los ámbitos, fuera de la iglesia también. Es fundamental comenzar una relación de pareja, que luego será un matrimonio y que ya es una familia, aunque no vengan los hijos, y fundamentarlo todo en la Biblia y en una base cristiana. Cambia mucho el modelo de hogar. Y cuando vienen los niños, no podemos apartarnos de la Palabra de Dios, porque toda la sabiduría para poder crecer se encuentra precisamente ahí. Debemos permanecer ahí y volver constantemente. Pero, además, también queremos enriquecernos con otros puntos de vista, porque en el conocimiento hay riqueza, de manera que podamos compartirlo todo con personas que no son cristianas. Si no conocemos otros puntos de vista va a ser difícil dialogar y comprender a otros. Este ha sido un principio muy claro desde el principio. No solo debemos cuidar de la salud más técnica de los padres, sino también de la espiritual, porque los padres son los modelos de los hijos.
Si queremos enseñar a nuestros hijos a tener una relación personal con Dios, pero no la ven en nosotros, es poco coherente. No podemos inculcarles aquello a lo que no estamos dispuestos nosotros. Por eso, la Biblia debe estar muy presente en este programa.
P: ¿Qué resultados os gustaría ver de un esfuerzo como este?
R: El proyecto inicial era que Padres con propósito fuera una asociación o una plataforma, es decir, que pudiera comenzar a través de una página web y hacer la función de foro en el que compartir experiencias, cargas o dudas. Una herramienta de apoyo para padres. Estamos en un bucle que gira de forma tan virulenta que los problemas irán evolucionando. Así que queríamos crear un proyecto que tuviera, incluso relevo. De hecho, alguien me preguntó si se podía hacer en Madrid también. No tengo ningún problema con que si la idea gusta, se replique en otros lugares.
Queremos que la gente acabe el programa no con la solución a todos sus problemas, sino con la sensibilidad y el deseo de investigar más. Si conseguimos generar esto habremos alcanzado un objetivo muy interesante. Por ejemplo, con la cuestión de los trastornos variados, observamos que hay chicos y chicas que llegan a la adolescencia y no saben qué tienen un trastorno, porque los padres tampoco han tenido herramientas para identificarlo. Se trata de que el curso ayude a facilitar herramientas para ayudar en la prevención y detección de cualquier tipo de trastorno.
Antes de empezar a organizar el programa hice una breve investigación de mercado. Varias personas me han dicho que comparten inquietudes. Al final, si tenemos estos grandes valores en las iglesias debemos utilizarlos a disposición de todos.
P: ¿Una forma de resumir la visión general del programa?
R: Como creyentes sí podemos capacitarnos mutuamente y hacernos más fuertes, como padres más responsables pero, sobre todo, como cristianos más activos que contribuyen a iglesias más resilientes. En mis años de experiencia como cristiano siempre he visto que cuando el diablo entra en una iglesia, comienza por una persona, una familia. Arruina la vida de una persona o una familia, y a partir de ahí se abre la división. Si no nos cuidamos, hay más espacio para que Satanás actúe en la iglesia. Si no llenamos la mente y el corazón de nuestros hijos con la Palabra de Dios, alguien se encargará de enseñarles otra cosa, y quizá no nos guste. No podemos desentendernos de nuestros hijos y de la curiosidad que ellos tienen para conocer y entender. Qué mejor fuente pueden ser los padres. Por eso me gustaría que las iglesias tomasen la iniciativa de invitar a sus miembros a participar en iniciativas como este, porque todo redunda en el propio beneficio de la iglesia.
Por eso acabamos el curso con un culto de adoración. Alguien me ha preguntado el motivo, ya que el programa está abierto a personas no creyentes. Pero, ¿por qué no podemos adorar a Dios por lo que nos ha dado, que es un tesoro tan preciado? Ese ha sido el espíritu de la iniciativa.
Por un año más
Puedes encontrar más información en apoya.protestantedigital.com.
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