“La iglesia ha perdido la referencia de Jesús como maestro, incluso más que la sociedad”

En su nuevo libro, Jaime Fernández se acerca a la pedagogía de Jesús y analiza por qué sus métodos y ejemplo siguen siendo impactantes y vigentes para nuestro tiempo.

Daniel Hofkamp

PONTEVEDRA · 18 DE NOVIEMBRE DE 2022 · 10:00

Jaime Fernández, con un ejemplar del nuevo libro editado por Nuestro Pan Diario./ Youtube,
Jaime Fernández, con un ejemplar del nuevo libro editado por Nuestro Pan Diario./ Youtube

Seguramente sea la persona que más ha impactado con su enseñanza en la historia. Jesús se ha examinado desde múltiples enfoques y sus historias son conocidas en todo el mundo. Pero ¿nos hemos parado a pensar en sus métodos de enseñanza, la profundidad de su mensaje o la coherencia que este mensaje tenía con su forma de vivir?

A todo ello nos invita en su nuevo libro el escritor y comunicador Jaime Fernández Garrido, que además de ser una figura de sobra conocida en las letras evangélicas en los últimos años, es doctor en Pedagogía.

Este acercamiento a Jesús como maestro no es, sin embargo, solo para profesionales: cualquier lector podrá encontrar en estas páginas enseñanzas para su vida, ya sea porque desea enseñar a otros o porque pueda redescubrir la figura fundamental del mayor maestro de todos los tiempos.

 

Pregunta. ¿Qué te llevó a escribir este libro?

Respuesta. He tenido el privilegio de visitar muchos países diferentes, y en todos ellos, cada vez que hablo en alguna conferencia para educadores, o puedo conversar con alguien relacionado con el sistema educativo, siempre acabamos concluyendo que el mejor Maestro de la historia ha sido Jesús de Nazaret. Incluso en países de trasfondo “ateo” se le reconoce como el Maestro por excelencia. Sigue siendo quién más influyó, no solo en los diferentes sistemas educativos, sino también en la cultura de cada pueblo. No hay un solo lugar en el que alguna de sus frases no sea recordada y admirada. Incluso muchas personas que dicen no creer en Dios, cuando les hablas de Jesús siempre te dicen que “fue un maestro extraordinario”.

 

P. La educación es algo que a todos nos preocupa, y hay muchos libros de métodos o tendencias pedagógicas. ¿Qué hace de este libro algo diferente?

“Jesús se preocupó de cada persona de una manera completa, no solo a nivel espiritual”

R. Lo que era radicalmente diferente era la manera de enseñar de Jesús, pero no solo en cuanto a lo que decía o cómo lo decía, sino su comportamiento. Muchos pedagogos hablan hoy de la importancia del trato personal con el alumno, de adaptar la enseñanza a cada uno, de seguir un tipo de enseñanza total (no solo de cada asignatura), de desarrollar por completo la personalidad, de ayudar a la participación y establecer valores en la enseñanza, etc… Pues bien, todo eso lo hizo Jesús hace dos mil años. Contrariamente a lo que algunos piensan, Él se preocupó de cada persona de una manera completa, no solo a nivel espiritual. Sabía acercarse y hablar con cada uno de acuerdo a lo que cada persona necesitaba. Era capaz de romper barreras (incluso leyes rituales y religiosas) para que cada uno pudiera encontrar la Verdad con mayúscula. Sabía hablar a las multitudes y a cada persona en particular, y sobre todo, sabía cómo enfrentar a cada persona con lo realmente importante, incluso en muchas ocasiones dejándoles con una pregunta a la que debían responder. Y era, también, un excelente contador de historias, algo que hoy todos admiran.

 

P. Apelas a ver a Jesús como ejemplo, ¿crees que en la sociedad, e incluso en la iglesia, le hemos perdido como máxima referencia a la hora de enseñar a otros?

R. Es curioso, pero creo que la iglesia ha perdido más que la propia sociedad en sí; porque la sociedad, aunque no le sigue, sí sabe la importancia de muchos de los métodos que él usaba, y de hecho intenta seguirlos aunque no le tengan como referencia. Las historias, el trato individual, la imaginación en la enseñanza, las estructuras nuevas y los medios didácticos creativos aparecen por todas partes: así enseñaba Jesús, en un momento en el que nadie lo hacia.

“Jesús nos muestra que la Verdad es cercana, amable, llena de gracia, accesible para todos. Desgraciadamente nos parecemos más a los sabios griegos”

Debemos recordar que la referencia en aquel momento eran los maestros griegos: con apariencia de sabios, intransigentes, que hablaban a las multitudes y que de ninguna manera se mezclaban con las personas… y ¡jamás admitían mujeres o niños entre sus seguidores! De repente aparece Jesús, Dios hecho hombre, y nos muestra que la Verdad es cercana, amable, llena de gracia, que es expresada para todos pero cada uno tiene que tomar decisiones en cuanto a ella de una manera individual, y que es accesible para todos ¡Sobre todo! para los más débiles, de tal manera que mujeres y niños le siguen. Creo que es algo que la iglesia en general ha dejado de poner en práctica, porque desgraciadamente nos parecemos más a los sabios griegos (a los que tantos admiran) en cuanto a la distancia con el pueblo, la intransigencia, el conocimiento como único valor y la enseñanza unidireccional y no participativa.

 

P. Solemos pensar en que la etapa para aprender es cuando uno es niño o joven, pero ¿es necesario entender que el aprendizaje es algo que debería ocuparnos toda la vida?

R. ¡Sin ninguna duda! Creo que una persona se ha hecho vieja cuando ha dejado de aprender. Uno puede tener 90 años y seguir aprendiendo, creando, imaginando y buscando aplicar todo aquello que ha ido aprendiendo a lo largo de la vida. Pero, desgraciadamente (tanto en la  iglesia como fuera de la iglesia) también existen personas con poco más de 30 años que ya lo saben todo y viven como si no necesitaran aprender más. Como dice el refrán, el pecado lleva consigo la penitencia, porque no hay nada más impresionante en la vida (y que nos haga disfrutar más, desde luego) que conocer cada día más a Dios y a todo lo que Él ha creado. Cuando queremos seguir aprendiendo y amando (que nadie olvide que ‘el conocimiento sin amor solo da a luz orgullo’) entonces aprendemos a vivir y a disfrutar de todo lo que Dios nos da. Sea cual sea la edad que tengamos.

 

P. ¿A qué tipo de personas podría ayudarle leer este libro, y así conocer más sobre cómo enseñó Jesús?

“Al escuchar y comprender sus historias comprendemos mucho mejor qué es la vida y como podemos vivir esa vida abundante que Él nos regala”

R. Sin ninguna duda es un libro para todos. Aunque aquellos que enseñan o hablan en público pueden encontrar cientos de tesoros diferentes en la manera de enseñar del Señor Jesús, al escuchar y comprender sus historias, todos, sin excepción, comprendemos mucho mejor qué es la vida y como podemos vivir esa vida abundante que Él nos regala a todos los que le seguimos.

P. ¿Hay algo más que quieras agregar?

R. Todos necesitamos encontrarnos con el Señor cada día de nuestra vida. Jesús nos explicó que la base de la vida eterna consiste en conocer al Padre y a Jesús a quién él envió, por medio del Espíritu Santo. Cada día es una nueva aventura en nuestra relación con Dios y, a pesar de todas las dificultades, podemos vivir de una manera diferente, no solo amándole a Él y a todos los que nos rodena, sino también transformando nuestro entorno, como consecuencia natural de vivir con Jesús.

 

Libro disponible en Abba.

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