12 principios de vida para el 2024

*Evalúate y haz una puesta al día… Lo primero que debemos de hacer es una autovaloración positiva a la vez que crítica de nosotros mismos y tomar nota de los progresos personales y de los aspectos mejorables en diversas áreas  de nuestro desempeño personal y a partir de ahí realizar una puesta al día.

*Organízate /Autoliderazgo personal… A mucha gente le asusta o mejor dicho le abruma la palabra organización. Pero hoy en día es imprescindible que cualquiera de nosotros tenga un mínimo de organización personal para los diversos quehaceres de nuestra vida. No deberíamos de entrar en el nuevo año de cualquier manera; no permitas que las improvisaciones y otras personas y circunstancias manden en tu agenda personal, anticípate y toma la iniciativa autoliderándote en todos los sentidos. Sé tú mismo el arquitecto de tu planificación personal.

*Establece tus metas… Cierto es que la mayoría de la gente no es muy metódica y mucho menos organizada, pero he descubierto que en este aspecto se encuentra una de las grandes claves del éxito personal para poder alcanzar tus metas. Alguien ha escrito sobre el poder de las metas y hay mucho de verdad en ello. En base a nuestras aspiraciones y proyectos personales hemos de establecer metas alcanzables a corto, medio y largo plazo. Las metas aparentemente más inalcanzables entran de lleno en el campo de nuestra fe en acción, pero no debemos confundirlo con nuestras fantasías o tratando de emular a otros porque puede resultarnos en una estéril pérdida de tiempo.

*Cuida los detalles en tu vida… Siempre me llamó mucho la atención lo que ocurrió con el milagro de los panes y los peces, “cuando se hubieron saciado, el evangelista nos relata que Jesús les mando que recogieran todos los sobrantes que fueron como doce cestas y se las llevaros con ellos para aprovecharlas durante su itinerario” (Juan 6:11-13). Al paso de los años he visto cometer muchos errores y naufragar muchos proyectos por descuidar los detalles más ínfimos y eso me alerto para tener este aspecto muy en cuenta sobre los detalles de cualquier plan o proyecto personal o colectivo

*Enfócate en lo + importante… Hemos oído hablar de la tiranía de lo urgente, pero también podemos desenfocarnos por cuestiones menores a las que les atribuimos una excesiva importancia que en realidad no tienen en sí mismas. Hemos de realizar un ejercicio práctico, incluso grafico sobre todas las cuestiones de nuestra vida que nos preocupan y en las que también nos interesa enfocarnos y seleccionar cada una de ellas en un orden correcto de prioridades realistas.

*Cuida tu salud mental, física y espiritual… Estos tres aspectos están muy interrelacionados entre sí aunque pueda no parecerlo. En estos últimos años los gobiernos han detectado infinidad de trastornos psicológicos en la ciudadanía por razones muy diversas, pero ello más que asustarnos tiene que despertar en todos nosotros un sentido de la anticipación para desarrollar una buena higiene mental. De la misma manera tenemos que ser muy cuidadosos con nuestra alimentación y el cuidado racional de nuestros cuerpos para que se mantengan saludables. Y no menos importante es nuestra salud espiritual que tan frecuentemente descuidamos muchos de nosotros.

La disciplina espiritual respecto a nuestra vida devocional acerca de la meditación diaria de la Palabra de Dios y la práctica cotidiana de la oración son la base pulmonar de nuestra supervivencia espiritual sin duda alguna.

*Refuerza tus vínculos vitales… No somos islas y todos necesitamos establecer vínculos con otros para poder desarrollar relaciones significativas, que en primer lugar se tienen que dar con nuestra familia natural si la tenemos cerca. La familia es un foro altamente positivo por lo general porque nos retroalimenta emocionalmente y nos da identidad y sentido de pertenencia. También tenemos la familia espiritual que puede ser nuestra comunidad cristiana; es vitalmente necesario formar parte funcional del Cuerpo de Cristo y participar de sus dinámicas habitualmente porque somos interdependientes los unos de los otros. Tampoco hemos de olvidar a nuestro círculo íntimo de amistades saludables.

*Persevera y lucha por lo que crees… Ciertamente la vida nos ofrece muchos alicientes pero también se producen diversos tropiezos y contratiempos que pueden afectar nuestros estados de ánimo y perturbar nuestra confianza en Dios. La perseverancia es una de las disciplinas esenciales de la vida cristiana. Por la fe y por la paciencia, entiéndase por la perseverancia se alcanzan y se ven cumplidas las promesas de Dios en nuestras vidas tal como nos declaran las Sagradas Escrituras. Por todo ello, no desistas, fortalécete en el Señor y en el poder de su fuerza y sigue adelante. 

*Disfruta la alegría de ser cristiano/a... Ser un verdadero creyente en su pura esencia es disfrutar la bendita alegría de ser cristiano. Porque ser cristiano es una auténtica fiesta. En un mundo tan descreído y donde se caricaturiza frecuentemente la fe cristiana, muchos hemos descubierto que ser cristiano es la verdadera fiesta de la vida. Este Camino no es ningún suplicio ni tampoco una letanía de lamentaciones por los imponderables de la vida. Ser cristiano/a te ofrece la posibilidad de gozar de una vida de plenitud total.

*Sueña despierto en grande y en pequeño…  Dios invitó a su amigo Abraham a soñar en grande mirando a los cielos estrellados en las oscuras noches orientales para poder imaginar el infinito alcance de las bendiciones intergeneracionales que le había prometido y finalmente así fue después de muchos avatares. Pero también tenemos que ser capaces de soñar en corto y ejercitar nuestra fe en las pequeñas cuestiones domésticas de nuestra vida cotidiana, viendo su milagroso obrar día tras día.

*Conviértete en un agente de paz… Lo más apasionante de todo lo que venimos hablando, es que nuestra vida tiene un claro propósito divino, incluso desde antes de la fundación del mundo. Somos comisionados por Jesús para anunciar el Evangelio de la paz y de la salvación a todos los hombres y mujeres de nuestras ciudades. También somos agentes de reconciliación entre Dios y los hombres y también en ese mismo espíritu nos convertimos en mediadores entre las personas en sus conflictivas diferencias humanas

*Ama a Dios sobre todas las cosas… Aunque aparece en último lugar este principio de vida, en realidad es el más importante de todos los mencionados anteriormente. Este es el principal y más grande mandamiento de todos los que conocemos. Últimamente se está hablando mucho de la restauración de este gran mandamiento. Pero en mi experiencia personal con respecto a este mandamiento, hubo un momento en el que entré en conflicto con mi buen Dios y le dije lo siguiente, “Dios no quiero amarte por imperativo divino, quiero amarte porque me es imperiosa necesidad, quiero amarte porque tú lo eres todo para mí, quiero amarte por quien eres y también por todo lo que has hecho y sigues haciendo por mi…” y desde entonces mi relación paternal y personal con Dios cambió completamente.