Cientos de jóvenes cristianos sirven como voluntarios en campamentos por toda España

Entre quince días y un mes es el tiempo que la mayoría de ciudadanos tienen para disfrutar de las cálidas temperaturas del verano peninsular. Descansar, desconectar, dedicar tiempo a aquellas aficiones un tanto descuidadas o viajar por diferentes rincones tan lejos como la economía permita. Sin embargo, es en esta época en la que precisamente sale a la luz un pequeño ejército de jóvenes cristianos que consideran que la mejor manera de desconectar de la rutina diaria es dedicar este tiempo libre

BARCELONA · 10 DE AGOSTO DE 2008 · 22:00

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Centenares de cristianos que aprovechan sus días de descanso para trabajar de una forma incluso más dura que durante el resto del año pero con la recompensa bíblica de que “mejor es dar que recibir”, tal y como explica el presidente del ministerio Young Life en Cataluña, Jonathan Banegas, parafraseando las palabras de Jesús. La mayoría de responsables de diferentes campamentos distribuidos a lo largo y ancho de la geografía destacan como elemento principal la voluntad de servicio de estos jóvenes, una manera de llenar de contenido los días de verano. “El trabajo duro y ver a Dios actuando hace que se forjen amistades profundas en muy poco tiempo” explica David Frank, director ejecutivo y fundador de los campamentos L’Arcada en Girona. De hecho, el trabajo de los voluntarios –que tienen entre 18 y 28 años generalmente- resulta imprescindible para sacar adelante unos campamentos por los cuales pasan cada verano más de 800 niños y jóvenes. Unas 170 personas que trabajan en esta explanada prepirenaica con la sensación de estar invirtiendo en “una campaña evangelística que funciona” y, además, con la posibilidad de “experimentar un fuerte crecimiento espiritual” por el trabajo que se desarrolla. Experiencias muy similares se viven en otros ministerios de semejantes características, como los cuatro campamentos que organiza Semilla de Trigo, que se llevan adelante con la ayuda de unos cuarenta voluntarios, “personas que se sienten identificadas con un ministerio que pretende enseñar la Biblia a los niños”, según explica el director de actividades de la entidad, David Rodríguez. En la zona de levante, Pau Llorens, director de la residencia “Alfa y Omega” de Denia, campamento evangélico decano en el país y que celebrará el año próximo su treinta aniversario, explica que basan su trabajo en el compromiso de los profesores de la escuela que se encuentra ubicada en el mismo espacio y también en los voluntarios que vuelven cada año para “usar sus dones en este ministerio”. Una voluntad de servicio que ha permitido que ya sean generaciones de cristianos las que tengan en su memoria experiencias vividas en este centro alicantino. Del decano a uno de los ministerios de este tipo más jóvenes. Con dos años de trabajo, Young Life es una organización en plena fase de crecimiento que pretende llegar a jóvenes sin ningún contacto con las iglesias evangélicas para poder compartir el mensaje de Jesús, en un compromiso que los voluntarios adquieren para todo un año, siendo los meses de verano los de más actividad por los diversos campamentos que organizan, entre los que destaca un viaje a un campo de trabajo en Perú. Según explica Banegas, los voluntarios que trabajan en este ministerio juvenil (unos quince de forma habitual y el doble durante los meses de verano) son la mejor carta de presentación y testimonio, ya que cuentan con un equipo “de gran capacidad profesional y compromiso, que, además, lo hacen de forma voluntaria, simplemente por compartir un tiempo con los adolescentes con los que trabajan”. ¿DE DÓNDE SACAN ESTOS MONITORES? Si resulta destacable que todos los directores de campamentos alaben las ganas de servir que tienen las personas que acuden a las instalaciones, también resulta curioso que el efecto entre las campistas que reciben el servicio siempre es muy significativo. “¿Dónde ha conseguido un equipo tan bueno y que además trabajen sin cobrar?” asegura Banegas que le han preguntado más de una vez. “Muchos padres traen cada año a sus hijos a los campamentos por lo que pueden ver en los equipos de jóvenes que invierten su tiempo libre con sus hijos” explica Frank como una de las claves del éxito de L’Arcada. Rodríguez, por su parte, destaca el impacto que tienen los niños al ver a monitores que los tratan con “amor y cariño”, con la única satisfacción de querer pasar buenos ratos con ellos. De esta manera, la inversión de tiempo de muchos de estos jóvenes resulta no sólo un impacto decisivo en la vida del niño sino, también, en la familia a la que esta persona vuelve y todos aquellos que viven entorno de los campamentos cristianos. NOTA DE LA REDACCIÓN Nos remite la siguiente carta Timoteo F. Woodford: Se menciona el Campamento de Denia (29 años) como el Decano en el país. Excepto que "país" se refiera a Levante, en España hay al menos 3 Campamentos mucho más antiguos, y que todavía funcionan: Campamento de Castiñeiras (Coruña), establecido en 1965 (43 años de antigüedad), el Campamento de Villar (Pontevedra) y el Campamento de Águilas (Murcia), todavía un poco más antiguos...!!!

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