Carta a un joven creyente (V)

Concluí mi carta de la semana pasada a un joven creyente con el tema de una sociedad Light, descafeinada. Sigo con otros tipos de enfrentamientos entre el mundo de ahora y el joven creyente."/>

¿ONG Indiferencia joven sin fronteras?

Carta a un joven creyente (V)

Concluí mi carta de la semana pasada a un joven creyente con el tema de una sociedad Light, descafeinada. Sigo con otros tipos de enfrentamientos entre el mundo de ahora y el joven creyente.

27 DE DICIEMBRE DE 2007 · 23:00

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Desde ahora y en el futuro tendrás que enfrentarte a una sociedad que no quiere compromisos.
  • Si ahora te es difícil conseguir que amigos tuyos no cristianos te acompañen a la Iglesia, más difícil será en el futuro.
  • Llegan a estar de acuerdo con tus creencias. Respetan tu forma de vida. Admiten que eres diferente a ellos, pero no pasan de ahí.
  • No responden a tus invitaciones sencillamente porque no quieren aceptar compromisos.
  • Creer es comprometerse.
  • Y no están dispuestos a hacerlo.
  • En el fondo son egoístas.
  • No aceptan compromisos religiosos.
  • Pero tampoco aceptan compromisos políticos, ni sociales, ni comunitarios, ni de índole alguna que pueda reclamarles tiempo.
Desde ahora y en el futuro tendrás que enfrentarte a una sociedad soberbia. ¡Impresiona el espíritu de soberbia que impera en la sociedad actual! ¿No lo percibes tú? Hace años, una cantante americana llamada Jannette, que dominaba muy bien el idioma español, publicó un disco pequeño. En una de las canciones decía: “Soy rebelde porque el mundo me hizo así”. Ese es el sentir de la inmensa mayoría de los jóvenes hoy día.
  • No se consideran responsables de nada.
  • Toda la culpa la cargan sobre la sociedad.
  • No hablan de pecado individual, sino de pecado colectivo.
  • Ellos no se consideran malos.
  • La sociedad es mala, dicen. Es a ella a la que hay que juzgar, culpar y condenar.
  • Han elevado la soberbia a categoría teológica.
  • Tú no puedes acercarte a ellos pidiéndoles que cambien.
  • Te dicen que cambie el mundo. Que ellos son como el mundo los ha hecho.
  • Y se niegan a hablar más.
  • ¡Tremendo!
Desde ahora y en adelante tendrás que enfrentarte a una sociedad indiferente al tema religioso. El futuro tuyo se va a caracterizar por lo que ya es un hecho arraigado y casi universal: La indiferencia religiosa.
  • Hoy no se ataca a Dios, simplemente se le ignora, se le ningunea. Dios no es nadie, dicen. Y añaden: No me hables de Dios porque no me interesa el tema.
  • Me da igual si Dios existe o no existe.
  • No me planteo quién fue Jesucristo.
  • No me hago preguntas sobre el más allá. Si después de la muerte hay algo, Dios sabrá qué hacer conmigo.
  • Si no hay nada, mejor.
  • No me interesa la religión. Ninguna religión.
  • No quiero contraer compromisos con Iglesia alguna.
  • Vivo feliz y me siento bien como estoy.
  • Con esta filosofía arreligiosa de la existencia te enfrentas ya y tendrás que hacerlo más en el futuro.
  • La indiferencia religiosa es una marea imparable.
  • Invade todos los campos de la sociedad moderna.
(Continuará)

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