Prójimos y la foto del Facebook

Hagamos uso lícito de lo que exponemos, porque no soy bueno, no quiero aparentar ser bueno.

Alex Sampedro

22 DE ABRIL DE 2015 · 16:44

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Pero tú, cuando ores, entra en tu aposento, y cuando hayas cerrado la puerta, ora a tu Padre que está en secreto, y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará. Mateo 6:6

 

Porque no es más espiritual el que más ora, ni el que más predica, si no el que más ama a su prójimo como a sí mismo, en eso se resume TODO.

Algo que hasta a mí me resulta demasiado provocador. ¿Y el amor a Dios? Bueno, está implícito,  según entiendo yo a los autores bíblicos es imposible amar al otro sin amar y reconocer primero a Dios. De hecho, es imposible reconocerse a uno mismo como individuo único, sin entender que ese punto minúsculo al que llamamos YO habita irremediablemente en Él, la única referencia auténtica.

Pero eso es otro tema. Sigo.

A Jesús le puedes dar un vaso de agua si se lo das “a uno de estos pequeños”. ¿No te emociona la idea?

¡Qué genial es tener la confianza con Dios para darle abrigo y agua! Pero eso no lo valoramos.

Somos conocidos por orar mucho, ayunar y otras disciplinas espirituales y mover dinero, dar limosna. Hacer reuniones espectaculares, cosas buenas y tal.  Y si pueden ser guais y visuales mejor. Y resulta que en el sermón del monte Jesús nos dice que eso debemos hacerlo en secreto, y no estaba enseñando esto de manera individual sino a todosu pueblo, a los que le seguían, en plural, a su iglesia. Lo aplicamos de manera personal casi siempre, pero puede tener otras lecturas.

Para orar, cerremos la puerta, y nuestro Padre que ve en lo secreto nos recompensará. A su manera.  Fácil.

No en público, cómo añaden manuscritos posteriores, ¿A quién se le ocurrió? Quizá a uno como yo.

La enseñanza no es que oremos, sino que “cuando ores… Cierra la puerta”.

Demos limosna y hagamos caridad sin necesidad de promocionarnos para demostrarle al mundo entero que somos buenos. Que nuestra izquierda no sepa lo que hace nuestra derecha, dejémonos de tanta foto del Facebook con el desamparado, no hagamos tocar trompeta delante nuestra cada vez que nuestra iglesia es más buena que el pan, ni enfaticemos lo buenos que somos con nuestras disciplinas espirituales. Lo poco gusta, lo mucho cansa.

Hagamos uso lícito de lo que exponemos, porque no soy bueno, no quiero aparentar ser bueno. Volvemos a caer en mucha acción y poca transformación, que es de lo que se trata.

Jesús claramente nos enseñó a tener todo eso en secreto. Y nosotros como siempre, obedecemos…

Iglesias que quieren demostrar al mundo lo extraordinarias que son, y entonces la gente se enamora del movimiento, de una ola donde puedo surfear con mi tabla, olvidando el majestuoso poder de los vientos y mareas de Dios.

Y entonces una día la ola desaparecerá, como todas, y aquellos que quieran seguir en la ola del “postureo evangélico” quedarán varados en la orilla de la irrelevancia.

Resumo: Sencillez y obediencia a Jesús… Y amar al prójimo. Qué se yo. No pido mucho.

Vivamos como lo que somos, sal, luz, una ciudad asentada sobre un monte, imposible de esconder, no debemos demostrarle nada a nadie. Y esa lucha tengo, conmigo mismo, me señalo, porque me cuesta mucho simplemente amar a mi prójimo, Dios me ayude.

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