Te están persiguiendo

Algunos consideran que las circunstancias difíciles nos alejan de Dios. Otros ven en ellas el cuidado de nuestro Creador.

26 DE JULIO DE 2021 · 09:40

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Foto de Evert van Duijn en Unsplash.

Bethany Hamilton es una surfista cuya historia se ha hecho famosa en todo el mundo debido a que un tiburón le arrancó el brazo izquierdo mientras surfeaba en el norte de Hawái; y su vida se ha visto reflejada en una impresionante película, Soul Surfer. Hoy sigue compitiendo a pesar de tener un brazo menos. A ella parece no importarle, su fe en Dios la mantiene firme. Aún en los malos momentos, Dios siempre estuvo a su lado cuidándola y protegiéndola: «Es un gran alivio poner tu confianza en Dios y quitarte todas las cargas que llevas». «Dios tiene un plan para mi vida, y ningún tiburón puede quitarme nada, ni ningún resultado puede cambiar mi vida. Dios es como una roca sólida debajo de mí, él me cuida siempre», dijo en una entrevista concedida recientemente coincidiendo con el estreno de la película.

Algunos consideran que las circunstancias difíciles nos alejan de Dios. Otros ven en ellas el cuidado de nuestro Creador. La Biblia dice que vivíamos en el corazón de Dios, aún antes de nacer, porque él nos ama. 

Dios nos busca. No somos nosotros los que nos acercamos a él, sino que es él quien nos busca a todos. «El Señor se encariñó contigo y te eligió» (Deuteronomio 7:7 NVI). Así de sencillo. Cuando Dios expresa lo que hay en su corazón, solo nos queda asombrarnos. Esa promesa es para ti también. Dios derrocha su amor por cada persona de nuestro universo... el problema es que muchos no se dan ni cuenta.

El problema también es que muchos otros, aun dándose cuenta, no son capaces de agradecerlo.

Esa es una de las claves en la vida, la motivación que nos llena de paz en muchas circunstancias diferentes: ese sentimiento de admiración y asombro del que surge la gratitud sincera. Algunas personas no pueden ser agradecidas porque lo saben todo, lo controlan todo, lo comprenden todo. Aún sabiendo que Dios está ahí, son incapaces de asombrarse. ¡Son completamente incapaces de admirar a nadie ni a nada!

Se pasan la vida mirando hacia sí mismos, y pierden el cariño y la belleza que hay a su alrededor. De tanto pensar en sí mismos, olvidan que Dios les ama.

¿Sabes? Los niños son felices porque viven llenos de asombro. Cada día descubren algo nuevo, algo que aprender. En cada momento disfrutan de alguna situación desconocida que desborda su imaginación. De ese asombro nace la aventura, lo improbable, lo desconocido, lo admirable a veces. La persona que vive con los ojos abiertos es feliz. El que tiene respuestas para todo se muere de aburrimiento.

Dios es el único que puede llenar nuestro corazón de asombro, porque lo que él hace es siempre nuevo, lleno de imaginación. Cada día es diferente, cada situación es extraordinaria. Cada palabra o gesto suyo son impresionantes. De él viene nuestra gratitud. Se encariñó con nosotros y quiere que disfrutemos de su amor. Está detrás de muchas de las circunstancias que nos suceden porque quiere relacionarse con nosotros.

Si no somos capaces de verle y agradecer todo lo que hace... es porque nuestro orgullo es mucho más grande de lo que pensamos.

Publicado en: PROTESTANTE DIGITAL - Con otro ritmo - Te están persiguiendo