Resurrección, ¿aval de inmortalidad o de justicia?

Los injustos resucitarán para condenación. Ese será su juicio y su pago.

19 DE ABRIL DE 2022 · 12:45

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Imagen de Miguel Bruna en Unsplash.

Es muy importante, es esencial que la resurrección sea un aval de inmortalidad para los que creen. Con razón diría Pablo que si Cristo no resucitó vana es nuestra fe. Pablo se recreaba en un Jesús que venció la muerte. De ahí sus palabras de exaltación de la victoria de la resurrección: “¿Dónde está, oh muerte, tu aguijón? ¿Dónde, oh sepulcro, tu victoria?”. Si no existiera la resurrección, nuestra fe sería vana, seríamos unos simples miserables.

Por tanto, no vamos a negar que la resurrección sea un aval de inmortalidad. Ese evento da contenido a nuestra fe. Lo que pasa es que muchos de los eventos de la vida y la muerte de Jesús pueden tener otras vertientes también muy interesantes. Muchas veces nos parece que en este mundo no hay justicia, que los injustos triunfan, que los acumuladores egoístas del mundo se ríen y se mofan de los pobres y, dándoles la espalda, pueden decir palabras tan necias como éstas: “Alma mía, come, bebe, regocíjate”. La alegría de los malvados.

Podría parecer que con la muerte se acaba todo, que muere el rico y el pobre igualmente y, así, las injusticias se quedan sin resolver. Pareciera como si el triunfo de las injusticias humanas se guardara en el baúl de los dramas en el infinito. ¿Cómo es posible que la injusticia pueda triunfar y que nadie se proclame defensor de la justicia para los pobres y oprimidos? ¿Todo va a ser igual para buenos y malos, para justos e injustos? Si fuera así, hagamos lo que queramos. Todo estaría justificado. No hay vengador de las injusticias de los malvados en la tierra.

Sin embargo, con la resurrección adquirimos una nueva perspectiva: Con la resurrección se nos abre una vía para que esas injusticias sean juzgadas y para que los injustos, acumuladores, opresores y malvados de la tierra puedan ser juzgados, avergonzados y castigados por sus actos de maldad que nadie ha juzgado en la tierra. Por eso en el tema de la resurrección se nos afirma con una fuerte energía que muchos se levantarán “para vergüenza y confusión perpetua”. Se hará justicia a favor de tantos y tantos damnificados y abusados por tantos y tantos injustos que pueblan la tierra. Todo esto se riega con la idea de que los que hacen y enseñan justicia resplandecerán como las estrellas a perpetua eternidad.

No. Los injustos no van a triunfar definitivamente. Es posible que sean alabados e incluso considerados como ejemplos a seguir por muchos de los necios de la tierra, pero lo que está claro siguiendo el significado de la resurrección, es que ésta va asociada, interrelacionada y fundida con la idea de justicia. Así, apaleados de la tierra, seréis de alguna manera dignificados mientras que los injustos pagan por sus felonías.

Los injustos resucitarán para condenación. Ese será su juicio y su pago. Esto hace que podamos encontrar sentido a textos que los leemos sin sacarles todo su jugo y, realmente, están en la dirección de considerar la resurrección como un aval de justicia y de dignificación para los apaleados de la historia. Mirad este texto bíblico: “los que hicieron lo bueno, saldrán a resurrección de vida; mas los que hicieron lo malo, a resurrección de condenación”, (Jn 5:29). No nos cabe duda de que la resurrección es también, junto al aval de nuestra inmortalidad y lo que da sentido a nuestra fe, un aval de justicia. Preciosa función de la resurrección, del significado de la resurrección del Hijo de Dios.

Si los que han practicado la injusticia salieran “de rositas” como decimos popularmente en nuestra lengua, parecería que se están burlando no solo de los injustamente tratados, sino del mismo Creador que se duele con los oprimidos del mundo, pero Dios no puede ser burlado y se afirma bíblicamente que “todo lo que el hombre sembrare, eso también segará”. Así, los injustos, avaros, acumuladores y abusadores de los débiles, no van a bajar a la sepultura de forma indiferente por sus injusticias. La resurrección anuncia un juicio para condenación, porque, como estamos afirmando, la resurrección es un aval de justicia para todos aquellos que han sido maltratados, robados en su dignidad y en sus medios de vida, los que han sido tirados al lado del camino de la vida de forma injusta.

Así, pues, celebremos la RESURRECIÓN, considerándola también como un aval de justicia contra los injustos y a favor de tantos y tantos apaleados de nuestra historia en medio de un mundo de dolor en donde los injustos, en muchas ocasiones, deambulan como triunfadores. No será así.

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