Pura Vázquez (Siglo XX)
La crítica la acogió con calor, colocándola en primera línea de la poesía de su tiempo y considerándola como la sucesora de Rosalía de Castro.
02 DE DICIEMBRE DE 2022 · 10:00

Esta delicada gallega nació en Orense el 31 de marzo de 1918, el año que vio el fin de la Primer Guerra Mundial. Maestra nacional con bachillerato universitario, así consta en su biografía, ejerció la enseñanza en su ciudad natal y en otros lugares de España: Segovia, Toledo, Madrid y Sevilla. Vivió varios años en Caracas, Venezuela.
Durante un año trabajó en un jardín de infancia del Ministerio de Educación Nacional. Luego estuvo otros cuatro años ocupando la Secretaría de la Escuela de Periodismo de la Universidad en la misma capital. También tuvo a su cargo el archivo general del material fotográfico y fílmico del Instituto Nacional de Cooperación Educativa.
En Venezuela escribió poemas, artículos, cuentos y crítica en varias revistas y periódicos, con más continuidad en El Universal y El Nacional. También en casi todas las revistas y diarios de las casas gallegas de América Latina.
De regreso a España continuó con sus artículos en periódicos y revistas y publicó 15 libros de poemas en gallego y castellano. La crítica la acogió con calor, colocándola en primera línea de la poesía de su tiempo y considerándola como la sucesora de Rosalía de Castro.
Falleció en Orense el 25 de julio 2006.
Dios
Detrás estabas Tú, alzándote en la niebla
del mundo anonadado. Como una certidumbre
que muriese a su orilla, entre dos tempestades.
Detrás, con tu misterio, halo recio del aire
metiéndote en mis huesos, calándome, crujiéndome.
Yo te sentía ardiendo sobre mis laberintos,
atada al yugo duro de los días, mordientes,
con nostalgia de Ti, tan hondas traspasándome,
que azul el corazón, como Tú, se me abría.
¡Oh Dios, qué horas oscuras sin Ti, desconociéndote,
sin luz, sin horizontes, nadando entre dos olas,
inmensa entre la nada huérfana de tu nombre...!
Pero Tú estabas siempre detrás, entre la niebla,
más allá de la furia crecida de los hombres.
Tan sobre la hermosura encendida del mundo,
que te grababas sólo en tu órbita infinita.
Nostalgia de Dios
Trágico paso a caminar me lleva
de mi sombra a tu luz.
De mi luz a tu sombra.
Rompo mis lazos. Parto
de mis tinieblas, de mi oscura noche
–¡oh Dios!–, hacia el principio de la Vida
donde tu claridad cantó tu nombre
entre ángeles lucientes, sobre el caos,
antes de las edénicas visiones
que te yerguen sombrío entre la bruma.
Ciego Dios de tristeza... Es mi nostalgia
arraigada en remotos paraísos,
mi nave, mi camino, mi morada.
Te desconozco, Dios. Eres arcano.
Divina pesadumbre que me aplasta.
Me llueves amargura, incertidumbre,
deseo enraizado en lo infinito.
Vengo desde tu aurora, sostenida
de eternidad. Soy flecha y trayectoria,
y el centro de mi angustia es mi destino.
Publicado en: PROTESTANTE DIGITAL - Dios en la poesía religiosa española - Pura Vázquez (Siglo XX)