La guinda del pastel del Papa Francisco: bendecir las uniones entre personas del mismo sexo

El papa conduce a su iglesia hacia la forma más “católica” que jamás haya tenido, pero no hacia el evangelio de Jesucristo.

20 DE DICIEMBRE DE 2023 · 12:02

El Papa Francisco, en una visita a México en 2016./Flickr, Gobierno de México, CC 2.0,
El Papa Francisco, en una visita a México en 2016./Flickr, Gobierno de México, CC 2.0

La Iglesia Católica Romana se abre oficialmente a la bendición de las uniones entre personas del mismo sexo. Después de muchos guiños e insinuaciones de que éste sería el resultado del actual pontificado, salió el comunicado oficial, poniendo negro sobre blanco. “No se debe prever ni promover un ritual para la bendición de las parejas en situación irregular. Al mismo tiempo, no se debe impedir o prohibir la cercanía de la Iglesia a las personas en toda situación en la que puedan buscar la ayuda de Dios mediante una simple bendición. (n. 38)”, así lo dice la declaración Fiducia supplicans (18/12/2023) de la Congregación para la Doctrina de la Fe, con la aprobación explícita del Papa Francisco.

La suerte está echada. Lo que había sido un debate de una década entre quienes esperaban esta apertura, considerándola un avance de la moral católica hacia una mayor inclusión, y quienes la veían como un signo de la ruina irreversible del catolicismo romano, ahora está resuelto. Con una “declaración” de alto valor jerárquico en la autoridad de los pronunciamientos del Vaticano (los observadores señalan que la última declaración de la Congregación fue el Dominus Iesus de Joseph Ratzinger que data del año 2000), el catolicismo romano está ahora oficialmente a favor de bendecir las uniones homosexuales, al igual que muchas iglesias protestantes liberales alrededor del mundo.

Todo empezó con “¿Quién soy yo para juzgar?” (2013) para llegar al “todos, todos, todos” en la Jornada de la Juventud de Lisboa (2023). La trayectoria fue clara desde el principio: el entusiasmo inclusivo, abrazador y “católico” del Papa Francisco y su distanciamiento de posiciones que él llama “clericales” y “atrasadas”, pero que también son parte del bagaje doctrinal del catolicismo romano. En el medio hay muchos pasos, entre ellos el nombramiento del teólogo argentino Víctor Manuel Fernández, cercano a Francisco, como Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, quien firmó la Declaración. Ahora Francisco tiene sus espaldas cubiertas incluso dentro de la teología “oficial” del Vaticano. De hecho, Fiducia supplicans contradice abiertamente otro documento de 2021 de la misma Congregación, cuando el Cardenal Ladaria era Prefecto. Luego, respondiendo a las “dudas” precisamente sobre la posibilidad de bendecir las uniones entre personas del mismo sexo, el Vaticano respondió con un (algo) claro “no”. Sin embargo, dos años después, la respuesta es “sí”. Evidentemente, la evolución hacia la inclusión católica romana se ha acelerado aún más.

Eso sí: el Vaticano dice que no se trata de reconocer las uniones homosexuales como matrimonio, que la doctrina católica no cambia, que la bendición no es un sacramento sino un sacramental... Todas aclaraciones doctrinales secundarias que no modifican el punto principal. La Iglesia Católica Romana ofrece desde hoy oficialmente bendición a las parejas del mismo sexo: algo que, además, ya está vigente (y desde hace años) en las iglesias católicas romanas de muchos países europeos (por ejemplo, Alemania y Bélgica) y latinoamericanas (por ejemplo, Argentina).

Los católicos romanos deben preguntarse si Fiducia supplicans es consistente con el magisterio anterior o está en abierto conflicto con él. Por su naturaleza, el catolicismo romano está en constante movimiento para posiblemente abarcar al mundo entero dentro de las estructuras institucionales sacramentales de su sistema romano. Al no depender ni guiarse por el evangelio bíblico, el catolicismo romano fluctúa entre afirmar su poder romano y acentuar su aceptación católica. En Dominus Iesus (2000), el Vaticano reafirmó su comprensión romana de que la Iglesia católica era la única y verdadera iglesia. Con Fiducia supplicans (2023), el Vaticano abre su abrazo católico a las parejas del mismo sexo.

Fiducia supplicans es la guinda del pastel de su pontificado. Los principales ingredientes de la receta jesuita de Francisco han sido dos: somos “todos hermanos” (cristianos, no cristianos, ateos y agnósticos: todos) y la Iglesia católica es el “hospital de campaña” de todos. Ahora, también está la guinda del pastel.

Fiducia supplicans contrasta abiertamente con la enseñanza bíblica. El Papa Francisco es un jesuita católico romano astuto que conduce a su iglesia hacia la forma más “católica” que jamás haya tenido, pero no hacia el evangelio de Jesucristo.

 

Leonardo de Chirico es pastor en Roma.

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