El caso Beethoven

Se cuenta la historia de un médico que le preguntó a otro: "Me gustaría saber su opinión sobre la interrupción del embarazo”.

11 DE MARZO DE 2010 · 23:00

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“Conozco un caso en el que el padre era sifilítico y la madre tuberculosa. De los cuatro hijos que tuvieron, el primero nació ciego, el segundo murió, el tercero es sordo-mudo y el cuarto también era tuberculoso como su madre”. ¿Qué habría hecho Usted ahora que la madre vuelve a estar embarazada? - Desde luego que hubiera interrumpido el embarazo, un aborto sería la mejor solución - Pues acaba de matar Usted a Beethoven Es curioso el interés que en los últimos años ha aparecido para salvar la naturaleza. Yo soy el primero que lo apoyo, pero lo curioso del caso es que se quieren salvar todas las cosas bellas, mientras las mismas personas (o casi las mismas) suelen poner las bases para defender los derechos de la mujer y asesinar a niños inocentes. Hay gente que no comprende que cada ser humano (y el feto lo es) es diferente y único. ¿Qué tal si nos hubiesen quitado la vida a nosotros? ¿Qué tal si la discusión sobre si es ético o no matar a alguien fuese llevada a los últimos extremos por la sociedad y alguien empezase a argumentar que los inútiles, los enfermos, los mayores... no son necesarios? Quitarle la vida a alguien es un acto criminal, independientemente de la edad que esa persona tenga: un mes, un año, diez, veinte o sesenta. Y un feto tiene vida diferenciada, siente y tiene personalidad. Y tiene derecho a ser él mismo o ella misma !Y es único/a! ¡Quién sabe la cantidad de hombres y mujeres que habrían sido importantes para la humanidad han sido asesinados!. Y aunque no fuese así: Nadie tiene ningún derecho sobre la vida de otro. Dios castiga la maldad y no dejará sin "recompensa" a aquellos que viven con "sus manos asesinando sangre inocente"(*). Y no hay nada más inocente que un no nacido. Nada más débil que un niño a punto de salir al exterior. Nada que necesite más nuestra protección que aquellos que todavía no han tenido la posibilidad siquiera de defenderse. La próxima vez que pienses que es justo quitarle la vida a un feto, recuerda que nadie se empeñó en hacerlo contigo.
(*) Proverbios 6:17

Publicado en: PROTESTANTE DIGITAL - Con otro ritmo - El caso Beethoven