‘Visto para sentencia’

“No es difícil hacer lo correcto, lo difícil es saber qué es lo correcto”.

06 DE JUNIO DE 2013 · 22:00

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La trama de la película “Visto para sentencia” se desenvuelve cuando un hombre es acusado de haber matado a tres personas porque no atendieron a su hijo (que terminó muriendo) en el hospital. El hombre, encarnado por el actor Ben Kingsley, quiere declararse culpable, pero su abogado (Alec Baldwin) no quiere admitirlo, sino que espera que se declare loco para no ser condenado. En un momento del filme, se escucha una frase “lapidaria: “No es difícil hacer lo correcto, lo difícil es saber qué es lo correcto”. Cada vez más en nuestra sociedad está desapareciendo la diferencia entre lo legal y lo legítimo, entre lo moralmente correcto y lo políticamente correcto. Cada vez más necesitamos preguntarnos “¿Quién decide nuestros principios, la política o la moral? ¿Lo que es absoluto o lo relativo? ¿Lo legal o lo legítimo?... Porque si lo políticamente correcto pasa por encima de lo moralmente correcto, lo legal por encima de lo legítimo, y lo relativo por encima de lo absoluto, nuestro mundo va a tardar muy poco tiempo en autodestruirse. Lo difícil no es hacer lo correcto, lo difícil para muchos es admitir lo que es correcto. Un día Jesús quiso comparar la vida personal de cada uno a la construcción de una casa(*). El Señor explicó que un día llegarán tempestades y vientos para probar el material con el que esa casa está construida. Y entonces, lo más trascendente no será la belleza ni el coste de la construcción, sino el saber si puede mantenerse en pie, si los vientos no terminarán con ella. Porque cuando hablamos de vientos, vienen a nuestra mente los problemas que nos rodean, la gente que quiere hacernos mal, es decir, los enemigos. Y siempre da la impresión de que los pobres tienen más enemigos que todos los demás. No tanto por lo que son, sino por el hecho de no tener nada... Nadie viene en tu ayuda si eres pobre. Nadie se preocupa por ti. Tienes que hacer lo que te mandan, y aún así siempre habrá muchos que te considerarán como alguien que no tiene ningún crédito. Y con lo del crédito me refiero a mucho más que el dinero del banco. Es triste, pero es así. Y mucho mejor nos iría a los que tenemos poco si aprendiésemos a vivir de otra manera: sin necesidad de reírle "las gracias" a los que lo tienen todo. Hay muchas cosas que no tienen nada que ver con las posesiones ni la posición. Y son las que merecen la pena en la vida. Tener una familia que te quiere no se puede comprar con dinero (si lo dudas, pregúntale a alguno de los que tienen mucho). Disfrutar de una amistad durante toda la vida no puede ganarse a base de poder. Encontrar satisfacción en lo que uno hace va más allá de cuentas bancarias o yates en el puerto. Tiene que ver con hacer lo que es correcto. De esta manera, nuestra vida no terminará derribada por culpa de los vientos. (*) Mateo 7:25

Publicado en: PROTESTANTE DIGITAL - Con otro ritmo - ‘Visto para sentencia’