El Centenario de la Alianza Evangélica Portuguesa
El 14 de noviembre se celebró en Oporto el Centenario de la fundación de la Alianza Evangélica Portuguesa. Crónica de Xesús Manuel Suárez.
OPORTO · 16 DE NOVIEMBRE DE 2021 · 13:06
El 14 de noviembre se celebró en Oporto el Centenario de la fundación de la Alianza Evangélica Portuguesa, en la Igreja do Mirante, la evangélica más antigua de la ciudad, una iglesia metodista luminosa y preciosa.
El acto se enmarcó en una serie de actividades organizadas por nuestros hermanos, que incluyen un interesante encuentro histórico, una exposición virtual, otra itinerante y la próxima edición de un libro. Al repasar su historia, fue interesante comprobar los paralelismos con la de nuestra Alianza Española y esto anima a darle más sentido a nuestra proximidad física y cultural desde nuestra condición de unidad espiritual.
Al repasar su historia, fue interesante comprobar los paralelismos con la de nuestra Alianza Española.
El acto fue conducido por su presidente, António Calaim, junto a su secretario ejecutivo, Josué Da Ponte. Fue un gusto volver a saludar a otros hermanos allí presentes, como Frank Hinkelman, presidente de la Alianza Evangélica Europea o Connie Duarte, vicepresidenta de esa Alianza. Estuvieron también miembros de otras entidades, entre ellos Mariano Blázquez y Manuel García Lafuente, de la FEREDE; Manuel y Osvaldo Castanheira tuvieron la gentileza de pasarme algunas fotos del acto.La reunión comenzó con los saludos de varias entidades, iniciando con la Alianza Evangélica Española. Propuse que Pablo no habría tenido muchas dificultades en convencernos a la Alianza portuguesa y a la española de que “ya no hay judío ni griego”, porque además de ser hermanos en la fe, compartíamos unidad cultural, y señaladamente los gallegos. Recordé que un año después de nuestra fundación en 1877, se constituyó la Alianza Evangélica Luso-Española y propuse darle continuidad a ese hecho diseñando vías de colaboración para el progreso del Reino.
Esta propuesta fue bien recogida posteriormente por el secretario ejecutivo, Josué Da Ponte, y pudimos allí mismo explorar proyectos de colaboración, por ejemplo, en los medios de comunicación y en investigación histórica, en este segundo caso poniendo en contacto a los respectivos responsables de nuestras Alianzas, Timóteo Cavaco y Evangelina Sierra.
Tras los saludos de otras instituciones, hubo una interesante mesa con Timóteo Cavaco y Jorge Humberto Nobre, el anterior presidente, que nos desgranaron los eventos más relevantes de la historia de la Alianza portuguesa. Siguieron varios himnos y oraciones y cerró el acto Frank Hinkelman, con una interesante conferencia sobre los elementos definidores de la identidad evangélica, en los que todos estamos de acuerdo, y la necesidad de vincular lo que creemos con lo que vivimos; llamó la atención sobre la necesidad de evitar la vinculación inadecuada de la Iglesia con cualquier movimiento político.
No fue difícil sentirse en casa en ese evento, con una clara consciencia de unidad en la fe, que se manifestó no sólo en lo que compartimos hablando, sino muy señaladamente orando y cantando. Así, fue emocionante cantar en portugués con los hermanos; sin duda, si encontrásemos a un desconocido y quisiésemos probar si de verdad es evangélico, le pediríamos que recitase Juan 3.16, pero también podríamos pedirle que cantase “Cuán grande es Él”; fue así muy emotivo cantar la versión portuguesa “Grandioso es tu” y descubrir en la misma versión una palabra que a todo gallego le llega al corazón: “levarme ao lar”, porque “o lar” le vuelve a lo más hondo de su identidad, lo que Rosalía de Castro llamó en su mejor poesía “miña casiña, meu lar”.
La Alianza Evangélica Portuguesa y la Española compartimos lo que creemos y sentimos; será necesario empezar a compartir también lo que hacemos.
Al final compartimos la tarta del centenario, y especialmente un excelente vinho do Porto; no podía ser de otra manera: según me comentó el secretario ejecutivo, la llegada del Evangelio a Portugal se vinculó a la comercialización de este vino por los británicos, una feliz vinculación que había que celebrar debidamente.La Alianza Evangélica Portuguesa y la Española compartimos lo que creemos y sentimos; recordando las palabras del presidente de la Alianza Europea, será necesario empezar a compartir también lo que hacemos.
Josué Da Ponte se despidió de mí diciendo: “Para nosotros ha sido muy importante vuestra presencia”. Para nosotros lo fue también. Que el Señor nos guíe a traducir el afecto y la unidad espiritual a iniciativas prácticas de colaboración.
Publicado en: PROTESTANTE DIGITAL - Actualidad - El Centenario de la Alianza Evangélica Portuguesa