Seminarios y facultades de teología inician un curso marcado por las exigencias de la pandemia

Los centros que ofrecen formación presencial no renuncian a ella, aunque han potenciado los recursos digitales.

Jonatán Soriano

BARCELONA · 22 DE SEPTIEMBRE DE 2020 · 12:00

La crisis provocada por el coronavirus ha afectado al registro de matriculaciones para estudiar teología de forma presencial este curso. / <a target="_blank" href="https://unsplash.com/@neonbrand">NeONBRAND</a>, Unsplash CC,
La crisis provocada por el coronavirus ha afectado al registro de matriculaciones para estudiar teología de forma presencial este curso. / NeONBRAND, Unsplash CC

Como atípico, al menos, observan y preven el nuevo curso que comienza los seminarios y facultades evangélicas de teología en España. Aunque la pandemia ha sido la gran protagonista a la hora de organizar el transcurso y los formatos de la formación que cientos de alumnos cursarán durante los próximos meses, sin embargo, los centros lo enfocan como un reto y con ánimos renovados. 

“Profesores y alumnos somos conscientes de las limitaciones que nos impone esta ‘nueva normalidad’ inestable en la que nos encontramos, pero hay ganas de volver a las aulas meses después”, asegura el rector de la Facultad de Teología de la Unión Evangélica Bautista de España (UEBE), Julio Díaz. El centro reanudó el 15 de septiembre las clases presenciales de su grado en teología con medio centenar de alumnos, treinta de ellos inquilinos en las instalaciones de su residencia en Alcobendas (Madrid), y en octubre iniciará las de máster. Además, suman otros 60 estudiantes que cursan programas de Certificados de Estudios Teológicos a través de diferentes centros asociados. 

Desde la Facultad Internacional de Teología IBSTE, en Castelldefels (Barcelona), también contemplan el nuevo curso como “un reto” y “teniendo en el corazón el fin del curso pasado, con la estupenda actitud positiva, de colaboración y esfuerzo tanto en alumnos como en profesores”. “La adversidad nos llevó a un desarrollo y apertura de la enseñanza por vía digital”, explica el rector del centro, Manuel Martínez, que añade que para el nuevo curso han mantenido “un alto porcentaje de formación presencial”, pero preparándose para ajustarse “a las circunstancias que puedan venir”. Unas circunstancias que para la facultad, que para este nuevo curso cuenta con cerca de 35 alumnos, se han notado sobre todo en las instalaciones de la residencia, cuya ocupación correspondía en un 85% a los alumnos del seminario chino ICBSIE y que este año funciona completamente a distancia.

Para la Facultad de Teología de las Asambleas de Dios, el nuevo periodo académico ha generado más motivación para “hacerlo todo con mayor excelencia”. “Somos conscientes de la gravedad de la situación que se está viviendo y queremos ser ejemplo de responsabilidad y, consecuentemente desarrollar la capacidad de trasmitir este mismo sentido a todos los estudiantes en cuanto a responsabilidad y compromiso de respeto y cuidado hacia los demás”, señala Jesús Caramés, rector del seminario, donde 66 alumnos se han matriculado para el programa de estudios presenciales que ha comenzado este 17 de septiembre.

Seminarios y facultades de teología inician un curso marcado por las exigencias de la pandemia

Vista exterior de las instalaciones de la Facultad Internacional de Teología de IBSTE en Castelldefels. / Facebook IBSTE Facultad de Teología Barcelona

Menos matriculaciones

Los tres centros coinciden en que, de entrada, han notado las consecuencias de la pandemia en el volumen de matriculaciones para el nuevo curso, que ha disminuido. “En este curso se ha notado un ligero descenso en el número de admisiones”, apunta Caramés, “que es consecuencia de la situación de incertidumbre que estamos viviendo social y económicamente”.

Desde la Facultad de Teología de UEBE, su rector explica cómo la emergencia sanitaria ha afectado sobre todo a la llegada de alumnos procedentes de otros países. “Algunas personas de terceros países que deseaban matricularse se han visto obligadas a posponer sus planes, debido a las restricciones en los desplazamientos con los que se han encontrado”, subraya Díaz. “Otras que habían comenzado el proceso de matrícula antes del Estado de alarma, han considerado prudente esperar a que la situación sanitaria en España esté normalizada, lo que no se prevé a corto plazo”, dice en relación a la formación presencial al mismo tiempo que matiza que ha habido un “ligero incremento” de estudiantes en los programas a distancia.

En IBSTE también han registrado un aumento en la matriculación de asignaturas sueltas “por la posibilidad de ofrecer algunas online”, dice su rector. “Por otra parte, la matriculación de alumnos a tiempo completo se ha reducido un 50% de lo que sería lo normal”, dice Martínez. 

Seminarios y facultades de teología inician un curso marcado por las exigencias de la pandemia

Imagen de la fachada de la Facultad de Teología de la UEBE./Facebook Facultad Protestante de Teología UEBE
 

Un intenso trabajo de adaptación

La gestión del regreso a las aulas ha sido uno de los principales temas de debate para profesores y alumnos en las últimas semanas por las dudas que han generado los protocolos anunciados por la Administración. Sin embargo, los patrones de desinfección e higienización de los espacios, y las medidas de seguridad, como el respeto de la distancia de seguridad o la limitación en los grupos de personas, son constantes similares para los tres centros ubicados en diferentes comunidades autónomas.

En el caso de las facultades de UEBE y de Asambleas de Dios, han confirmado haber sido contactadas por la Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y Acreditación (ANECA) para transmitirles las directrices a seguir. 

“Nos han solicitado un informe sobre cómo respondimos como institución al Estado de alarma, y otro con las medidas que se tomarán en el nuevo curso. Desde Ferede nos han mantenido permanentemente informados de las medidas que debemos aplicar, a través de nuestra asesora técnica. Antes de que el ministro de Universidades explicara las condiciones en las que el nuevo curso debía comenzar en los centros universitarios, ya estábamos trabajando en esa dirección, a la espera de la confirmación de las autoridades académicas y sanitarias”, afirma Julio Díaz.

Desde FADE, que han diseñado un protocolo específico a través de una Comisión de Calidad, dicen haber trabajado en la seguridad a tres niveles: antes de la incorporación del alumnado, durante el desarrollo del curso y la presencia de estudiantes, con la “colocación de pantallas de protección en oficinas y aulas” o la “implementación de sesiones específicas informativas y formativas sobre las medidas profilácticas de prevención de contagio”, y también después de que el curso finalice, “al respecto de actuaciones en caso de detección de un caso de contagio y no solo en cuanto a medidas sanitarias y de relación social, sino también con el protocolo académico a fin de garantizar la solidez y calidad de la formación impartida”. Además, han mantenido una colaboración con el Ayuntamiento de La Carlota, el municipio en el que se encuentran las instalaciones del centro, que “se ha brindado para higienizar todas las instalaciones antes del inicio de las clases”. “Enfrentar una situación tan extraordinaria como una pandemia es excepcional, por lo que entendemos perfectamente las dificultades en todos los estamentos, e incluso las estrategias cambiantes, mucho más de lo que quisiéramos, por parte de las Administraciones Públicas; pero reconocemos que no es fácil. No obstante, se percibe claramente un patrón común: el de garantizar la calidad de la formación juntamente con la seguridad de todo el personal implicado”, matiza Caramés.

Los tres centros no están considerados como universidades ante el Estado, sino como entidades religiosas, y dependen de la Subdirección General de Relaciones con las Confesiones, integrada en el Ministerio de la Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática. En el caso de IBSTE, dependiente también de las demandas de ANECA, consideran que “la tardía reunión del Ministerio de Universidades con los rectores ha supuesto una carencia total de orientación para que cada universidad o facultad pueda ajustar sus protocolos y normativas”. Sin embargo, se muestras conscientes de que “la realidad es que la gestión que se está haciendo sencillamente corresponde a la ignorancia real que tenemos sobre la Covid-19 y cómo atajar su contagio”. “Pienso que en lugar de acusar, debemos reconocer la ignorancia general que existe y tratar de seguir con los protocolos y normas de seguridad sanitaria”, apunta Martínez.

Seminarios y facultades de teología inician un curso marcado por las exigencias de la pandemia

Las instalaciones de la Facultad de Teología de las Asambleas de Dios en La Carlota, Córdoba./Facebook Facultad de Teología A.D. CSTAD programas

Impulso a la formación a distancia, prioridad en la presencial

La pandemia subrayado especialmente la diferencia de posibilidades entre la formación presencial y a distancia. Sin embargo, la necesidad del momento ha hecho que desde las facultades se adquiera una mayor consideración en el caso de la segunda. En IBSTE han comenzado a ofrecer cuatro asignaturas por semestre de forma online y han preparado “un modelo mixto” manteniendo la “presencialidad en las clases de los profesores que vivimos en las proximidades del centro, pero utilizando plataformas digitales para transmitir las clases de profesores que viven lejos”. Desde el centro aseguran que esto no socava su preferencia por los estudios presenciales. “Es cierto que las plataformas digitales permiten cierta comunicación, pero comparándolas con la enseñanza presencial, las digitales se ven limitadas a las dimensiones de una pantalla, la comunicación telemática o las incidencias técnicas. La presencialidad es importante porque la educación se desarrolla en el ámbito social, en la relación entre personas, de profesor a estudiantes y entre estudiantes”, asegura Martínez.

Mantener la formación presencial, mientras se pueda, también es la prioridad para la Facultad de Teología de la UEBE. “El curso académico 2020-2021 ha comenzado en modalidad presencial, estando preparados para pasar a modalidad mixta o a total virtualidad si las circunstancias así lo requieren. Durante todo el verano hemos estado valorando los diferentes escenarios en los que nos podemos encontrar en el nuevo curso, pero mantenemos un moderado optimismo respecto a que podamos completarlo presencialmente, dentro de la incertidumbre general”, señala Díaz.

Desde FADE remarcan que la doble capacidad, tanto presencial como virtual y a distancia, forma parte de las exigencias que ANECA ha hecho llegar a los seminarios y facultades, que ya contemplan que “en todas las guías docentes de cara a este curso, el profesorado planifique, en conformidad con las directrices del centro, un protocolo de adaptación académica por si se diese un caso puntual de alarma sanitaria, de forma que el centro pudiera mantener y garantizar la calidad de la formación a través de un proceso de formación semi-presencial o incluso completamente virtual”. 

Sin embargo, insisten en la necesidad de reencontrarse en el aula. “Tenemos que avanzar con prudencia y con seguridad tratando de recuperar esa normalidad, que solo es posible si simplemente vamos avanzando y, aunque sea una ‘normalidad adaptada’, con mascarillas, con pantallas de protección, con distancia social y cualquiera otra medida, será normalidad. La vida tiene que seguir ante estas adversidades que hacen aún más urgente la implicación de la Iglesia y la afectación a nuestra sociedad con el mensaje de esperanza y de paz en Cristo. Propósito y razón de ser de los seminarios, asumiendo el principio de preparar obreros fieles para el ministerio”, puntualiza Caramés.

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