Nunca se es mayor para servir
Ninguna persona puede considerarse viejo para servir al Señor y a los demás.
24 DE OCTUBRE DE 2014 · 11:46

Algunos récords olímpicos no son tan recordados como otros. Para mí uno de los más importantes es el que vamos a mencionar hoy: DURWARD KNOWLES participó en los juegos olímpicos de Seúl en la prueba de vela a los ¡71 años! LORNA JOHNSTONE lo hizo en los de Munich 72, en la prueba de hípica, con 70 años. Son los deportistas con más edad que han participado en unos juegos a lo largo de la historia.
No creo que sea una presunción suponer que habrá personas de edad avanzada que estén leyendo ahora “a mi ritmo”. Para ellos va dedicada especialmente la historia de hoy. Desgraciadamente, nuestra sociedad parece que no tiene lugar para los que ya han cumplido una cierta edad, y ese es uno de los mayores errores del mundo moderno. En la obra de Dios no es así, en ella hay sitio para todos y todos son imprescindibles.
Ninguna persona puede considerarse viejo para servir al Señor y a los demás. Alguien dijo en una ocasión que los grandes "conquistadores" nunca mueren, y eso sigue siendo cierto para todos aquellos que aún sienten deseos de seguir luchando de acuerdo a lo que pueden hacer a sus años. Muchos dicen: "Yo ya no tengo las fuerzas de antes, la rapidez de antes, la visión de antes..." ¡Claro! ¡Nunca se tienen las fuerzas de antes, ésas ya se escaparon! Dios nos enseña que no es sabio decir que cualquier tiempo pasado fue mejor, porque uno se hace viejo cuando su mente se hace vieja. Nos hacemos viejos si nos acomodamos, si ya no queremos cambiar nada… ¡Si creemos que no merece la pena hacer nada!
Dios tiene muchos planes para tu vida y para cada uno de tus días, sean muchos o pocos. Dios quiere utilizar tus fuerzas, sean muchas o ninguna... porque Él es capaz de multiplicar las fuerzas ¡a quien no tiene ninguna! (Isaías 40) Ya ves, no puedes poner excusas, nunca es tarde para trabajar para el Señor. Él nos necesita a todos.
La vida empieza hoy: aunque pasen los años y vuelvas a leer el mismo devocional, ten en cuenta que la vida sigue empezando hoy mismo. Ahora puedes ser útil a Dios: da lo mejor que tengas desde hoy. ¡Sea mucho o poco lo que te queda! Aún si tienes que estar en cama y no puedes moverte, nunca olvides que por lo menos ¡puedes orar! Y la oración transforma el mundo.
¡Ponte en las manos de Dios! Tu puesto no lo puede cubrir nadie. Sólo tú.
Publicado en: PROTESTANTE DIGITAL - Con otro ritmo - Nunca se es mayor para servir