Volver a pasar por el corazón
La vida está llena de recuerdos; cuando recordamos es como si viviéramos por segunda vez.
24 DE OCTUBRE DE 2022 · 10:00

“Cuando la noche vuelve como un amigo,
Cuando el atardecer regresa para hacernos libres,
Cuando las horas tranquilas nos esperan más allá del día
Y me llenan de sonidos llenos de paz (…)
Puedes oírlo, cariño, desde otro lugar y desde otro tiempo,
¿Lo recuerdas? (…)
Aquí está la canción que solíamos cantar
Y los tiempos que solíamos conocer
Es duro llevarlos con nosotros otra vez,
Pero es duro perderlos… Si supieras lo que quiero decir…”
(“If you know what I mean”, Neil Diamond)
No sé cuantos de vosotros conoceréis esa canción, porque no ocupó los primeros lugares de las listas, y ni siquiera fue editada en un “single”; la encontrarás en uno de los discos de Neil Diamond… pero tengo que decirte que para mí, es una de las canciones más entrañables que he escuchado. ¿Sabes la razón? Cuando tenía diecisiete años e iba al conservatorio de música para estudiar, me paraba en una antigua “jukebox”, (esas máquinas dónde ponías una moneda y podías escuchar una canción en los tiempos dónde casi nadie tenía capacidad económica para tener un tocadiscos en casa)… y escuchaba esa canción. Cada vez que pasaba por el centro comercial donde estaba la máquina, volvía a poner la misma canción; de esa manera lograba que en todos los establecimientos se escuchara mi melodía favorita.
Eran otros tiempos. Momentos en los que solo esas máquinas rompían el silencio y la rutina del trabajo. Creo que siempre lo recordaré. Todavía puedo “ver” el lugar y oír la canción dentro de mi imaginación. ¿Sabes? La vida está llena de recuerdos; cuando recordamos es como si viviéramos por segunda vez.
Dios hace que los recuerdos formen parte de nuestra vida porque nos dio la capacidad de volver a vivir lo que es “nuestro”. Recordar es volver a pasar por el corazón la dulzura de un momento inolvidable. ¡Incluso los malos recuerdos tienen su valor! Porque nos enseñan en dónde nos hemos equivocado y nos ayudan a rectificar, pero también nos hacen ver cómo hemos salido adelante ¡A pesar de toda la tristeza que pasamos en esos momentos y la amargura que tanto nos costó vencer!
El salmista nos enseña a bendecir nuestros recuerdos cuando dice: “Hemos pasado a través de agua y fuego, pero al fin nos has dado respiro... ¡Bendito sea Dios, que no rechazó mi oración ni me negó su amor!” (Salmo 66:12-20).
¡Qué bueno es recordar! ¡Cuánto bien nos hace volver atrás de vez en cuando y comprobar cuántas veces el Señor nos ha cuidado! ¡Y cómo sigue haciéndolo cada día…!
Publicado en: PROTESTANTE DIGITAL - Con otro ritmo - Volver a pasar por el corazón